José Gregorio Linares: Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Profesor Investigador de la Escuela Venezolana de Planificación.
Entre las personas asesinadas en Chile durante el golpe de Estado de
septiembre de 1973 contra el gobierno socialista de Salvador Allende se
encuentra un joven venezolano de 22 años: Enrique Maza Carvajal. Nació
en Aragua de Maturín, Estado Monagas, el 14 de diciembre de 1950, el
mismo año que Pablo Neruda publicó su “Canto General”, que solo pudo
circular clandestinamente en Chile porque el gobierno había proscrito al
Partido Comunista y desarrollaba una tenaz censura en contra de sus
militantes, entre los que estaba el poeta.
Enrique había
estudiado en la UCV donde cursaba el 7º semestre de ingeniería
eléctrica. Era un activista de izquierda, militaba en el MIR (Movimiento
de Izquierda revolucionario), y a raíz de su participación en la
Reforma Universitaria, la derecha que vence entre sombras, coaligada con
el gobierno de Rafael Caldera, lo expulsa de la universidad y le niega
el derecho al estudio. Entonces se marcha al Oriente y allí le llega la
amenaza de muerte “llega a sus manos un mensaje donde le informan que
no solo está expulsado, sino que le dictarán auto de detención y le dan
15 días para desaparecer del mapa”.
Entonces decide irse a Chile,
donde el pueblo había llegado al poder por elecciones y se plantea el
impulso de la vía democrática al socialismo. Sale de Venezuela 14 de
julio de 1971, con tan solo 20 años. De inmediato comienza a estudiar en
la Universidad de Chile y se incorpora a la lucha política: se afilia
al MIR chileno y, además, se vincula al MAPU (Movimiento de Acción
Popular Unitaria). Su trabajo de base se centra en el apoyo a los
cordones industriales, que se convirtieron en la columna vertebral de la
revolución chilena: “constituían un nuevo salto en la conciencia y
organización popular, mucho más avanzado que las direcciones de sus
propias organizaciones partidistas. Eran capaces de organizar a
trabajadores democratacristianos, socialistas, miristas, radicales y
comunistas. Pero, no solo fueron capaces de unir las voluntades y
conciencias de los trabajadores, sino que también involucraron a
sectores tan importantes de la sociedad como los estudiantes, pobladores
y campesinos”.
Pero en Chile el imperio y sus sirvientes
organizaron un boicot a la producción y a la comercialización para poner
en jaque al gobierno revolucionario. Se ensayó, además, el golpe
parlamentario, estudiantil y sindical como preámbulo del golpe militar.
Los primeros intentos fracasaron, pero sistemáticamente van rodeando al
gobierno hasta que finalmente le asestan un golpe de Estado que se
caracterizó por la extrema crueldad. Muchos fueron los perseguidos,
asesinados, torturados.
Recuerda Cris González que para el 12 de
septiembre el terror arrecia y son reprimidos salvajemente todos los
focos de resistencia. En la calle todos son sospechosos: “A Enrique lo
increpa un militar que le grita ´tu cubano, corre´. Enrique habría
respondido que era venezolano y no cubano, y que no correría.
Entendiendo que le sería aplicada la ´Ley de Fuga´. Sin embargo, es
obligado a salir de la fila, se le coloca contra una pared y le
descargan 18 tiros de ametralladora”. Luego de ser asesinado, los
militares “embravecidos y jadeantes, azuzaban a unos perros callejeros,
que pululaban en el sector, para que mordieran el cadáver mientras ellos
lo orinaban en el suelo, sin conmoverse por los gritos, cargados de
espanto y angustia, de las compañeras”.
El joven asesinado tenía
planes. Sueños que materializar. Proyectos que ejecutar. Metas por
cumplir. “Yo voy a Venezuela en enero del 74 a verlos, les prometía a
sus familiares. Creo que en un año más estoy graduado y a finales del 74
sacaré el master”. Ninguno de estos deseos se cumplió. Un ejército
criminal al servicio de los intereses de los EEUU y de la burguesía
chilena frustró los propósitos de este joven de apenas 22 años y de
otros muchos como él.
Pero parafraseando el “Canto General”
publicado por Pablo Neruda el año de nacimiento de Enrique Maza
Carvajal, podemos afirmar que éste vive y está presente en los jóvenes
con conciencia de patria y sentido de humanidad: “Vive, regresó de la
tierra. Ha nacido de nuevo como una planta eterna. Toda la noche impura
trató de sumergirlo y hoy afirma en la aurora sus labios indomables. Lo
ataron, y es ahora decidido soldado. Lo hirieron, y mantiene su salud de
manzana. Le maniataron las manos, y hoy golpea con ellas. Lo
enterraron, y viene cantando con nosotros”. Camarada, Enrique: “Es tuya
la puerta y el camino. La tierra es tuya. La verdad ha nacido contigo,
de tu sangre. No pudieron exterminarte. Tus raíces, árbol de humanidad,
árbol de eternidad, hoy están defendidas con acero, hoy están defendidas
con tu propia grandeza”.
El Imperialismo en sus ansias de dominación y sometimiento de los Pueblos al Colonialismo y la Esclavitud no ha descansado, bañando de Sangre a todo el Mundo en Pro de la llamada Libertad que se han hecho abanderados. Nuestros Pueblos de América y Originarios tampoco debemos descansar por liberar esas cadenas que nos atan y tomar acciones como esboza nuestro HIMNO NACIONAL exportando la lucha hacia sus propias fronteras con la Autodeterminación de los Pueblos y POR AHORA con la visión Multicéntrica y Pluripolar con una Política de Paz
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