No podía se de otra manera. Farruco Sesto


Farruco Sesto. Arquitecto, escritor, poeta y político. Ha sido Ministro de Cultura y Ministro de Vivienda y Hábitat. Es catedrático de la FEVP.

Hace unos años, alentábamos a marchar lo mas rápidamente posible hacia la irreversibilidad del proceso. Advertíamos que era indispensable su consolidación, para que la consigna “no volverán”, pudiera sostenerse sobre bases imbatibles.
Hoy día, a mi juicio, a pesar de las amenazas, las agresiones y los bloqueos traducidos en inmensas dificultades para la vida cotidiana, estamos mucho más cerca de lograr esa irreversibilidad absoluta que procuramos.
Es evidente que el mérito es de nuestro pueblo, con la dirigencia revolucionaria que él mismo supo darse y con la unidad cívico militar a la que supo darle forma. Pero, aunque parezca mentira, hay una contribución notable que proviene de la propia oposición. Es de muy alta importancia, en efecto, el trabajo para construir esa irreversibilidad que hizo la derecha política con sus surrealistas torpezas, con sus odios desenfrenados y con sus complicidades antipatrióticas en el intento de destrucción de nuestro país. Pensar que haciendo sufrir a nuestro pueblo, lo iba a ganar para su causa, es de una imbecilidad extrema. Habiendo mostrado el escualidismo tanto desprecio por los valores populares, tanto ensañamiento clasista contra las mayorías y tanta animadversión hacia nuestros sueños de igualdad y justicia, en verdad no había otra salida para nuestro pueblo que caminar hacia adelante, para reafirmarse en sus sueños de liberación y reforzar la resistencia contra las agresiones. Y así lo fuimos haciendo con paciencia infinita y voluntad sin límites.
De esa manera, al par que la cultura de la resistencia, cultivada con inteligencia estratégica, pero también con fuerza y pasión espiritual, la conciencia colectiva también fue creciendo aceleradamente. ¡Y hasta que niveles!
Hoy estamos aquí en el día a día, con el talante de los vencedores. Lo cual, por otra parte, termina demostrando que Chávez no aró en el mar.
Para quien sepa verlo, más allá de la bruma de la cotidianidad, el resultado es asombroso. Hoy tenemos un pueblo, que hizo suyo un proyecto de emancipación y ya no lo va a soltar mas nunca, hasta verlo plenamente realizado.

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