Farruco Sesto. Arquitecto, escritor, poeta y político. Ha sido Ministro de Cultura y Ministro de Vivienda y Hábitat. Es catedrático de la FEVP.
Tomado de su blog http://confarruco.blogspot.com y publicado en el Correo del Orinoco
¡Tantas veces nos lo recordó Chávez!: “la frase aquella de Rosa Luxemburgo, socialismo o barbarie, he allí el dilema de la humanidad; el capitalismo es la garantía de la barbarie y la amenaza a la vida humana en este planeta incluso. El socialismo es la esperanza, es el camino de redención de los pueblos”
Y hace unos días fue nuestro canciller Jorge Arreaza, quien volvió a citarla en su oportuno artículo Al rescate de la humanidad: “La síntesis de esta cualidad del capitalismo, (su inhumanidad) en contraposición a la idea socialista, se encuentra claramente expresada en la frase dicotómica por excelencia: socialismo o barbarie.”
Hoy he pensado en referirme, yo también, a ello, porque me parece importante insistir en la validez de ese planteamiento. Y sobre todo porque me preocupa además que alguien, inclusive de buena fe, al atender a ese dilema, pudiera imaginarse a la barbarie como una amenaza del capitalismo, pero a futuro, como algo desastroso adonde se nos pudiera estar conduciendo.
Y no, no es así. No es exactamente así. A mi juicio el dilema no tiene que ver con una realidad distópica. Sería un grave error imaginar a la barbarie, como delegándola solo a una situación que cabe dentro de lo posible, en la deriva del capitalismo. No. Lo que quiero afirmar es que la barbarie ya nos alcanzó desde hace tiempo, se hizo efectiva y la tenemos absolutamente instalada en el sistema mundo.
¿Que es todo esto sino barbarie, lo que se vive y se practica en esta zona autodenominada Occidente,? ¿Barbarie maquillada de civilización y de democracia, preguntarán algunos? Tal vez, respondería yo, pero con un maquillaje que disminuye a cada hora, que se disuelve ante el peso real de las acciones de los gobiernos, de las corporaciones y de sus instrumentos mediáticos y diplomáticos. Por lo que hacen y por lo que no hacen. Cada vez más barbarie, descarnada.
Trump, Bolsonaro y Moro en el mismo combo, Duque, Piñera, Moreno, Burkele, o la señora boliviana de cuyo nombre ni quiero acordarme, ¿qué son sino la versión anecdóticamente malandra de la barbarie? Los Pompeo, los Pence, los Abrams, los William Barr ¿qué son sino la mueca bufa del poder imperial, el guiño sórdido de su barbarie en plena actividad?
Sus injerencias, sus amenazas y sus guerras, su diplomacia de la soberbia y el abuso, su matonería financiera, sus medidas coercitivas, la crueldad de sus bloqueos, su irrespeto al derecho internacional, su chantaje a los organismos multilaterales, ¿Qué son sino las afloraciones más evidentes de esa terrible inhumanidad que bulle en las entrañas de un sistema intrínsecamente perverso?
Es cada día más evidente que no hay otra salida para los pueblos: socialismo o barbarie.
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