Coronavirus y tendencias en el espectro político: Venezuela y sus contextos geopolíticos en cifras. Pedro Fernández
Pedro Fernández, Sociólogo del Laboratorio Internacional por el Hábitat Popular
2020 ha significado un punto de inflexión en la historia
contemporánea de una humanidad depredadora en sociedades organizadas bajo diferentes
(e incluso divergentes) formas de gobierno dentro del espectro político,
sociedades gobernadas que no siempre reconocen la interdependencia e
interconexión en múltiples niveles de las piezas territoriales que componen el
sistema internacional de Estados.
El punto y aparte que marca la escalada inesperada y
demencial del coronavirus alrededor del mundo, ha abierto un párrafo nuevo en
la historia humana para ser escrito por una nueva conciencia colectiva a escala
planetaria, bajo cuyo ábside prime la solidaridad mecánica, esa misma que brota
en las relaciones interpersonales y, por tanto directas, de re-conocimiento.
Mientras eso ocurre (puede que no), el visor del
coronavirus desde los datos duros, es decir, estadísticos y oficiales,
validados por las instancias homologadoras en materia de salud a nivel mundial,
desde las cámaras académicas y multilaterales, nos permite trazar comparaciones
entre Estados-nación. Sabemos que las comparaciones, además de ser odiosas,
requieren un sujeto comparador lo suficientemente “objetivo” como para plegarse
a los resultados que hilen los instrumentos de comparación, los que, por su
parte, tampoco son perfectos o ideales para garantizar mediciones justas en
realidades con contextos divergentes.
Sabiendo esto y reconociendo que sobre el número de
contagios por coronavirus, desde los reportes oficiales, se yergue una probable
“cifra negra”, es importante hilar fino. La ruta de análisis que proponemos
desde este ensayo fundamentado en datos, arranca con la dinámica de los focos
de contagio de coronavirus en el mundo, observando sus mudanzas territoriales
entre enero y mayo de 2020. Del número absoluto sobre el planeta como una única
unidad espacial, escudriñamos en los números relativos a nivel de países y
territorios, para comparar el grado de complejidad de los retos a los sistemas
de salud nacionales que representa el coronavirus / covid-19 desde los vértices
de prevención, atención, disposición sanitaria y reinserción de recuperados a
la vida cotidiana, como paradas paralelas para una miríada de casos
confirmados. Esta relativización de las tasas de contagiados, recuperados y
muertos por coronavirus / covid-19 por cada millón de habitantes, nos permitirá
identificar regiones no geográficas, en función de los rangos en que se pueden
subsumir los países y territorios que configuran el mapa político del mundo en
la actualidad.
Luego, enmarcamos los países y territorios del mundo en
grandes grupos de tendencia política con base en los principios declarados de
los partidos políticos o coaliciones que detentan el poder en cada caso, con la
intención de vislumbrar las posibles diferencias en los resultados en materia
de prevención, recuperación y control de la enfermedad sobre países con
regímenes políticos que pueden apuntar hacia el extremo de la democracia
participativa y protagónica, diluyéndose en otros con regímenes democráticos
representativos hasta deparar en los Estados donde se considera que no existe
democracia en la actualidad.
Al final, nos zambullimos en el estado de cosas de
Venezuela en medio de la crisis mundial del coronavirus, observando el
histórico de contención de la enfermedad en un contexto político caracterizado
por la determinante acción social comunitaria, en conjunto con los poderes
instituidos.
Coronavirus alrededor del mundo en números absolutos:
migración de los focos
Revisemos los números absolutos del coronavirus, para
detectar cuáles han sido los focos de la enfermedad a nivel mundial y cómo han
ido moviéndose a través del tiempo, desde el momento en que multilaterales y
gobiernos reconocen el estado de alarma internacional por la pandemia, en el
mes de marzo.
Mapa 1. Focos de contagio del coronavirus en el mundo. Marzo-mayo, 2020.
Fuente: Cálculos
y elaboración propia con base en datos recabados en Johns Hopkins
Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/). Proyección: loximutal. Escala 1:270000000.
La tendencia de los focos de coronavirus en el mundo ha
supuesto una migración este-oeste de los casos, desde el foco iniciático en
Wuhan, China, donde se reportaba el 29% de los casos a nivel mundial para el 20
de marzo. Tres semanas después, no sólo China pudo controlar el avance de la
enfermedad dentro de su territorio, sino que dejó de ser el foco mundial, dando
paso a Europa Occidental, que para el 11 de abril concentra el 46% de los casos
confirmados de coronavirus alrededor del mundo. Sin perder impacto en países
europeos occidentales como España, Francia e Italia, el foco de la enfermedad
se traslada al continente americano, profundizando en el territorio de los
Estados Unidos, país que, para el 13 de mayo, concentra el 33% de los casos
confirmados de coronavirus a nivel mundial. Cerrando este mes, la situación
cambia drásticamente con la emergencia de la Federación Rusa y la República
Federativa de Brasil como nuevos focos secundarios al estadounidense,
reportando números absolutos que se disparan cada día. En Sudamérica, Venezuela
flota como una isla en medio de incrementos alarmantes de otros países. Por un
lado, Brasil, destaca de manera unilateral como el foco definitivo a nivel
sudamericano, figurando como el segundo país del mundo con mayor número de
casos confirmados de coronavirus para el 31 de mayo. Por otro, países como
Colombia, Chile, Ecuador y Perú han visto repuntes dramáticos de sus números,
con una progresión geométrica de los casos, allende el descontrol encarnado en
situaciones desgarradoras como la dificultad para disponer de maneras dignas
los cadáveres de personas presuntamente fallecidas por la covid-19 en Ecuador y
Brasil, donde se han tenido que zanjar fosas comunes en la localidad de Manaos.
Coronavirus alrededor
del mundo en números relativos: comparando países
Es conocido que la comparación de fenómenos entre
unidades político-territoriales diferentes amerita la normalización de los
datos, ya que no es lo mismo dar cuenta de 500 casos tentativos como unidades
de medida absoluta de una variable x en India que en Uruguay. Es necesario
tomar en consideración el tamaño de la población y para ello se calculan tasas.
Del análisis de los números relativos del coronavirus en
el mundo, hemos considerado dos facetas: (1) una exterior, para una comparación
del número de casos entre todos los países / territorios con cifras oficiales
disponibles y; (2) una interior, a nivel nacional, que permita comparar a los
países, según su propia proporción de muertos y recuperados de la covid-19.
Mapa 2. Tasa de casos confirmados de coronavirus por cada
millón de habitantes
según
país / territorio. 31/5/2020.
Fuente: Cálculos y elaboración
propia con base en datos recabados en Johns Hopkins Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/).
Proyección: loximutal. Escala 1:133000000. Nota 1: los valores fueron agrupados en
quintiles.
Nota 2: los polígonos en
blanco denotan los países / territorios sin datos oficiales disponibles.
Al homologar los tamaños de las poblaciones de todos los
países / territorios del mundo con datos oficiales disponibles sobre el
coronavirus, como si tuvieran todos un millón de habitantes, podemos observar
la configuración de un mapamundi con cinco regiones según el nivel de casos confirmados.
La tasa de contagios por cada millón de habitantes hasta
mediados de mayo nos mostraba un mundo con una clara división norte-sur y
este-oeste, donde los países / territorios con las tasas más elevadas se
emplazaban en el hemisferio norte y occidental. Empero la segunda mitad del mes
de mayo entroniza a América Latina y el Caribe como la región con el mayor
repunte de nuevos casos confirmados, con lo cual las coropletas en el mapamundi
tiñen a los países latinoamericanos con los tonos de las tasas más altas (vid supra Mapa 2). En la región de
América Latina y el Caribe, Curaçao, Granada, Nicaragua, Paraguay, Santa Lucía,
Trinidad y Tobago y Venezuela, se destacan por ser países / territorios con
tasas bajas, por debajo de 170 contagiados por cada millón de habitantes,
dentro del segundo quintil más bajo en el mundo. En el contexto sudamericano,
Venezuela sobresale de manera unilateral, por ser el país con la tasa más baja,
53 casos relativos por millón de habitantes, contrastando claramente con Chile
(el país latinoamericano con la tasa más alta de contagios al fin de mayo):
5.215 por cada millón de habitantes; Perú, con 4.988; Brasil, con 2.422 y
Ecuador, con 2.216; todos dentro del quintil de países con las tasas más
elevadas en el mundo (vid supra Mapa
2).
Mapa 3. Porcentaje de muertes por covid-19 según país /
territorio. 31/5/2020.
Fuente: Cálculos y elaboración
propia con base en datos recabados en Johns Hopkins
Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/). Proyección: loximutal. Escala 1:133000000.
Nota: los valores fueron
agrupados en quintiles..
La proporción de muertes por covid-19 con base en el
número total de casos confirmados según país al 31 de mayo, es una variable que
nos carea con la gravedad de la pandemia.
Los Estados Unidos Mexicanos junto con las islas
caribeñas de Antigua y Barbuda y Sint Maarten y el archipiélago caribeño de las
Bahamas, sobresalen en las Américas por ser los países / territorios dentro del
segundo quintil más alto en el número relativo de muertes por covid-19: todos
por encima del 10% (vid supra Mapa
3).
Nicaragua tuvo un repunte inusitado, ya que hasta el 13
de mayo era uno de los países con el menor número de casos confirmados, con 25;
sin embargo, para el 31 de mayo, el número absoluto de casos era de 759, lo que
supone un incremento de más del dos mil por ciento.
A nivel mundial, Yemen es el único país con un porcentaje
de muertes por covid-19 sobre el 20%, con 24,77% al 31 de mayo. Sint Maarten,
en el Caribe, le sigue, con 19,48% y Bélgica, descuella por Europa con 16,21%
de casos de coronavirus que han terminado en la muerte del paciente. México se
pone de relieve en América Latina por tener el porcentaje de muertes más alto
en la región, de 10,95%, lo que convierte al país norteamericano en uno de los
15 alrededor del mundo con muertes por encima del 10%.
Mapa 4. Porcentaje de recuperados de covid-19 según país
/ territorio. 31/5/2020.
Fuente: Cálculos y elaboración
propia con base en datos recabados en Johns Hopkins
Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/). Proyección: loximutal. Escala 1:133000000.
Nota: los valores fueron
agrupados en quintiles.
La contracara de la estadística anterior es el porcentaje
de personas recuperadas de la covid-19 según país. Alrededor del mundo, nos encontramos
con 12 países / territorios que, al 31 de mayo, presentan un porcentaje de
recuperación del 100%, a saber: Anguila, Dominica, Eritrea, Islas Falkland
(Malvinas), Islas Feroe, Nueva Caledonia, Papua Nueva Guinea, Polinesia
Francesa, San Cristóbal y Nieves, San Pedro y Miquelón, Seychelles y Timor
Oriental: con la excepción de Eritrea en el Cuerno de África, se trata de
territorios insulares, seis de ellos de dominio europeo “de ultramar”. De estos
12 territorios que han superado la crisis del coronavirus, nueve cuentan con
poblaciones estimadas al año 2020 por debajo de 500 mil habitantes. Asimismo,
otros 28 países / territorios presentan porcentajes de recuperados por encima
del 90% de los casos, entre los cuales citaremos a Alemania, Australia, Austria,
China, Croacia, Eslovaquia, Noruega, Suiza, Tailandia, Taiwán, Trinidad y
Tobago y Vietnam, por ser los más populosos. En América Latina y el Caribe,
Cuba se destaca por ser el país mejor recuperado de la región, con un 88,46% de
los casos al finalizar mayo (vid supra
Mapa 4).
Mapa 5. Diferencial porcentual en el número de casos
registrados el 31/5/2020
con respecto a los del 20/3/2020 según país / territorio.
Fuente: Cálculos y elaboración
propia con base en datos recabados en Johns Hopkins
Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/). Proyección: loximutal. Escala 1:133000000.
Nota 1: los valores fueron
agrupados en quintiles.
Nota 2: Los polígonos en blanco
denotan los países / territorios sin
datos disponibles para el 20 de marzo y / o el 31 de mayo.
El diferencial porcentual entre el número de casos
oficiales reportados al 31 de mayo con respecto a los que se habían reportado
el 20 de marzo, mes en que la OMS declaró al covid-19 como pandemia, nos deja
ver la gravedad con que la enfermedad ha avanzado en territorios nacionales
allende el continente europeo. Observamos cómo la región de América Latina y el
Caribe, el continente africano, el subcontinente indio y la Federación Rusa
descuellan, con casos tan notables como el de Djibouti en el Cuerno de África,
cuyos contagiados se incrementaron de 1 el 20 de marzo a 3.354 el 31 de mayo,
lo que supone un incremento de 335.300% (vid
supra Mapa 5).
A pesar de la agudización de la crisis a partir de la
segunda mitad del mes de mayo, Venezuela continúa siendo un caso atípico en el
contexto hemisférico, con un incremento de 2.223,08% entre el 20 de marzo y el 31
de mayo, que sitúa al país dentro del segundo quintil más bajo en el mundo,
contrastando ampliamente con el resto de países / territorios continentales de
América, los cuales, con la excepción de Canadá y Paraguay, presentan
incrementos que les emplazan entre los dos quintiles más elevados alrededor del
mundo (vid supra Mapa 5).
Coronavirus alrededor del mundo y tendencias en el espectro político
Hemos visto cómo el foco de la enfermedad se ha movido
velozmente de China a Europa Occidental (España, Francia e Italia, sobre todo)
y a los EE. UU. También hemos contrastado la profundidad relativa de los casos
confirmados de coronavirus entre todos los países / territorios nacionales por
cada millón de habitantes. Asimismo, hemos podido observar cuáles países
probablemente hayan visto colapsar sus sistemas de salud por tener grandes e
inusitadas proporciones de muertes por la covid-19, pero también hemos
identificado aquellos con las proporciones de recuperación más elevadas, lo que
ha inclinado la balanza de casos confirmados con discos de muertos y
recuperados hacia el lado de los escenarios más favorables para la reanudación
de su cotidianidad nacional.
Ahora planteamos un ejercicio donde, a partir de la
superposición de estas facetas analíticas, demarcamos los estilos
gubernamentales de cada país, previsibles a partir de la revisión de las
estructuras políticas y orientaciones ideológicas de los gobiernos
contemporáneos, con la intención de abrir signos de interrogación sobre los
extremos hacia los que apunta la situación de la covid-19, ora hacia la
recuperación, ora hacia la muerte, sobre territorios nacionales que privilegian
la economía o la sociedad.
Mapa 5. Países / territorios por tendencia en el espectro
político del gobierno actual. 31/5/2020.
Fuente: Elaboración propia
con base en la revisión de la tendencia política de los partidos y coaliciones
que detentan el poder ejecutivo en 228 países
/ territorios, realizada por el politólogo Reinaldo Leones.
En el continente americano, Cuba, Nicaragua y Venezuela,
destacan por ser países cuyos gobiernos ejercen políticas congruentes con
síntesis ideológicas de izquierda. En el caso de Venezuela, la posición
gubernamental contrasta intensamente con la de dos de sus vecinos al sur,
Brasil y Colombia, caracterizados por la detención del Poder Ejecutivo por
parte de partidos y sujetos políticos con una ideología que se aproxima a la
extrema derecha (vid supra Mapa 5).
¿Cómo se comportan los casos nacionales alrededor del
mundo agrupado en cuanto a la tendencia política de sus actuales gobiernos, en
relación con las variables internas del coronavirus, a saber las proporciones
de personas enfermas, recuperadas y fallecidas?
Veamos a continuación.
Gráfico 1. Países /
Territorios por porcentaje de enfermos de coronavirus y de recuperados y
muertos por covid-19 al 31/5/2020 según tendencia en el espectro político de
sus gobiernos actuales
Fuente: Cálculos y elaboración
propia con base en datos recabados en Johns Hopkins Coronavirus Resource Center (https://coronavirus.jhu.edu/)
y revisión de las corrientes ideológicas dominantes en los partidos y grupos
que detentan el poder ejecutivo en 228 países / territorios al 31/5/2020
realizada por el politólogo Reinaldo Leones. Nota: Cada lámina se corresponde con un 1% del total de casos de
coronavirus agregados por países según la posición política de sus gobiernos,
distribuidos en tres variables: recuperados, enfermos y muertos.
A partir de este análisis, podemos detectar algunos
patrones: (1) el número de muertes se incrementa en la medida en que las
observaciones se corresponden con gobiernos tendientes hacia la derecha; (2)
los países con gobiernos cuyas posiciones políticas se enmarcan entre izquierda y centro-izquierda presentan, en
conjunto, una proporción de recuperados de la covid-19 por encima de la mitad
de los casos confirmados; (3) siendo el promedio mundial de personas enfermas
entre el total de casos confirmados a la fecha del 49%, es posible detectar
algunas diferencias entre los países con gobiernos que se apilan desde centro a
derecha, con el mismo promedio mundial de 49% y aquellos cuyos gobiernos se
enmarcan entre centro a centro-izquierda e izquierda, por debajo, con un 41%.
La postura frente a la complejidad de la pandemia ha sido
un rasgo diferenciador entre algunos gobiernos nacionales tendientes a la
izquierda y a la protección social en sus políticas públicas con respecto a
otros, tendientes a la derecha y a la defensa de la economía. Para los
mandatarios de estos últimos, líderes occidentales / occidentalizados, bajo los
ábsides del capitalismo como sistema económico con control político y
dominación social absoluta, ha sido la
negación, en tanto que mecanismo de defensa. “A gripecinha” de Jair
Bolsonaro en Brasil (llevando al paroxismo el ejemplo de Donald Trump en
Estados Unidos), es una referente de la tozudez con que este grupo de jefes de
Estado / gobierno “enfrenta” un grave problema, minimizándolo y recordando que,
por encima de cualquier problema internacional o guerra, debe, en su discurso,
estar el sistema capitalista, orquestando y “organizando” las “soluciones”, con
la única finalidad de que, las lógicas de consumo y desgaste se preserven e
intensifiquen. Negación del valor de la vida humana (o, de las vidas humanas,
porque, con Achille Mbembe, podemos argüir que, desde el capitalismo, unas
vidas son más preciadas que otras) se sigue de declaraciones del Jefe de Estado
brasileño como: “Va a morir gente, lo siento, pero no podemos parar una fábrica
de autos porque hay accidentes de tránsito”. Siguiendo en el caso brasileño y
dentro de la enredadera nepótica de los Bolsonaro, Flávio, hijo del presidente
y político también, quiso imponer a finales de marzo el hashtag
#obrasilnãopodeparar. La pregunta es qué es el Brasil, o, qué es un Estado-nación moderno, ¿dónde
terminan la economía, la defensa y negociación del territorio, la red
institucional (que cimienta y a la vez se cimbrea sobre economía y territorio)
y dónde comienzan los nacionales, los ciudadanos, los sujetos, las personas, la
gente? ¿Dónde empieza el pueblo dentro de un Estado moderno hipercapitalista?
El envés de esta definición política consigue ejemplos
notorios en algunos gobiernos nacionales que apuestan por otros modelos de
Estado. Cerrando el objetivo en el caso de Venezuela, consideramos compararla
con sus marcos geográficos más relevantes: (1) hemisférico, (2) regional y (3)
continental (vid infra Gráfico 2),
para identificar cómo la disparidad absoluta se expresa a lo interno, en
números relativos de enfermos, recuperados y muertos (vid infra Gráfico 2).
Gráfico 2. Venezuela y contexto geopolítico
por porcentaje de enfermos de coronavirus
y de recuperados y muertos por covid-19 al
31/5/20.
Venezuela se venía desmarcando ampliamente de sus
contextos geopolíticos sudamericano, latinoamericano y del Caribe y
hemisférico, al analizar la distribución porcentual de sus números en relación
con el coronavirus, hasta mediados del mes de mayo; sin embargo, el repunte
vertical en el número de casos en los contextos geopolíticos del país y la
dinámica migratoria de venezolanos retornados han tenido un notable impacto en
la situación nacional del coronavirus, rompiendo el balance positivo entre las
escalas de enfermos y recuperados.
El alud migratorio ha repercutido en el retroceso en los
logros que se venían alcanzando en cuanto al número relativo de recuperados en
Venezuela: el país pasó de tener 52% de personas recuperadas sobre una base de
423 casos confirmados el 13 de mayo, a tener 21% de personas recuperadas de un
total de 1.480 casos el 31 de mayo. Este hecho ha ensanchado la proporción de
personas enfermas (“casos activos”) al 78%.
A pesar de este revés, Venezuela continúa desmarcada de
sus contextos geopolíticos en el número relativo de muertes por covid-19, que
se mantuvo al finalizar mayo en 1%, cuatro puntos porcentuales por debajo de lo
que se registra en los contextos de Sudamérica y América Latina y el Caribe y
cinco puntos por debajo de los contextos de las Américas y el mundo (vid supra Gráfico 2).
¿Cuáles son las razones que se yerguen sobre los hechos
observados? Desde este espacio, apuntamos a la idea de la solidaridad mecánica
como consecuencia de la organización social y popular que se ha vivificado en
Venezuela, al menos desde el año 2005, con la incorporación en el verbo
político del Poder Popular como la socialización y territorialización de las
competencias y responsabilidades en la construcción de comunidades de sentido.
Venezuela y el coronavirus: solidaridad mecánica e
interconexión comunal
¿Cuáles han sido las razones por las cuales en Venezuela
no se ha disparado la crisis del coronavirus en niveles abrumadores, como viene
ocurriendo desde hace al menos un mes en sus contextos continental, regional y
hemisférico (vid supra Gráfico 2)?
Ensayar una respuesta a esta cuestión nos invita a
comprender cómo ha sido el avance de la enfermedad en el territorio venezolano
desde que se decretó la cuarentena nacional rigurosa a mediados de marzo y,
allende la crisis global que asola al mundo (a sus sistemas de salud envueltos
en sistemas económicos que entienden a la salud como un servicio con
diferenciales cualitativos público-privado y, por ende, un negocio), cuáles han
sido los recursos propios de la sociedad venezolana, que se han puesto a prueba
en esta situación, a partir de la interconexión de redes comunales de
solidaridad mecánica en todo su territorio. Desde este ensayo, tomamos partida
por el hecho de que la organización social en la escala comunitaria ha
significado una diferencia crucial entre el desbordamiento y el control social
de la pandemia.
Mapa 6. Venezuela. Focos de contagio del coronavirus
según mes.
Fuente: Elaboración propia
con base el registro y sistematización de 81 alocuciones de la Comisión
Presidencial para la Prevención del Coronavirus Covid-19.
Nota: (00) Distrito Capital;
(01) Amazonas; (02) Anzoátegui; (03) Apure; (04) Aragua; (05) Barinas; (06)
Bolívar; (07) Carabobo; (08) Cojedes; (09) Delta Amacuro; (10) Falcón; (11)
Guárico; (12) Lara; (13) Mérida; (14) Miranda; (15) Monagas; (16) Nueva
Esparta; (17) Portuguesa; (18) Sucre; (19) Táchira; (20) Trujillo; (21) La
Guaira; (22) Yaracuy; (23) Zulia; (24) Dependencias Federales.
Los focos que se han
ido encendiendo y diseminando / controlando mes a mes en Venezuela (vid supra Mapa 6) nos permiten observar
cómo: en marzo la región capital deviene coordenada cero de expansión del
coronavirus en el territorio nacional; en abril, junto con el estado Miranda,
despunta de manera unilateral el estado Nueva Esparta, debido a la ruptura de
la cuarentena en una academia de beisbol en la comunidad de Pedro González y;
en mayo, allende el repunte vertiginoso en el estado Zulia, observamos una
tendencia clara a la pérdida de la centralidad y a la concentración de casos en
las localidades fronterizas con Brasil en el estado Bolívar y con Colombia en
los estados Apure y Táchira, que confieren a la crisis del coronavirus en
Venezuela un tenor migratorio e internacional.
Gráfico 3. Venezuela. Porcentaje de enfermos
de coronavirus
y de recuperados y muertos por covid-19
según mes.
Fuente: Elaboración propia
con base en datos de la Comisión Presidencial para la Prevención del
Coronavirus Covid-19.
Nota: Cada lámina se
corresponde con un 1% del total de casos de coronavirus en Venezuela según mes,
distribuidos en tres variables: recuperados, enfermos y muertos.
Pongámonos de frente a las tendencias con base en los
reportes oficiales a partir del 13 de marzo, analizando los números relativos
de recuperados, enfermos y muertos durante el período marzo-mayo de 2020 y mes
a mes.
Durante los últimos tres meses, la proporción de muertes
en pacientes con covid-19 ha sido muy baja, de apenas el 1%, el porcentaje de
personas recuperadas ha sido del 21%, con un 78% de personas enfermas (casos
activos). Revisando la dinámica de estas tres variables mes a mes, nos damos
cuenta cómo abril supuso la reducción de los casos activos, constreñidos por el
incremento relativo en el número de muertes, pero sobre todo por un
considerable incremento en el número de personas recuperadas, marcando una
diferencia de 24 puntos porcentuales con respecto al mes de marzo (vid supra Gráfico 3). Mayo ha supuesto
el enorme desafío de responder a los focos fronterizos, hallándose Venezuela
rodeada por el naciente epicentro mundial de Brasil (vid supra Gráfico 1) y por Colombia, que reporta un intenso
movimiento migratorio hacia Venezuela. El número relativo de muertes durante
este mes no alcanza el 1%. No es un dato menor que durante un período de 37
días, entre el 20 de abril y el 26 de mayo no se registrara ninguna muerte por
covid-19 en el país.
Gráfico 4. Venezuela. Porcentaje de enfermos de coronavirus
y de recuperados y muertos por covid-19
según momento crítico.
Fuente: Elaboración propia
con base en datos de la Comisión Presidencial para la Prevención del Coronavirus
Covid-19.
Nota 1: Cada lámina se
corresponde con un 1% del total de casos de coronavirus en Venezuela según
momento crítico, distribuidos en tres
variables: recuperados, enfermos y
muertos.
Nota 2: Se han considerado
cuatro momentos críticos en la evolución del coronavirus en Venezuela: (1) la
aparición de los primeros casos importados y la detección de focos comunitarios
(entre el 13 de marzo y el 17 de abril); (2) el foco en la localidad de Pedro
González en el estado Nueva Esparta y en
las empresas Polar (del 18 de abril al 8 de mayo); (3) el retorno de
connacionales (del 9 al 23 de mayo) y; (4) el foco en el mercado de las pulgas
de Maracaibo en el estado Zulia (del 24 de mayo en adelante).
El paso de haber
recuperado más de la mitad de sus casos en abril, a tener 21 de cada 100 para
mayo es un hecho que puede comprenderse mejor con una periodización distinta de
la cronología mensual. Desde la declaración de sus dos primeros casos el 13 de
marzo, Venezuela ha atravesado por cuatro momentos críticos en cuanto al número
de contagios de coronavirus en su territorio (vid supra Gráfico 4): (1) el arribo al país de los pacientes
primigenios y la chispa de los primeros focos comunitarios (del 13 de marzo al
16 de abril); (2) el foco neoespartano y mirandino en las empresas Polar (del
17 al 29 de abril); (3) el retorno de venezolanos residentes en el exterior
(del 30 de abril al 24 de mayo) y; (4) el foco zuliano con epicentro en el
mercado de las pulgas de Maracaibo (a partir del 25 de mayo). Esta
periodización trasluce el impacto territorial de los focos que se han ido
encendiendo y diseminando / controlando mes a mes en Venezuela (vid supra Mapa 6).
Mapa 7. Flujo de casos de coronavirus importados a
Venezuela. 30/5/2020.
Fuente: Elaboración propia
con base en datos de la Comisión Presidencial para la Prevención del
Coronavirus Covid-19.
Los datos de la
Comisión Presidencial para la Prevención del Coronavirus Covid-19 ponen de
manifiesto la dinámica de empinamiento de la curva por la actividad migratoria
de venezolanos que deciden retornar al país, conscientes del colapso
asistencial en los países latinoamericanos donde residían, así como por el roce
entre venezolanos y extranjeros: el 75% de los casos registrados al 30 de abril
son considerados “importados”, y de éstos, más de la mitad, el 56% tiene su
punto de origen en Colombia (vid supra Mapa
7).
Este fenómeno
migratorio nos hace caer en cuenta de que crisis del coronavirus en su
expresión venezolana se abre en dos fases: una seminal de detección de los
primeros casos importados, controlada con la asunción de una oportuna
cuarentena radical y otra, de desarrollo, caracterizada por la arborescencia
viral en focos fronterizos, debido al intenso flujo de personas que retornan al
país. Esta segunda fase, por su cariz internacional, reviste complejas
estrategias y decisiones a tomar por el gobierno nacional de Venezuela en
cuanto a la prevención y control de la enfermedad.
Si bien este afluente
de contagiados a través de las fronteras con Brasil y Colombia es el más
caudaloso, no se debe soslayar la centrífuga comunitaria, que hasta ahora, ha
supuesto una victoria frente a la enfermedad y en la que las mismas comunidades
organizadas han jugado un rol protagónico. ¿Cómo ha respondido el país en sus
configuraciones sociales y populares, además de la política nacional, estadal y
municipal a mantener a raya los contagios comunitarios?
Venezuela supone un
escenario político-social peculiar en el teatro político del mundo. Desde
mediados de la década del dos mil, se ha venido ensayando y poniendo a prueba
una estructura social que prefigura el avance hacia el Estado comunal, ese
donde los territorios son administrados con plena competencia por el pueblo,
configurando anillos de corresponsabilidad con base en la cooperación como
valor de convivencia. Si bien es cierto que la actualidad de esta configuración
dista del Estado comunal, la planificación y gestión permanente con base en la
malla de solidaridades justificadas por el compromiso del pueblo con su
territorio, ese que comprenden que deben gobernar y sobre el cual devenir
autoridad, desde la célula seminal del consejo comunal, han abierto la cancha a
una racionalidad comunitaria que vigila y se moviliza para contrarrestar los
embates que pudieran suponer su solución de continuidad en las esferas
económica, social, política y territorial. Y el coronavirus, independiente de
la complejidad que reviste, es entendido como un embate más.
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