Intangibles neo-colonizadores en la geopolítica mundial. Debate sobre identidad, cultura y nación. José Velásquez
José Velásquez es Magister en Seguridad, Defensa Integral e Integración.
Correo electrónico: Josevela27@gmail.com
Hoy en día la colonización actual, para
algunos autores “neocolonización”,va más allá de la
imposición de la fuerza para ejercer el dominio sobre un territorio y
declararlo colonia, pues ella va más allá y se encuentra en relación directa en
función de los grandes intereses y de las apetencias de las potencias sobre el
territorio venezolano.
En
esta nueva etapa la colonización es cultural, económica, tecnológica y es a
través de estos medios que la fuerza superior logra imponerse y mantener una
relación de dependencia a través de la cual en ejercicio de sus intereses
procura obtener ventajas e
imponer modelos mientras impone una economía extractivista primordialmente
basada en la extracción de los recursos primarios para su posterior
transformación obteniendo de su comercialización mayores beneficios en razón a
la imposibilidad de poder manufacturarlos el propio Estado del cual obtiene
esos recursos, maximizando sus ventajas económicas e imponiendo su tecnología y
modelo económico.
Adicionalmente va penetrando nuestra
cultura e identidad nacional en la creencia de un modernismo, en ese proceso de
neocolonización impone modas, mercados, hábitos de consumo, etc. y como forma
de dominación elabora en el imaginario necesidades que desde su imposición solo
pueden ser satisfechas por el “hegemon” lo que representa una injerencia permanente
en nuestra conducta y costumbres, al punto que incide modificando nuestra
cultura y costumbres y sus acciones están dirigidas a destruir nuestro
nacionalismo e identidad nacional, lo cual constituye una amenaza permanente a
la seguridad de la nación, por lo que es necesario ejecutar planes y acciones
para contrarrestar esa amenaza.
Es a través de ese modelo que el
imperialismo señala quienes se encuentran en desarrollo o en vías de
desarrollo, etiqueta y clasifica a países según su criterio, pero esencialmente
basado en el consumismo imponiendo su cultura, pero esencialmente modelando la
conducta y orientándola a la dependencia de sus productos, bienes o servicios.
El neocolonialismo tomó lugar
principalmente en la segunda mitad del siglo XIX. Las potencias europeas, con
Gran Bretaña a la cabeza vivían en ese momento un período de esplendor
económico debido a las consecuencias de la Revolución Industrial. Al mismo
tiempo, su poderío económico se vio afianzado por la presencia de gobiernos
conquistadores que buscaban nuevos mercados y espacios donde colocar los
productos. Así, Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Italia, Holanda y
Bélgica entre otros conquistaron gran parte de África organizándola
políticamente de acuerdo a sus intereses y a sus propias guerras
interestatales.
No se respetaron las autonomías de las
comunidades locales y en su lugar se erigieron gobiernos europeos que recién un
siglo después serían eliminados al lograr gran parte del continente la
libertad.
El neocolonialismo, según Vidal, Villa
(1998), es el control y la tutela que siguen ejerciendo las potencias
coloniales, sobre sus antiguas colonias. La descolonización no supuso
independencia económica para los países denominados
"subdesarrollados", sino que los estados imperialistas se
encargaron de organizar la economía y la política mundial, de manera que se
conservase la explotación colonial. El neocolonialismo sería la herencia del
Colonialismo histórico y a la vez, la continuidad del Sistema capitalista globalizador.
Esta nueva fase, permite seguir con el sometimiento (hoy en día sin una
ocupación y control directo), sino más bien a través de complejas estrategias
económicas y políticas. “La tendencia profunda del capitalismo se ha abierto
camino y hoy la expansión ya no requiere la anexión de territorios y su cobijo
dentro de fronteras nacionales. Hoy la expansión capitalista “salta” las
fronteras e invade los territorios sin necesidad de conquistarlos y
anexionarlos”.
El proceso de descolonización para dar
posteriormente origen a la aparición de países “libres y soberanos”, supuso que
los territorios colonizados se sumiesen en una situación de dependencia
económica y política más dependiente que nunca. En un contexto en el que el
flujo de mercancías y personas traspasa todos los límites territoriales; la
división entre países centrales y periféricos ha llegado a su máxima expresión.
Para alcanzar el objetivo de la globalización del sistema capitalista, las
potencias han entramado organismos que posibiliten la hegemonía política,
económica y militar; de una manera más sutil que en la época del colonialismo.
Se sigue implantando la ideología colonizadora a través del pretexto de “misión
civilizadora” o simplemente reafirmando su posición en las relaciones de poder
actuales. La inserción de los países “subdesarrollados” en el mercado mundial
tiene un formato periférico, por lo que a pesar de la riqueza de recursos
naturales que puedan tener, se encuentran sumidos en una situación de pobreza
absoluta.
La usurpación de territorios ajenos
impulsado por fines económicos y de poder, tiene consecuencias de todo tipo en
los países explotados. La llegada de las multinacionales ha supuesto el
deterioro del ecosistema por y para las exportaciones masivas, de manera que ha
sido la naturaleza la que se ha tenido que adaptarse al hombre. Entre las
consecuencias sociales, la globalización capitalista ha supuesto también la
globalización cultural, mutilando las tradiciones y modos de vivir autóctonos.
A la política neocolonialista de las
potencias del imperialismo, se opone el movimiento de liberación nacional
apoyado por los países socialistas. “Los países desarrollados están en una
posición en la que pueden utilizar, en su beneficio y por multitud de canales,
los recursos de los Países del Tercer Mundo.
Ese es el fundamento del orden económico
mundial. A los ojos de la mayoría de 4la humanidad se presenta como un orden
tan caduco e injusto como el colonialismo del que arranca su origen y esencia.
NEOCOLONIALISMO CONTEMPORÁNEO.
Como indique up supra, las colonias de
América empezaron a independizarse a finales del siglo XVIII, es decir, después
de haber transcurrido entre 5 y 6 siglos de sometimiento bajo el mandato de las
metrópolis europeas.
La primera de todos fue los Estados Unidos
que declaró la independencia en el 1776, y fue seguido de Haití en el 1804.
A estas acciones le siguieron las colonias
españolas y portuguesas, éstas se separaron de sus metrópolis poco más tarde
como resultado de unas largas guerras de independencia que se produjeron a lo
largo del siglo XIX. Las primeras naciones se independizaron a principios del
siglo, entre éstos Ecuador, México, Colombia y Argentina, pero las últimas no
llegaron a declararse independientes hasta finales del siglo, como es el caso
de Cuba, por ejemplo.
Entonces, ¿podemos afirmar definitivamente
que estos países que fueron sometidos bajo un mandato basado en una explotación
descarada y supremacía económica, política, cultural y social, sean finalmente
naciones independientes con derechos igualados? Lamentablemente, para nada lo
son. Estas antiguas colonias de América, que hoy en día, junto a África y
partes de Asia, llamamos el “Tercer Mundo”, han pasado de vivir una época de
colonialismo a otra, denominada la de neocolonialismo. Los EE.UU. pueden
considerarse como una excepción en cuanto a las colonias europeas, ya que
después de su independización, más adelante se convertiría en una de las
potencias centrales junto a las ex-metrópolis.
El Neocolonialismo, se
refiere a un control cultural, político, lingüístico y sobre todo económico, es
decir, un control más bien indirecto. También se habla del imperialismo moderno
en cuanto a describir el mismo fenómeno. El imperialismo moderno tuvo su origen a finales del
siglo XIX y a principios del siglo XX, cuando algunos dirigentes políticos y
otros intelectuales empezaron a difundir el ideal imperialista, el cual se
refería a una expansión de las metrópolis sobre las antiguas colonias por causa
de necesidades económicas de los países 5industrializados. La expansión, por
consiguiente, se ejerció tanto en África y Asia,
como en América Latina.
El término colonialismo se refiere a un
control directo de las potencias centrales sobre los territorios y pueblos
colonizados. Neocolonialismo, en cambio, se refiere a un control cultural,
político, lingüístico y sobre todo económico, es decir, un control más bien
indirecto. También se habla del imperialismo moderno en cuanto a describir el
mismo fenómeno. El imperialismo moderno tuvo su origen a finales del siglo XIX
y a principios del siglo XX, cuando algunos dirigentes políticos y otros
intelectuales empezaron a difundir el ideal imperialista, el cual se refería a
una expansión de las metrópolis sobre las antiguas colonias por causa de
necesidades económicas de los países industrializados. La expansión, por
consiguiente, se ejerció tanto en África y Asia, como en América Latina. Se
justificaba, entre otras razones, con la necesidad de garantizar la estabilidad
económica de los países desarrollados y con “la responsabilidad del hombre
blanco” de expandir la civilización a los países subdesarrollados.
Uno de los imperialistas modernos más
conocidos fue Theodor Roosevelt, el presidente de los Estados Unidos en los
años 1901-1908, que proclamó el derecho de los EE.UU. para ayudar a las
naciones latinoamericanas que se vean amenazados por una intervención y para
fomentar la estabilidad de sus gobiernos. Roosevelt implementó la política del
big stick, conocida como “política del garrote” la cual en la práctica
significaba intervenciones militares, expansión de los monopolios y explotación
de los recursos naturales en las antiguas colonias.
En la época del colonialismo las potencias
europeas crearon el llamado Pacto Colonial con el que se aseguraban que todo el
beneficio de la explotación de los recursos naturales en las colonias sea para
las metrópolis. Se prohibía, no solo la exportación de los recursos a otros
países, sino también la importación desde éstos. El Pacto terminó con la
independización de las colonias, pero para sustituirlo de alguna manera en el
1950 se generó el denominado Nuevo Pacto Colonial, con el que las ex-metrópolis
podían seguir explotando y aprovechando de sus antiguas colonias. Con el Nuevo
Pacto se ha creado otra vez una 6situación de dependencia económica de las
ex-colonias respecto a los países occidentales.
De este modo, aunque las antiguas colonias
se vean aparentemente independientes, en la realidad lo son muy poco. Para ello
existen varias razones: En primer lugar, los países del “Tercer Mundo” carecen
prácticamente del capital propio, por lo que se ven incapaces de invertir en el
desarrollo de sus economías y en el bienestar de sus sociedades. Por tanto, son
obligados a pedir créditos a los países desarrollados, normalmente a un interés
elevado, y así se crea una relación de deudor-acreedor entre estas economías.
Tampoco disponen de recursos para desarrollar nuevas tecnologías, por lo que
deben exportarlas del occidente a un precio elevado, y al final el capital
prestado vuelve otra vez a las potencias centrales.
Con el fenómeno de la globalización, que
se podría entender como otra forma de llamar al imperialismo moderno, las
empresas multinacionales occidentales han empezado a trasladar sus producciones
a los países subdesarrollados, los cuales disponen de mano de obra mucho más
barata a la de su país de origen. De nuevo se crea una relación de dependencia
no sana entre estos países, ya que las multinacionales sí pueden crear muchos
puestos de trabajo, pero a la vez hacen que el mercado de empleo dependa
demasiado de ellas. Las empresas aprovechan de la mano de obra barata y de la
pobre situación económica para producir y exportar materias primas a un coste
bajo, pero al mismo tiempo los países explotados se ven obligados a importar
productos de fuera a un coste muy elevado.
En nuestro caso se evidencia como nuestro
país ha procurado librarse del poder del occidente, de la influencia del
imperialismo pero este insiste en sus ataques bajo diferentes mecanismos y
acciones bajo el velo de presentar a Venezuela como un país forajido, sin
gobernabilidad y como amenaza inusual en la región, no obstante lo realmente
intangible, lo que esconde son sus apetencias e intereses sobre nuestros
recursos estratégicos y la pérdida de su influencia en la región dada las
alianzas que en su oportunidad y con una visión futurista realizó Venezuela, lo
cual explica porque aun aplicando una serie de controles, bloqueos, guerra
económica, mediática y psicológica no han tenido éxito.
El proceso de neocolonización lleva
implícito graves amenazas a nuestro Estado Nación, prueba de ellos han sido los
innumerables ataques orientados a desestabilizar nuestras instituciones,
afectar nuestro régimen democrático, alterar la paz y el orden interno con el
fin de imponer “personajes” que se inclinen en favor no solo de sus políticas
neoliberales, sino que permitan la expoliación de nuestros recursos
estratégicos. En ese orden han apelado a varias acciones actuando de manera
conjunta con sus países aliados en la región y serviles al imperio
norteamericano, es evidente el interés sobre Venezuela y sus recursos, de ahí
esa proyección y trabajo por deteriorar nuestra imagen y hacer creer en la
Comunidad Internacional, que Venezuela es un país afectado en su institucionalidad,
que viola derechos humanos de su población, y lo más grave que contribuye con
el terrorismo y narcotráfico. Tales matrices de opinión solo buscan justificar
la intervención militar blandiendo el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca conocido por sus siglas como (TIAR) como solución y bajo la amenaza de Colombia como
miembro de la OTAN.
REFLEXIÓN
Tomando del estrato del resumen antes
expuesto, El Neocolonialismo, se refiere a un control
cultural, político, lingüístico y sobre todo económico, es decir, un control
más bien indirecto. También se habla del imperialismo moderno en cuanto a
describir el mismo fenómeno, buscando implantar lo ya tras culturizados en
los pueblos y en especial el de Venezuela por medio de la música, preferencia
políticas y modismo utilizados en el lenguaje de sus pobladores.
El reconocer que existe la Neocolonizacion
para los pueblos de nuestra América, fortalece la identidad autóctona de cada
habitante, por lo que cada país debe enraizar su cultura, sus autonomía política
y hasta su lengua madre como herramienta para contrarrestar los ataque permanentes de dominio que busca
instaurar el Hegemon en el mundo
fortaleciendo la unipolaridad como eje de gravedad y control de la geopolítica, y en contraposición la Republica Bolivariana Venezuela, cada día
resiste a los ataques del bombardeo mediático neocolonizador que busca socavar
la identidad y desmoralizar a sus ciudadanos.
Con
base a los antes expuesto podríamos decir que Venezuela, reune en lo más
sublime de su ser todo el sentimiento de aquel sujeto histórico Endo-
Venezolano, donde descendientes del pensamiento de Bolívar, Zamora, Miranda y
Samuel Robinson o mejor conocido como Simón Rodríguez, quienes dijeron no al
Colonialismo en su tiempo histórico, por la independencia y emancipación del
pensamiento con la libertad de actuar y
de vivir en paz y en progreso.
Asimismo
a 208 años en que nació en el Acta de Independencia de la Asamblea
Constituyente de 1811, la República Bolivariana de Venezuela, sigue dando de qué hablar por estar siempre a
la vanguardia encarando la defensa de los pueblos en resistencia y no menos
importante mencionar a el Movimiento de Países No Alineados (MPNA o
MNOAL) agrupación de Estados conformada
durante la Guerra Fría,
bajo el conflicto geopolítico e ideológico mundial de la segunda mitad del siglo XX, que se manifestó con el
enfrentamiento indirecto entre la Unión Soviética y
los Estados Unidos.
La finalidad del MPNA era conservar su posición neutral y no aliarse a ninguna de
las superpotencias ya
nombradas. Aunque haya caído el Muro de Berlín (1989) y la URSS se haya
disuelto (1991), la organización
continúa vigente,
Finalmente
queda claro que la Republica Bolivariana de Venezuela, es el País del Centro
Geopolítico Mundial que resiste ante los ataques externos e internos, buscando
salir del dominio del mercado por un justo renacer de lo humano, y que dice
ante las voces de medios cargados de infofrenia, hagamos nuestra
diplomacia de paz y florezcamos nuestros pueblos, bien decía Simón
Bolívar Padre de la Patria Grande: “Tengamos
presente que nuestro pueblo no es el europeo ni el América no del Norte; más
bien es un compuesto de África y América que una emanación de Europa…”
(Congreso de Angostura, 1819).
REFERENCIAS
ELECTRÓNICAS.
https://www.celag.org/neocolonialismo-derecha-en-territorio/
https://www.celag.org/venezuela-de-colonizadores-y-colonizados-por-alejandro-
fierro/
https://www.celag.org/venezuela-los-nuevos-conquistadores-por-alejandro-
fierro/
http://www.cervantesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/im
agenes_mapas/imagen/imagenes_mapas_
(https://www.definicionabc.com/historia/neocolonialismo.php)
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