No podemos iniciar estas notas de otra manera que lamentando profundamente la pérdida física del camarada Darío
Vivas. En tiempos de estudiante del Pedagógico de Caracas lo conocí organizando
las UBE y ya en las tareas del PSUV, el mejor movilizador que ha tenido la Revolución.
Siempre disciplinado, un luchador incansable,
muy trabajador, hombre de Partido. Honor y gloria para Darío; cada día debemos honrar
con nuestras acciones su memoria y legado.
Entrando en materia, el Poder Popular como lo conocemos, es una
creación del Comandante Hugo Chávez, quien, con su claridad meridiana, comprendía
que la labor de todo revolucionario es luchar con el Pueblo, junto al Pueblo y
por el Pueblo. Es así como impulsó las leyes del Poder Popular y sus
expresiones concretas, como los Consejos Comunales, las Comunas, los Bancos Comunales,
la transferencia de competencias y muchos otros instrumentos.
El PSUV es una expresión de las diversas fuerzas vivas organizadas
del país, allí encontramos campesinos, Poder Popular, obreros, amas de casa,
voceros de los CLAPS, juventud, estudiantes, profesionales, sexodiversidad. Es de
esa confluencia de fuerzas que surge la plataforma de lucha del Partido, como expresión
unificadora de cada una de las aspiraciones sectoriales, transversalizadas por la
ideología y principios revolucionarios.
Ahora bien, las estructuras deben ser refrescadas con el tiempo,
revisar sus planes, sus alcances, los objetivos logrados: hacer balance para luego
asumir nuevos retos. La crisis civilizatoria que atraviesa la humanidad y el
asedio incansable al que está siendo sometida la Revolución, requiere de
cuadros y militantes de base en formación constante, para que la praxis cada día
sea más efectiva, más revolucionaria.
No podemos permitir que unas estructuras de tanta importancia como
los Consejos Comunales y las Comunas mueran, que se burocratice o se conviertan
en estructuras administrativas para labores secundarias. Deben ser esas
estructuras el cimiento para el nacimiento del Nuevo Estado, acelerando la
transferencia de competencias al Poder Popular, con el acompañamiento y
formación debida, para la garantía del éxito.
Muchos dirigentes de la Revolución, se dirigen al Poder
Popular de manera enunciativa, como quien se refiere a alguien que se presume
existe, pero no lo toca ni lo ve. Y eso es producto del poco convencimiento que
tiene de que la Revolución será irreversible en la medida que el Pueblo tenga el
Poder y haga uso efectivo y real de él. Otros, lo invisibilizan por completo,
no saben cómo se conforma un Consejo Comunal, ni saben de sus Comités de
Trabajo, mucho menos del alcance de las leyes creadas por Hugo Chávez. En fin,
no dimensionan cuanto pudiera hacerse con el Pueblo organizado.
También el Poder Popular y sus dirigentes deben comprometerse
con el fortalecimiento del Partido; es paradójico ver a un vocero Comunal
“antipartido”,asumiendo entonces que la diferencia política con algún dirigente
se traduce en un divorcio con el Partido. Al contrario, cuando más diferencias
surgen al calor del debate, más debemos ir adentro del Partido, abrir el debate
e imponer desde la idea, un criterio. En víspera del escenario electoral, el
Poder Popular debe movilizar todas sus fuerzas; de lograr que cada Consejo
Comunal y Comuna, movilicen al menos 100 electores de su ámbito, la meta de los
600 mil votos chavistas en Lara, es totalmente posible.
El Partido debe entender que esas estructuras alimentan su
accionar y refrescan los estamentos partidistas, los dirigentes partidistas
deben participar de las estructuras e instancias comunitarias, desde la
asamblea de ciudadanos como máxima autoridad comunitaria del entorno. Los
dirigentes deben llevar los planteamientos a las bases, para su análisis y
discusión y la comunidad debe ser espacio permanente de captación de cuadros.
No son contradictorios el Partido y el Poder Popular, son
complementarios, brazos de la misma revolución. No es el Poder Popular un
“agente libre de la política”, este debe anclarse a quien está dirigiendo la
batalla, y la batalla hoy se dirige desde el Partido. Es urgente dejar de lado
el pesimismo, los pensamientos y prácticas de la izquierda infantil y ganar en
la cualidad y capacidad de unirnos en el territorio para hegemonizar la
revolución y el pensamiento de Bolívar y Chávez.
El Poder Popular y sus estructuras requieren de un inmenso
esfuerzo para su revitalización, para tener la capacidad política que tuvieron en
los años 2008, 2009, 2010 y desde ese punto de partida continuar su crecimiento,
parahacerirreversiblelarevolucióndesdelasbasesdelascomunidadesen cada uno de los
caseríos, barrios, pueblos y ciudades del país.
Con el Partido, con el Poder Popular, con Chávez y Maduro, Nosotros
Venceremos.
Comentarios
Publicar un comentario