“El más evidente síntoma de locura es esperar resultados distintos de la misma conducta”. Albert Einstein
Traigo a colación el razonamiento de Albert Einstein porque, entre otras razones, la principal tarea de la Asamblea Nacional apunta a lo económico lo cual considero su principal actividad. La economía tiene dos lenguajes, una, en donde abundan los expertos que hablan de moneda, valor de cambio, bonos, deudas, hipotecas, bancos, casas de cambio, criptomonedas, etc. y otra en donde, parece ser que los expertos escasean, en la que se habla de producción, toneladas de acero, producción agrícola, de bienes y servicios, máquinas, etc. De estos dos lenguajes el que más ruido hace es el monetario. Oscar Varsavsky en su libro “proyectos nacionales” en el capítulo II “Las falacias del lenguaje económico” hace muy buena exposición del tema. Pero ¿es tarea de la asamblea el tema económico? Por supuesto que sí, pero también del Ejecutivo y sobre todo de la población porque lo económico es tarea de todos que enfocándolo socialistamente da las condiciones para que Venezuela salga del hueco en el cual está metida, producto del dependentismo sembrado durante el puntofijismo y el hostigamiento (económico) del imperialismo, tanto norteamericano como europeo, y que sólo produciendo podemos combatirlo y tener soberanía. Se sostiene que la economía requiere de los dos lenguajes; como lego en la materia y que sufro sus efectos, razono que el lenguaje de la moneda y sus derivados tienen y deben estar al servicio de la producción, no la producción al servicio de la moneda; Max Keiser lo expresa: “La fabricación y la venta de productos, la producción y la productividad han sido sustituido por la Teoría del Juego: juegos, el monetarismo, la financiariación, Wall Street, los diferenciales de las tasas de interés y los juegos de arbitraje”; contra eso tenemos que combatir y contra la agresión que llaman “sanciones”, lo que hace reiterar que el mejor antídoto contra tanto hostigamiento es producir, producción que tenemos que organizar planificando; lo que permite suponer, y supongamos, que veinte millones de venezolanos y venezolanas nos comamos doscientos gramos de maíz al día como arepas, estamos hablando de cuatro millones de kilogramos de harina de maíz al día lo que representa al año un millón cuatrocientos sesenta mil toneladas; pero los pollos que comemos también requieren maíz, así como otros animales de cría; tenemos que producir cerveza, alcoholes, aceite, es decir, que tendríamos que producir, multiplicando por todos: tres millones de toneladas. Si queremos algunas divisas por lo menos seis millones de toneladas de maíz/año ¿cuánto producimos? No tengo donde informarme. ¿Tenemos dónde producirlas? Si obtenemos un rendimiento por hectárea de dos y media toneladas (EEUU produce más de 4tn/Ha) requerimos de dos millones cuatrocientas mil hectáreas (la superficie del Edo. Falcón) ¡no olvidemos que somos de maíz! Y tampoco olvidemos que crecemos en población. Supongamos también que veinte millones de venezolanas(nos) comamos doscientos gramos de pescado a la semana, requerimos producir unas doscientas mil toneladas, pero necesitamos producir harinas de pescado para alimentar a los pollos, para exportar, como fertilizante, en fin… por propaganda de televisión acusamos ciento quince mil (115.000) toneladas al año de producción, e invitamos a la población a comer pescado; el déficit ronda, según elemental estimación, en unas trescientas mil toneladas. Estas pedestres estimaciones sugiere inferir que la tarea es sumamente grande y que la producción es clave para instaurar el socialismo y por supuesto para ser soberanos, la ley no basta; la tarea fundamental para producir, aparte de las técnicas a aplicar y las ciencias a desarrollar para tener más productividad es planificar para organizar a la población, despejando el horizonte de tantos oportunistas y ventajistas que entorpecen el camino del desarrollo en términos de industrialización como proceso decisivo de la transformación económica.
Suelo ver los domingos por la
televisora del Estado el programa que se tiene nuestro ministro para la
producción agropecuaria comandante Wilmar Castro, programa que en cierto
sentido tiene como fundamento dar cuenta de las actividades de dicho ministerio
al pueblo. Da gusto apreciar en la televisión del pueblo como con el talento
venezolano se montan dos productoras de harina (arroz y maíz), plantas de
diseño, construcción y puesta en marcha por venezolanos, prácticas a establecer
de forma generalizada en la población, es decir: la participación de todos para
beneficio de todos, democracia participativa, y tan valiosa actividad también
es que se esté en proceso de producir todas las semillas que necesitamos y con
esas divisas que nos economizamos invertirlas en el campo; visto de otra manera
estamos orientando a la población hacia el socialismo, estamos destruyendo al
subcapitalismo como modelo de crecimiento sin desarrollo, pero también vemos
por la TV de Estado como se aúpa a la granja familiar, al conuco; soy de los
convencidos que la granja familiar, el conuco, la artesanía, la costura en
casa, las maquilas, engendran capitalismo, pero como etapa de instauración del
socialismo, transitoriamente, son practicables, pero hay que resaltar a la gran
producción. No se salta de un sistema de producción a otro, de unas relaciones de
producción a otra, del capitalismo al socialismo a menos que la acción del
pueblo provoque el cambio, en la planificación pasa igual y si no hay acción
todo queda en sueños. La tecnología es un medio, un agente bajo la voluntad de
la nación, razón por la cual tenemos que desarrollarlas para lo cual debemos
organizar la educación teniendo como objetivo la industrialización y en esto va
la revolución cultural. Todo puede ser realizable por etapas y teniendo
sinergia entre todas las instancias administrativas del Estado para tener una
planificación que oriente a la nación, a la población a tener dominio sobre los
medios de producción en esta etapa de instauración y estabilización del
socialismo lo que nos permitirá caminar con firmeza a condiciones de solución y
allanamiento de los problemas para convertirnos en un país con un desarrollo
económico sólido que nos permita salir del tercermundismo.
La formulación de los problemas a
resolver en el proceso de socialización conforma la Política de Estado que
tendrá sus debidos enfoques en cada una de las instancias administrativas, la
planificación se instituiría como la orientación de la solución de esos
problemas.
Siempre que toco estos temas me
viene a la mente Coreo del Sur; en 1961 siendo una economía feudal, Park
Chung-Hee y seguidores, en un lapso de veinte años, transformaba esa sociedad
en un país industrial, pasó de ser 28% urbano a 83% hoy y la esperanza de vida
de 51 años a 79 años. La experiencia de Corea del Sur no se puede replicar
fácilmente pero prueba que un país pobre cuando se desarrolla industrialmente, puede
urbanizarse con éxito y muy rápido. Corea del Sur es un importador de petróleo
pero con una avanzada petroquímica.
Sigamos con nuestros deberes,
tenemos las puertas abiertas para entrar al socialismo.
Aquitecto Máximo Rojas. Enero del
2021.
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