La Comuna, reto ineludible. Ricardo Molina Peñaloza






Ricardo Molina Peñaloza: Presidente de la FEVP. Constituyente


El Comandante Hugo Chávez nos dejó una orden: Comuna o nada. El Presidente Nicolás Maduro asumió el compromiso e impulsa su avance como política de Estado. Ya estamos llegando a las 3.000 comunas, integradas por cerca de 40.000 consejos comunales.

Logro con esfuerzos organizacionales inmensos, desde el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales como órgano rector en la materia, pero lo más importante, la decisión de poco más de 20 millones de patriotas que decidieron optar por la vía señalada por el Comandante Chávez, y que tienen disposición a desarrollar en el territorio comunal el Plan de la Patria como guía programática del próximo sexenio constitucional.

Ahora… ¿Qué falta?

A continuación resumiremos los temas más resaltantes que han surgido en debates en asambleas populares, en el ámbito de la Asamblea Nacional Constituyente, entre comuneras y comuneros, y entre docentes y estudiantes de los diversos diplomados que se imparten en la Escuela Venezolana de Planificación.

La tríada para hacer irreversible el avance hacia el socialismo bolivariano, como dijo Chávez, debe estar integrada por un gobierno revolucionario, pueblo organizado y un partido revolucionario. Hoy en Venezuela existen los tres elementos, pero aún no vinculados perfectamente para hacer inexpugnable esa tríada.

El Gobierno Revolucionario, con la claridad de su líder Nicolás Maduro, perfila las orientaciones estratégicas e impulsa la realización del Plan de la Patria Comunal, para llevar al territorio de lo cotidiano la guía programática. Pero vemos cómo aguas abajo, en la estructura burocrática se terquea para impedir la consolidación de la nueva arquitectura social y territorial, se le dificulta a la comuna su desarrollo mediante aplicación de reglas, normas, decisiones funcionariales o condiciones que llegan a frustrar el entusiasmo comunal en algunos casos. Eso hay que resolverlo, entre todos, con firmeza, obligarnos a desarrollar el Plan de la Patria en todas sus instancias y que en todos los niveles de gobierno se asuma la construcción de la comuna como columna vertebral de nuestro país.

El pueblo organizado, el de los mayores esfuerzos, el de los mayores riesgos, el más exigido, también tiene problemas por resolver, desde el día a día que exige rebuscar maneras de seguir resistiendo ante los embates de la guerra económica y la guerra hamponil, pasando por la lucha permanente por vencer la burocracia y la microcorrupción que cercena el acceso a créditos, a insumos a precios justos, al derecho a comercializar de manera rápida y eficiente lo producido, hasta la visión paternalista de algunos, para imbricarse en instancias pedigüeñas que no entienden la responsabilidad enorme de construir un aparato nacional que garantice la satisfacción de necesidades de nuestra población.

El Partido, poderoso instrumento revolucionario, está llamado a difundir e instaurar el ideario bolivariano y chavista con visión comunal, hasta ahora, el reconocimiento de la comuna como la célula de la nueva estructura sociopolítica nacional es incipiente. Recientemente, gracias a las orientaciones del Presidente Maduro, se comenzó con la territorialización de las estructuras, mediante la construcción de la Red de Articulación y Acción Sociopolítica, pero aún se ve a sí misma alejada de la comuna, hay que seguir esforzándose para que el Partido asuma la comuna con fuerza. Pero además, el Partido está llamado a acompañar los procesos comunales. La formación permanente de las comuneras y comuneros, la planificación, la ejecución de proyectos, la vinculación con las diversas instancias de gobierno, el apego a los valores socialistas en todo el quehacer comunal, son algunas de las tareas pendientes.

No obstante, los avances sociopolíticos han sido extraordinarios, si consideramos que de los 20 años de Revolución, es en los últimos 8 que se ha logrado llegar hasta lo que tenemos hoy.

Ahora, en lo económico nos falta mucho por recorrer. El Comandante Chávez dijo: la comuna tiene apellido, y es “productiva”. La Comuna Productiva aún está en pañales, pese a que hay capacidades, disposición de las comuneras y comuneros, disponibilidad de algunos medios de producción, algún apoyo financiero. ¿A qué podemos endilgar que teniendo la voluntad política de nuestro Jefe de Estado, la disposición de comuneros y comuneras, así como recursos nada despreciables, no haya ocurrido el despegue económico comunal?

Son varios los factores, pero principalmente es la desconfianza en la estructura comunal por parte de quienes ostentan poder de decisión en diferentes instancias de gobierno. Aún hay quienes prefieren destinar los recursos públicos destinados a inversión o adquisición de bienes y servicios a compañías anónimas, empresas privadas que si bien cumplen con lo exigido, por lo general lo hacen a costos muy altos para el Estado, explotando seres humanos que entregan su energía productiva para enriquecer a pocos, y que no tienen ningún compromiso social, ni arraigo territorial, y no pocas veces ningún interés por fortalecer la correcta ejecución de nuestro Plan de la Patria, ni la construcción del socialismo.

No decimos que hay que desechar la empresa privada, pero sí insistimos en que hay que abrir nuevos espacios. Tiene que comenzar a aparecer en la visión macroeconómica la economía comunal; tienen que imponerse metas de aporte al Producto Interno Bruto nacional; hay que destinar de manera obligatoria recursos de la cartera crediticia de la banca pública y privada a Empresas de Producción Social y a Empresas de Producción Familiar; fomentar la conformación de conglomerados productivos comunales; impulsar la industrialización de la producción comunal; permitir y facilitar a las comunas la comercialización internacional y acceder a divisas no estatales como fuente primaria de recursos financieros, y diferenciarse del sector privado, que lejos de productivo, siempre fue sanguijuela en el torrente financiero que hoy es del pueblo gracias a la Revolución Bolivariana.

El desarrollo del sistema económico financiero comunal depende en menor grado de comuneras y comuneros, principalmente depende de decisiones políticas, muchas de las cuales se han tomado, pero no implementado, que obliguen a reorientar parte importante del flujo de recursos dirigido hasta ahora al sector privado para impulsar el apellido “productivo” en la naciente comuna nuestra.

Debate profundo, lleno de contradicciones, pero que hay que darlo para seguir erigiendo el sueño de Chávez, que es el sueño de todo un Pueblo.
Que siga el debate!!!

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