Bolívar en Chávez. José Gregorio Linares


José Gregorio Linares. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela, profesor investigador de la Escuela Venezolana de Planificación. Responsable Académico de la Universidad Experimental de la Gran Caracas.

El Libertador siempre ha tenido enemigos, en su mayoría representantes de la oligarquía nativa y de las potencias, que ven en el ideario de Bolívar un obstáculo para avanzar en sus designios de incautar las soberanías de las pequeñas naciones para arrancarles sus riquezas. Simón Rodríguez, indagando en la prensa de la época llegó a contar 67 calificativos denigrantes contra el Padre de la Patria: “Que es un monstruo. Y sigue: Ladrón, loco, tigre, ignorante, grosero, bajo, villano, cobarde; violento, insolente, atrevido, desvergonzado, déspota, tirano; altivo, imperioso, vano, presuntuoso, pedante, orgulloso, ambicioso; cabalista, aspirante, astucioso, intrigante, entremetido, intruso, aventurero, usurpador, inmoral, seductor indecente, obsceno, libertino, impío, francmasón, hereje, ateo, rencoroso, vengativo, cruel, sanguinario, asesino, exterminador, destructor, azote, plaga, verdugo, inconsecuente, falso, hipócrita, embustero, pérfido, traidor, perverso, depravado, calumniador, impostor, descarado, inicuo, abominable, execrable, criminal, reo, delincuente. Total, 67: Todo esto y más se lee en papeles impresos ¡qué colección!.

Nada de esta acrimonia es inocente o casual. Tiene un sello de clase y una marca imperial. Estados Unidos, por ejemplo, desarrolló en vida de Bolívar toda una campaña difamatoria en su contra; sus personeros lo llamaban el “peligroso loco del Sur”. Luego de su muerte cambiaron la estrategia, comenzaron los ditirambos. Pero a partir de la insurgencia antimperialista latinoamericana, Bolívar y su mensaje emancipador comienza nuevamente a ser incómodo para el imperio.

En la actualidad el antibolivarianismo se ha acentuado. Basta echar un vistazo a las obras que se publican sobre Bolívar y observar lo que se divulga en las plataformas virtuales para convencerse de ello. Urge, por tanto, indagar en el ideario de Bolívar como Doctrina de la  Patria.

Chávez: Bolívar antiimperialista y precursor del socialismo
En ese sentido Chávez desempeñó un rol pedagógico extraordinario. Cada discurso, artículo o mensaje suyo va dirigido a valorizar la figura de Bolívar como núcleo de la patria americana.  En el discurso de toma de posesión del 2 de febrero de 1999, anuncia: “Es hora de oír a Bolívar de nuevo, y ahora es cuando los venezolanos van a oírme hablar de Bolívar, porque ese es el faro”.

Ahora bien, Chávez insistió en caracterizar a Bolívar como un luchador antiimperialista. A medida que el antagonismo con las potencias, en especial con Estados Unidos, se hace más agudo, va redescubriendo y mostrando el filón antiimperialista de la doctrina bolivariana; aspecto que había sido destacado por muy pocos pensadores. Recalca: “Bolívar era, además, un profundo y completo antiimperialista. Bolívar tenía una visión política antiimperialista, y eso nos lo ocultaron también durante mucho tiempo”.

Pero no se queda allí, una vez que se convence del rumbo socialista que debe imprimírsele a la revolución venezolana enfatiza la raíz bolivariana del socialismo que debemos impulsar. Por ese camino llega a la siguiente conclusión: “Si alguien estudia el pensamiento de Bolívar y lo proyecta, podrá conformar, como nosotros lo estamos haciendo, un proyecto socialista con fundamentos en el pensamiento de Bolívar”.

Hay que estudiar y divulgar a Bolívar
Pues bien, a pesar del descomunal esfuerzo pedagógico de Hugo Chávez por incitar el estudio y reflexión del pensamiento y la obra de Bolívar, pese a los originales aportes de distintos intelectuales, y de los innegables avances en la formación de la conciencia bolivariana, aún falta mucho por hacer en este sentido, no sólo entre el pueblo sino también entre nuestra dirigencia política. Chávez insiste en ello: “Yo tengo la impresión de que nosotros no conocemos bien a este hombre, quién fue realmente Bolívar”, dice.

Para superar esta situación, debemos investigar, estudiar, difundir por todos los medios el pensamiento y la obra de Bolívar. Debemos, sobre todo, ir a las fuentes primigenias como nos lo recomendaba el Comandante: “Hay que apartarse de las interpretaciones que la oligarquía hizo sobre Bolívar, porque lo desfiguraron, y hay que buscar los discursos de Bolívar, las arengas de Bolívar, los documentos originarios, hay que seguirle el rastro por el mapa a Bolívar, y allí conseguiremos nutrientes muy poderosos para la batalla revolucionaria. 

De lo que se trata, entonces, es de indagar en la esencia subversiva y creadora de la doctrina bolivariana. Consolidarla como guía orientadora en el quehacer ético, político y productivo de quiénes se plantean la construcción de patrias soberanas e independientes. Asumamos la tarea de emprender una gran campaña de investigación-acción, de estudio sistemático, de reflexión crítica y de difusión masiva acerca del Libertador. Para  que conozcamos, como lo quería Chávez: ¿quién fue realmente Bolívar?

Fecha de nacimiento: 24 ó 25 de julio
En relación con ¿quién fue realmente Bolívar? La oligarquía ha dicho muchas mentiras y ha omitido muchas verdades. La fuerza de la costumbre ha hecho que repitamos sus pareceres y difundamos sus mitos. Por ejemplo, se ha oficializado que el Libertador nació un 24 de julio; y siguiendo la tradición cada año celebramos esa fecha aniversario. Pero al parecer Bolívar no nació el 24 sino el 25 de julio.  Por lo menos esto era lo que pensaba él mismo. En carta dirigida a su prima Fanny du Villars le expresa: “Mi abuelo insistía que mi padre me diera el nombre del santo del día en que realmente nací, el 25 de Julio, o sea el del apóstol Santiago, el más chapetón de los santos, ya que es el único que lleva la Santidad en el Nombre y por tanto nunca se le dice San Santiago”. Y en conversación con Francisco O´Leary le dice: “Mi padre me cambio mi fecha de nacimiento a la del día anterior, 24 de julio, para zafarse del nombre Santiago, y para quitarse de encima a mi abuelo. Pero, me llame Simón; y no nací el 24 sino el 25 de Julio”. Por cierto, en esa época no se festejaba el día del cumpleaños sino el del onomástico, razón por la cual Bolívar siempre celebraba el 28 de octubre, día de San Simón. Pareciera un detalle, pero es oportuno hacer la investigación y aclarar el punto, porque ¿si nos mintieron con relación el nacimiento de Bolívar; qué no habrán sido capaces de hacer con la obra del Libertador?

Comentarios

  1. Chávez lo comprendió muy claro y nos lo puso a la mano como ninguno lo ha hecho con tanto ahínco. Además es más sencillo ser Chavista que Marxista. Es un momento crucial para avanzar con el árbol de las cuatro raíces, Bolívar, Simón Rodríguez, Zamora y Chávez. Por algo será que la oligarquía, no ha dejado de enlodar a ninguno de ellos, pues redescubramos a nuestro Libertador Simón Bolívar y vayamos haciendo lo propio con Chávez, Robinson y Zamora.

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