La cuarta revolución industrial, las redes y las luchas contrahegemónicas. Javier Nouel


Dr. Javier Nouel: Fundación Escuela Venezolana de Planificación, Coordinación de Proyectos de Investigación
Resumen. El artículo realiza un recorrido histórico desde el nacimiento del período de la modernidad hasta el siglo XXI para plantear los cambios de metáforas en los que se centra el conocimiento humano, con el fin de reflexionar sobre cómo las luchas contrahegemónicas y anti imperialistas de Suramérica deben abordar la realidad para la creación del conocimiento, la productividad y la planificación, partiendo de la noción de cuarta revolución industrial, las redes de información y energía y la diversidad desde su propia identidad. 
El ser humano y las metáforas
El filósofo Franz Hinkelammert en su libro Hacia una crítica de la Razón Mítica (2007), plantea que el ser humano solo puede entender el mundo a través de metáforas; es decir, imágenes. La pretendida comprensión de la realidad objetivista, es decir del mundo “tal cual y como es”, desde un punto de vista universal y único, representa uno de los escollos del pensamiento moderno colonialista.
Desde un punto de vista histórico, se evidencia que el conocimiento en cada período responde a metáforas relacionadas a los medios de producción que establecen la forma en que la humanidad entiende el mundo.
En ese escenario, proponemos como tesis que el período contemporáneo atraviesa un cambio en las grandes metáforas del conocimiento y la producción: del mundo mecanicista de los engranajes y fábricas, pasa al mundo interconectado de las redes de información y energía, lo que significa un momento importante, y a la vez complejo, en tanto la humanidad está en una transición, que muchos teóricos del capitalismo llaman cuarta revolución industrial, basados en la propuesta del economista fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab. Los que logren aprehender la nueva visión de la realidad, avanzarán más y mejor; en ese sentido, las luchas contrahegemónicas y las propuestas de gobiernos soberanos, deben comprender las nuevas metáforas, tanto en la creación del conocimiento, la productividad y la planificación. Seguir creando conocimiento, produciendo, intercambiando y planificando desde la mirada mecanicista representa hoy, un anacronismo peligroso.
La vieja metáfora: el reloj y sus engranajes

En gran medida, la modernidad y el capitalismo transnacional arrancan con la conquista de las Américas, desde un proceso de dominación sin precedentes; el asesinato y el despojo permitieron a Europa desarrollar sus economías al tiempo que procuraba la subordinación y miseria de los otros pueblos dominados. 
En el siglo XVII en Francia, René Descartes, plantea los principios básicos de las ciencias, como la separación entre el observador y la realidad observada, constituyéndose en el principio de la objetividad. La ciencia estudiará lo material, mientras que la religió y las humanidades, lo inmaterial.
El astrónomo alemán Johannes Kepler planteó en ese período que el universo era como un gran reloj, al que había que entender separando y midiendo sus partes, que eran como engranajes. Los engranajes representaban lo más avanzado en términos de la industria y la técnica. Estos y otros pensadores influyentes instauraron la mirada mecanicista del universo, del ser humano y la naturaleza. En este sentido, el francés Julien Offray de La Mettrie escribió la influyente obra “El hombre máquina”.  
En el siglo XVIII comienzan importantes luchas de emancipación en las Américas. Simón Bolívar libera cinco naciones, recorriendo a caballo más de 123 mil kilómetros, tres veces más que Napoleón y el doble que Alejandro Magno, pero para liberar a la humanidad del imperialismo, no para dominarla. Se comunicó con buena parte del mundo para buscar los medios necesarios, utilizó cañones ingleses para derrotar a los españoles y avizoró el nacimiento del imperialismo estadounidense. Simón Rodríguez daba inicio a posturas descolonizadoras desde la educación popular, republicana y multicultural, reconociendo la necesidad de crear un saber propio, en tanto la “América Española” era única en el mundo (2008). 

La Primera Revolución Industrial: las máquinas de vapor  
En el siglo XVIII comienza lo que hoy llamamos la Revolución Industrial. Los teóricos de la cuarta revolución industrial plantean que esta fue la primera en la era moderna, y se basó en el aumento de la fuerza del ser humano a través de las máquinas, en particular las de vapor. En ese momento, en Inglaterra, el místico y alquimista Sir Isaac Newton, desarrolla los fundamentos de la física, desde la visión mecanicista.
En el siglo XIX, Augusto Comte en Francia, inicia el estudio científico de las sociedades, planteando que el nacimiento y desarrollo de las mismas son como la de los organismos físicos que evolucionaban en etapas, de la más primitiva (toda cultura no europea), hasta la más desarrollada (Europa). En ese mismo siglo, desde Inglaterra, el mundo fue visto por las ciencias emanadas de los imperios como lucha desencarnada donde gana el más fuerte y el más apto, tomando forma de teoría con Charles Darwin, constituyéndose en base del discurso colonialista y racista (sobre este tema ver el documental: Racismo destino final). En Estados Unidos se fundamenta la Doctrina Monroe con la que pretendían, por supuesta superioridad racial, adueñarse de todo el continente.
La Segunda Revolución Industrial: el petróleo y la electricidad 
A finales del siglo XIX proviene otra transformación que han denominado la segunda revolución industrial: el petróleo y la electricidad comienzan a ser utilizados como formas de energía. En esa centuria el filósofo prusiano Karl Marx vivencia los terribles impactos de la revolución industrial, escribiendo junto a Friederich Engels “El Manifiesto Comunista”, y el físico francés Nicolas Léonard Sadi Carnot describe las leyes de la termodinámica estudiando las máquinas de vapor. En Venezuela, la hacienda la Alquitrana inaugura la explotación petrolera. En Estados Unidos, el serbocroata Nicola Tesla y el norteamericano Tomás Edison comienzan a dar usos industriales a la electricidad, al tiempo que la familia Rockefeller fundan la Standard Oíl Company con la que iniciarán la conquista comercial del mundo y en particular Venezuela; en Francia, Louis Pasteur inicia la microbiología; en España el médico Santiago Ramón y Cajal describe las neuronas, la base de una de las más asombrosas redes que existen en el universo.  El mundo dejaba de ser un reloj de engranajes para convertirse en una industria masiva, creándose las líneas de ensamblaje y el modelo fordista industrial, al tiempo que Friedrich Nietzsche declaraba la muerte de Dios.

En el siglo XX, luego de que se estableciera la Revolución Rusa, Lenín levantaba el eslogan: “todo el poder para los soviets y la electrificación”, procurando crear un mundo más justo, de justicia e igualdad; pero en el siglo XX también surgieron movimientos eugenésicos como el nazi en Europa, y sus pares en norteamérica, que abogaban por la limpieza de la raza, basados en los postulados de Darwin combinados con posturas místicas. En el caso norteamericano, muchos de los principales ideólogos de Estados Unidos se fundamentaron en la idea de la superioridad de la raza, lo que hoy Trump encarna sin disimulo.
En el siglo XX la científica polaca Marie Curie, realiza investigaciones de la radioactividad describiendo los rayos ultravioletas; y los físicos alemanes Max Planck y Albert Einstein, desarrollan la física cuántica y la teoría de la relatividad, con la que destronaban definitivamente la mirada mecanicista de la realidad.
El mundo ya no era mecánico; era mucho más complejo. El tiempo y el espacio se hicieron relativos, no absolutos. La materia no estaba conformada por pequeños engranajes llamados átomos, descritos por Demócrito 5 siglos A.C., sino por paquetes de energía que en el microcosmos del universo funcionan bajo leyes distintas a las descritas por Newton. El observador no estaba separado de lo observado, derrumbándose así los principios del objetivismo. El universo ya no era un reloj gigante y ni siquiera estaba conformado por engranajes; y el Dios que había matado Nietzsche y el mundo mecanicista renació en forma de miles de dioses de diversos géneros, desde Pachamama, Jesucristo Superstar, Buda, Krishna, Alá, hasta Maradona.
Ahora todo se trata de redes de energía e información. La segunda revolución industrial no sólo aumentaba la fuerza de la humanidad con sus máquinas, sino que iniciaba la transformación de las comunicaciones. El ser humano estaba reduciendo el tiempo y el espacio y haciendo poderosas extensiones de sus sentidos y memoria. El mundo tangible a estudiar por las ciencias de Descartes se fusionó con el mundo intangible del microcosmo. Todo se convirtió en un continuum inseparable e interconectado.
La tercera revolución industrial: de las computadoras y la digitalización a la metáfora actual 
A mediados del siglo XX, el biólogo austríaco Ludwig von Bertalanffy propone la metateoría de los sistemas; se inicia el mundo de las computadoras, y el internet es desarrollado por el ejército norteamericano como sistema de comunicación y defensa. Para la década de los 70, en Estados Unidos un grupo de muchachos desarrollan como mercancía la computadora personal; en pocos años nace lo que denominan la tercera revolución industrial: el de las computadoras y la digitalización. En esa década, luego del derrocamiento de Allende en Chile, se da inicio a la primera experiencia neoliberal del planeta, sólo posible bajo la terrible dictadura de Pinochet (Harvey, 2005). En la década de los 70 y 80 se instaurarán por consenso el modelo neoliberal en Reino Unido y Estados Unidos y en 1989 el militar norteamericano William Lind plantea la guerra de cuarta generación. 
A finales del siglo XX y principios del XXI, inicia la Revolución Bolivariana en Venezuela, y la lucha contrahegemónica de diversos gobiernos de izquierda que impulsan alternativas al mundo neoliberal y se acercan cada vez más a la propuesta bolivariana de integración suramericana.  
En Venezuela la noción de gobierno en línea se desarrolla con la revolución; en el 2004 surge el decreto 3390 en el que se establece el uso de software libre en la administración pública, como forma de liberación ante el software privativo. Chávez es el primer presidente venezolano que utiliza las redes sociales, al crear en abril del 2010 la cuenta twitter @chávezcandanga.
La cuarta revolución industrial: de los teléfonos inteligentes y las nubes de almacenamiento.
En el siglo XXI surgen los teléfonos inteligentes, nubes de almacenamientos, aplicaciones de todo tipo; ya para la segunda década del siglo XXI se comienza a hablar de la Big Data; en el 2013, Edward Snowden, un trabajador de la CIA, denuncia el desarrollo de mecanismos de control de la información sin precedente,  a través de los programas PRISM y XKeyscore, mostrando que la dictadura total de la novela de Aldous Huxley, Un mundo feliz, está más cerca de lo que muchos creen;.  
Para finales de la segunda década del XXI, se habla de teléfonos inteligentes, ciudades inteligentes, la internet de las cosas; cada vez más aparatos están conectados a la internet; las ventas por las redes y el pago a través de los teléfonos inteligentes superan las ventas tradicionales.  
El dinero electrónico es otra gran realidad; en países como Holanda y Suecia muchos pequeños comercios no aceptan dinero en efectivo, entre otras cosas, por ser más costoso los procedimientos financieros (ver artículo), y en países como Bélgica, para el 2015  alrededor del 93% de las transacciones comerciales se realizaban en dinero electrónico (ver artículo). Las criptomonedas ya son una realidad, al punto que el gobierno venezolano lanza el petro, una especie de criptoactivo con el que procura superar buena parte del terrible bloqueo financiero con el que cercan hoy a la Patria de Bolívar
La contrahegemonía 4.0
¿Cómo describiría hoy Antonio Gramsci la hegemonía cultural y Marx las luchas de clases? (sobre este punto, ver el artículo Marx en tiempos de algoritmos). Hoy en día, es mucho más complejo, sutil y refinado, los procesos de dominación. La guerra comunicacional cuenta con tecnologías nunca antes vistas; pero también las luchas contrahegemónicas se hacen de éstas y los poderes mundiales pierden solidez. El poder fáctico está cada vez más invisible, más sutil, y parece que logran el don de la ubicuidad; la dominación y los controles son cada vez más complejos, ya que no se trata de bloquear o controlar desde la mirada mecánica, sino desde la de sistemas y redes, que es menos tangible, más escurridiza, más líquida (Bauman, 2004). Así también deben ser también las luchas contra hegemónicas y anti imperialistas. Hoy la gran lucha es por la dominación o liberación de las mentes.
La internet permite que miles de organizaciones anti capitalistas se unan en comunidades virtuales de solidaridad y construcción colectiva; la hegemonía de los grandes medios de comunicación pierden poder por la cada vez mayor variedad de medios digitales; actualmente en la planificación de gobiernos se utilizan una gran variedad de herramientas que optimizan los procesos, que con la automatización y digitalización generan información en tiempo real para el seguimiento del comportamiento social.
Las pequeñas y medianas empresas utilizan el mercadeo digital a través de redes sociales con los que pueden crear e insertarse en nichos de mercado alternativos al de los grandes oligopolios. Los jóvenes se auto emplean a través de experiencias como los comunity manager y las luchas contra hegemónicas se apropian de estas lógicas y herramientas. En Venezuela se contrarresta en gran medida la guerra comunicacional a través de un batallón de comunicadores sociales, populares y digitales, que generan información distinta a la de las grandes cadenas de des-información mundial.
La consigna de las luchas contra hegemónicas debería ser, entonces, la que plantea Franz Hinkelammert y Henry Mora Jiménez en el libro Hacia una Economía para la vida: “Sin duda, “otro mundo es posible”, aunque “otro mundo” consiste en realidad en muchos otros mundos en este mundo: un mundo que contenga muchos mundos” (s.f.). Esto significa que la construcción de una nueva hegemonía debe ser en primera instancia, contrahegemónica, y por el otro lado diversa, en la que muchas visiones quepan, pero dentro de la diversidad, donde haya puntos centrales de una ética humanista no mercantilista y anti imperialista, desde la comprensión de la nueva realidad digital, informativa, sistémica, holística, compleja, líquida, energética, no mecanicista. La mirada mecanicista es colonialista, y hasta los nuevos colonialismos ya lo han superado.
Bolívar y Rodríguez en la cuarta revolución industrial
Desde la República Bolivariana de Venezuela se ha planteado un proyecto que procura emular el ejemplo de Bolívar, que utilizó los cañones ingleses que se habían creado desde la visión mecanicista, para liberar la humanidad; lo propio ocurre hoy con la cuarta revolución industrial; pero para ello, debemos dejar de ver el mundo desde la vieja mirada, y entenderla con todo lo que ello implica, desde la lógica de las redes de información y energía.
Todo en el universo está conformado por redes: la energía, el sistema nervioso humano, los ecosistemas, las sociedades, la economía. Por ello, los mapping que se realizan de las redes sociales, son tan similares al de las neuronas. Pero hay que comprender una gran diferencia: los sistemas y redes biológicos se autoregulan, mientras que los sistemas sociales y económicos son regulados por los conglomerados y sectores de mayor peso. Esa realidad es la que oculta el discurso neoliberal que habla de una supuesta “auto regulación del mercado”, para ocultar el control de las grandes transnacionales.
Por otra parte, las luchas contra hegemónicas deben comprender la nueva visión de la realidad, y hacerse de las tecnologías disponibles para multiplicar sus luchas desde lo diverso y la nueva realidad líquida. En este escenario, las palabras del maestro Simón Rodríguez siguen vigentes: “o inventamos o erramos”; pero comprendiendo que hoy los cañones ingleses, son 4.0.
Referencias 
Bibliograficas
Bauman, Zytgmun (2004). Modernidad líquida. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. Recuperado el 5 de diciembre de 2018, de https://catedraepistemologia.files.wordpress.com/2009/05/modernidad-liquida.pdf  Modernidad Liquida
Harvey, David (s.f). Breve historia del neoliberalismo. Recuperado de: http://ffyl1.uncu.edu.ar/IMG/pdf/breve_historai.pdf
Hinkelammert, Franz. (2008). Hacia una crítica de la razón mítica: el laberinto de la modernidad: materiales para la discusión. Recuperado el 5 de diciembre de 2018, de  http://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0ahUKEwibivPU6ofZAhXKtlMKHVJ2DJsQFggmMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.pensamientocritico.info%2Findex.php%2Flibros%2Flibros-de-franz-hinkelammert%3Fdownload%3D1%3Acritica-de-la-razon-mitica-critica-franz-hinkelammert&usg=AOvVaw3zv_qYuHH4ZBd0753E5GXp.http://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0ahUKEwibivPU6ofZAhXKtlMKHVJ2DJsQFggmMAA&url=http://www.pensamientocritico.info/index.php/libros/libros-de-franz-hinkelammert?download=1:critica-de-la-razon-mitica-critica-franz-hinkelammert&usg=AOvVaw3zv_qYuHH4ZBd0753E5GXp
Hinkelammert, Franz y Mora, Henry (s.f.). Hacia una economía para la vida. Recuperado el 5 de diciembre de 2018 de Rodríguez, Simón. (2008). O inventamos o erramos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y la Rana. Recuperado del 5 de diciembre de 2018, de https://reexistencia.files.wordpress.com/2011/07/inventamos-o-erramos.pdf
Videográficas
BBC (2007). [Documental]. Racismo destino final. Recuperado eñ 5 de diciembre del 2018, de https://www.youtube.com/watch?v=t_mYLNLLF8c&t=4s









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