El 4 de Febrero 1992 y nuestro proceso histórico contemporáneo. Mario Sanoja Obediente -Iraida Vargas-Arenas
Mario Sanoja Obediente -Iraida Vargas-Arenas: Profesores de la Escuela Venezolana de Planificación, escritores e investigadores de alto nivel.
La
historia social venezolana, particularmente
desde el siglo XVIII, ha sido un proceso de luchas populares
continuas. La historia burguesa
considera
estos siglos, sobre
todo el
XIX, como una sucesión de montoneras y alzamientos que revelaban la
existencia de un pueblo desordenado que tenía
una conciencia de civilidad muy precaria. El orden político
contra el cual insurgía aquel pueblo mestizo de indios, negros y
blancos españoles (estos últimos
mayormente canarios) era el orden impuesto
por una burguesía mantuana integrada por latifundistas y
comerciantes cuyo principal preocupación era la de mantener y
acrecentar su riqueza a costa del trabajo, el sudor y el sufrimiento
de aquella mayoría popular.
El
siglo XVIII fue particularmente pródigo
en sublevaciones populares contra la
clase mantuana y contra el poder colonial español que la sustentaba,
buscando imponer un régimen social que consagrase la libertad y la
igualdad social. Esas luchas sociales fueron el preámbulo, en el
siglo XIX, de la Guerra
de Independencia
del poder colonial español, pero al mismo tiempo de una
amplificación del conflicto entre las clases sociales que ya
comenzaban a perfilarse claramente en Venezuela.
La
Guerra Campesina, liderada por el General de Hombres Libres Ezequiel
Zamora fue uno de los más
claros atisbos del proceso de rebelión social que germinaba en la
entrañas de la sociedad venezolana desde el siglo XVIII.
Pese
al asesinato de Ezequiel Zamora y el pacto posterior entre las
elites burguesas
que dominaron a Venezuela en las décadas finales del siglo XIX, el
fermento de luchas sociales no desapareció.
La irrupción a comienzos del siglo XX en el escenario político de
un nuevo imperialismo, el estadounidense
apalancado en la explotación de
nuestros
ingentes recursos petroleros, se
tradujo en una nueva forma de colonialismo, más letal para nuestra
nación ya
que
apoyó
su dominio en la implantación
de una nueva cultura, la cultura del
petróleo,
asentada sobre un sentimiento de desnacionalización de la sociedad
venezolana y un consumismo exagerado que tenía
como referente ideológico
el “american
way of life”.
Esta ideología no solamente propugna el consumo de bienes materiales
como el principal objetivo de la vida de las personas, sino también
la sumisión política y cultural al imperialismo estadounidense.
La
cultura del petróleo produjo una definición de las
clases sociales en Venezuela. El mayor volumen de riqueza se
concentraba en un 20% de la sociedad, lo que podríamos
denominar la clase alta más
la clase media, en tanto que un 80% se veía
confinado
en ghetos urbanos, los llamados barrios, mayormente ubicados en las
colinas que rodean el valle de Caracas, podían
contemplar diariamente la sociedad opulenta y modernista que se
desarrollaba y
crecía
ante
sus ojos.
El
27 de febrero
de 1989, el
sufrimiento sostenido de ese 80% de pobres más la
rabia acumulada estalló
ante la imposición de un paquete de medidas neoliberales impuesto
por el Fondo Monetario Internacional, con el aval de Acción
Democrática y Copei y su presidente Carlos Andrés Pérez,
representantes de la burguesía
venezolana y del gobierno de Estados Unidos. La Rebelión Popular del
27 de febrero
fue ahogada en sangre a un costo terrible de miles de hombres,
mujeres y niños muertos y desaparecidos, muchos
de cuyos
cadáveres
fueron incinerados en hornos destinados a destruir la basura que
producen las
y los
caraqueños o sepultados en fosas comunes sin nombre con el objeto de
ocultar aquel horrible crimen contra la sociedad venezolana.
Ya
desde finales de la década de los años sesenta del pasado siglo, la
irrupción
en Venezuela de millones
de colombianas y colombianos empobrecidos
aventados de su país por la guerra civil hizo colapsar los precarios
servicios de salud, vivienda y educación que otorgaba la IV
República
(Acción Democrática+Copey+ la burguesía
venezolana+el gobierno imperial norteamericano) a las clases
populares venezolanas, planificados sobre otra base de crecimiento
demográfico.
Todo
lo anterior produjo un inmenso desequilibrio social, demográfico
y territorial que está
en la base de la enorme deuda cultural, social, económica
y política y un
elevado índice
de pobreza crítica, factores
que fueron desestimados por los
gobiernos de la IV República.
Ello caracterizó una geografía
de la penuria, de la pobreza, que se manifestaba en la existencia de
regiones y poblaciones enteras que habían pasado siglos excluidos
de la
satisfacción de sus necesidades mas básicas, carentes de los
más elementales beneficios de la vida.
Todas
esas condiciones sociales negativas impulsaron
no solo a las mayorías populares a insurgir
violentamente el 27 de febrero
de 1989, sino
también impactaron fuertemente a los sectores
militares progresistas de nuestra Fuerza Armada. Es importante
resaltar que los oficiales de nuestra fuerza armada ya habían
iniciado -desde por lo menos mediados del siglo XX- un proceso de
incorporación en carreras universitarias, proceso del cual fuimos
testigos; muchos de nuestros compañeros liceistas de los años 50
del pasado siglo no solo alcanzaron altos grados militares en las
diferentes fuerzas, sino que también se graduaron como economistas,
abogados, ingenieros,
médicos,
geógrafos,
historiadores,
educadores,
etc.
Ello tuvo su impacto en el surgimiento de líderes
como el Comandante Chávez
y muchos de sus compañeros de lucha, que desarrollaron una profunda
conciencia social e histórica sobre
la causalidad de la graves crisis
social que ya había tocado fondo a inicios de la década de los
noventa del pasado siglo.
La
insurgencia militar del 4 de Febrero de 1992 fue el grito herido de
una generación de militares nacionalistas de jóvenes que habían
entendido que era el momento de enfrentar a aquella crisis
social con medidas profundas. El carácter bolivariano, inspiración
de esa revolución, estaba motivado por la necesidad de
fundamentarla sobre la experiencia
concreta de las
luchas
de un
bravo pueblo
que había
pasado siglos peleando
contra la injusticia social,
arropados con las banderas y la consignas de nuestros grandes
conductores antimperialistas: Guacaipuro, Apacuana, el Negro
Miguel,el
negro Chirinos y Ana Soto, Josefa
Camejo,
Simón Bolívar,
Simón
Rodríguez
y Ezequiel
Zamora.
La
fuerza histórica de todo ese caudal de luchadores y luchadoras se
resumió en Hugo Chávez
Frías conductor y animador de la Revolución Bolivariana.
Hugo
Chávez
surge el 4 de Febrero en la historia de Venezuela como un ejemplo de
honestidad, valor cívico
y carisma
revolucionario. Fue
un líder
capaz de exponer a los venezolanas y venezolanos el hondo sentido
histórico de nuestro bravo pueblo, de
llenar con sus palabras
y sus acciones el profundo vacío político que nos habían
dejado casi dos siglos de gobiernos burgueses. Chávez
nos emocionaba
con su esperanza de una sociedad socialista
en una coyuntura cuando la caída
de la Unión Soviética
y el auge del neoliberalismo
nos había
robado la posibilidad de alcanzar una sociedad justa.
La
renovación del ideal bolivariano acompaña el surgimiento de la idea
chavista de una revolución socialista, pacífica y democrática
apuntalada en la unión cívico-militar,
antiimperialista y socialista. El
discurso del líder
bolivariano sustenta su proyecto antihegemónico basado en un
relectura de nuestro pasado venezolano que apoya y legitima el
surgimiento
de una nueva memoria histórica que servirá de fundamento al
proyecto político
revolucionario bolivariano donde
se redefine una nueva concepción integral de lo colectivo, que ha
generado
nuevas significaciones sobre el pasado, particularmente
entre los sectores populares que habían
sido postergados y segregados por los gobiernos burgueses de la IV
República. Logra de esta manera propiciar una toma de conciencia en
la población para desmontar la ideología neocolonial inducida por
la cultura del petróleo, para que lograse
entender sus
orígenes
y las verdaderas causas históricas de la exclusión social. Chávez
rescata la
idea de
que la Revolución es una mujer, de que en esta Revolución ellas
cumplen
un papel protagónico fundamental.
La
propuesta de una filosofía,
de un ideario chavista ha hecho que los
20 años en Revolución que hemos pasado hasta el presente, hayan
producido en la sociedad venezolana profundos cambios
socioculturales, económicos
y políticos que han resuelto buena parte de las profundas carencias
heredadas de la IV República en los campos de la educación, la
salud, la vivienda, la alimentación y sobre todo en el alto nivel de
conciencia histórica
y de organización sociopolítica
alcanzado por la población venezolana.
Todo
ello
ha convertido a
la Venezuela Bolivariana en
un mal ejemplo para los 40 millones de pobres e indigentes que
existen en Estados Unidos y para los millones de pobres
que existen en Colombia, Ecuador, Perú,
Chile, Argentina y Brasil. En
Francia, el
imperio norteamericano, la Unión
Europea la OEA, el Cartel de Lima, en complicidad con los sectores
traidores de la burguesía
venezolana, intentan
-como vemos en este momento- eliminar nuestra Revolución. Sin
embargo,
en el nuevo mundo multipolar
que se desarrolló gracias a las
políticas
internacionales
propugnadas por el Comandante Chávez y
líderes
de otros
países
progresistas como China, Rusia, Irán,
Turquía,
La India, Argelia, México, Uruguay, Bolivia, Cuba, el
Caribe insular y
el Caricom. Sudáfrica
y el bloque de países
no alineados apoyan nuestra lucha por ser un país libre y soberano.
La mayor y mejor prueba de que en Venezuela existe un proyecto político con sólidas bases, es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), que reviste a la Nación del inquebrantable poder soberano, garantizando derechos fundamentales, inalienables e impostergables. La CRBV es la mejor arma que posee el pueblo para mantener su estabilidad política, económica y social, que se encuentran en constante ataque, poniéndole pruebas al Poder Popular y a su capacidad de construir Patria.
ResponderEliminarEl pueblo tiene sobre sí, la responsabilidad de conservar el legado de quienes de manera valiente sentaron las bases de su identidad, en continua revisión de los pasos que deben darse para alcanzar los ideales colectivos, bajo los principios de libertad, igualdad, justicia y paz.
La alocución televisiva en la que para ese entonces Teniente Coronel: Hugo Chávez anunció su rendición sirvió para aumentar su popularidad entre muchos venezolanos, especialmente de bajos recursos, que se veían especialmente afectados por las medidas económicas. Este hecho radicalmente la vida política venezolana siendo el primero fue presidente de la república desde 1999 hasta 2013.
ResponderEliminarComo formación ideológica tenemos un gran avance la cual radica en el Árbol de las Tres Raíces con una construcción de un Movimiento Bolivariano, Robinsoniano y Zamorano.
Hoy ya a 20 años de Revolución Bolivariana y con un camino en transición al socialismo hemos creado conciencia y un cambio cultural en un pequeño número de la población y hoy la Guerra económica con la injerencia internacional buscar destruir a toda costa. ¡NO LO LOGRARAN!