Una historia de intervencionismos extranjeros en Venezuela y de resistencia patriĆ³tica. Manuel Celis


Manuel Nohel Celis Bustillos: Director del NĆŗcleo Antonio JosĆ© de Sucre de la Universidad Exerimental de la Gran Caracas, Estudiante de postgrado de la FEVP.

Hace 117 aƱos las potencias mundiales del siglo XX, el Imperio BritĆ”nico, el Imperio alemĆ”n y el Reino de Italia, asediaron y bombardearon las costas venezolanas. Con la excusa de cobrarle a  la naciĆ³n unas deudas pendientes y de supuestos daƱos a connacionales alemanes, italianos y britĆ”nicos, dichos paĆ­ses rodearon nuestro Caribe y caƱonearon al paĆ­s. Por cierto, la suma que se pretendĆ­a cobrar superaba diez veces lo que realmente debĆ­a Venezuela.

Los caƱonazos de los buques, crucero protegido SMS Vineta, el crucero ligero SMS Falke y el caƱonero SMS Panther alcanzaron a todos los habitantes de Puerto Cabello, La Guaira, CumanĆ”, CarĆŗpano y las bocas del Orinoco, sin discriminar afectos o desafectos al gobierno de Cipriano Castro. TambiĆ©n se unieron al bloqueo, buques de Holanda, BĆ©lgica y EspaƱa. El Presidente Castro, quien no era socialista, asumiĆ³ una posiciĆ³n polĆ­tica nacionalista y se defendiĆ³ con la retumbante proclama: "La planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria".

La verdadera razĆ³n de la agresiĆ³n a la Patria de BolĆ­var fue que esas potencias extranjeras, Alemania, Italia y el Imperio BritĆ”nico, tenĆ­an inversiones en Venezuela. La New York & BermĆŗdez Company se ocupaba de la explotaciĆ³n del Lago de asfalto de Guanoco y de algunos pozos petroleros que perforĆ³ en la misma zona. Las empresas alemanas, por su parte, se ocupaban de  la construcciĆ³n de la red ferroviaria en especial la del Gran Ferrocarril de Venezuela. Estados Unidos, les estaba ladrando en la boca de la cueva a estas potencias mundiales. La Doctrina Monroe habĆ­a comenzado a ejercer sus presiones para apoderarse de las naciones Latinoamericanas y de sus riquezas.

Cipriano Castro, comprendiendo la gravedad del asunto, hizo un llamado a afectos y detractores para defender la naciĆ³n. Aunque, los caudillos venezolanos estaban en guerra, decidieron defender la causa nacional. Entre muchos de quienes se sumaronen la defensa de la Patria estuvieron el "Mocho" HernĆ”ndez y su Partido Liberal Nacionalista. En las principales ciudades del paĆ­s se produjeron manifestaciones de apoyo al Presidente Cipriano Castro, en lo que se considera como una importante evidencia de nacionalismo antiimperialista. Incluso pacifistas como el Doctor JosĆ© Gregorio HernĆ”ndez se enrolaron como voluntarios.

    Hoy, un siglo despuĆ©s, la potencia mĆ”s grande y violenta de la historia de la humanidad, el Gobierno de los Estados Unidos, seguido por un coro de gobiernos de ultraderecha, como Colombia, Chile, Costa Rica, entre otros, amenazan a Venezuela con invadirla militarmente y con ingresar de forma violenta y sin ningĆŗn tipo de autorizaciĆ³n, una supuesta ayuda humanitaria de alimentos y medicinas.

    Los primeros caƱonazos “modernos” llegaron vĆ­a Twitter, Facebook, Instagram. Bombardearon por dos largos aƱos, por lo menos, las mentes de varias decenas de venezolanas y venezolanos, quienes el 23 de febrero de 2019, pedĆ­an a gritos que Estados Unidos invadiera el paĆ­s con su fuerza de marines.

    La segunda vanguardia fue un concierto en CĆŗcuta, con mĆ”s de cien artistas nacionales e internacionales que lloraban por la “crisis venezolana” y pedĆ­an, tambiĆ©n a gritos, la intervenciĆ³n militar gringa en suelo venezolano. 

    SimultĆ”neamente los caƱonazos de las agencias de noticias mundiales no se hicieron esperar, CNN en espaƱol, AFP, Reuters, AssociatedPress (AP), Deutsche Presse-Agentur (DPA), Agencia EFE, UnitedPress International (UPI), Europa Press, entre otras decenas de cadenas informativas, divulgaron por el mundo sobre la “Dictadura de Maduro en Venezuela” y la necesidad de recaudar mĆ”s de cien millones de dĆ³lares, para contribuir a la “ayuda humanitaria” para el paĆ­s.

    Previa invasiĆ³n militar, hace aƱos estĆ”bamos invadidos con miles de noticias y de fake news que infundieron miedo y terror en miles de compatriotas y en otras naciones latinoamericanas, que exhortaban al Gobierno de Estados Unidos, para una intervenciĆ³n militar en Venezuela.

    DespuĆ©s de tantas ofensas, injurias, maldiciones y millones de caracteres contra la patria de BolĆ­var, con la uniĆ³n cĆ­vico – militar impulsada por el Comandante ChĆ”vez y sostenida por el Presidente Constitucional de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela, NicolĆ”s Maduro Moros, ha triunfado la paz en el paĆ­s.

    La violencia se desatĆ³. Quemaron una de dos gandolas que “traĆ­a la ayuda humanitaria”, lanzaron bombas molotov contra personas y bienes, atropellaron personas con tanquetas robadas a la Guardia Nacional Bolivariana, un diputado y su primo estuvieron festejando el viernes y sĆ”bado, acompaƱados de dos mujeres, quienes se cree que los drogaron y robaron; el primo falleciĆ³, segĆŗn un diario colombiano; se enfrentaron grupos armados y violentos, y todo ocurriĆ³ en la frontera entre Colombia y Venezuela, del lado colombiano.

    Las mentiras, la violencia, la falsa ayuda humanitaria, los improperios, el odio, el racismo, los falsos positivos, los fake news, se quedaron del lado colombiano, junto con los Presidentes tĆ­teres IvĆ”n Duque, PiƱera y el autoproclamado Presidente de Venezuela, Juan GuaidĆ³. Todo se quedĆ³ del lado colombiano y no lograron penetrar la frontera de Venezuela. No pudieron profanar el sagrado suelo Bolivariano.

    TriunfĆ³ la paz. La resistencia ancestral del pueblo venezolano, la diplomacia de paz impulsada por el Presidente de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela, NicolĆ”s Maduro, se consolidĆ³. El 24 de febrero, cuando muchas y muchos esperaban ver sangre y desasosiego en el paĆ­s, estĆ”bamos celebrando un domingo de paz, de descanso, de esperanza, con el apoyo de mĆ”s de cien paĆ­ses en el mundo pidiendo por el NO INJERENCISMO extranjero en Venezuela. Los Pueblos de Estados Unidos, Europa, LatinoamĆ©rica, Ɓfrica levantaron sus voces en un solo coro contra el intervencionismo gringo en el paĆ­s y a favor de la paz.

    Aunque persisten las amenazas del Gobierno de Estados Unidos, aunque permanecen nuestros recursos financieros bloqueados en Gran BretaƱa, aunque seguimos sancionados por algunos paĆ­ses de Europa, hoy podemos decir que en Venezuela vivimos en paz. Estamos trabajando por superar nuestras dificultades, nuestros problemas econĆ³micos, nuestras necesidades bĆ”sicas. Seguimos construyendo universidades, produciendo, aĆŗn con nuestra economĆ­a bloqueada, seguimos haciendo y entregando viviendas dignas.

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