José Gregorio Linares: Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Profesor Investigador de la Escuela Venezolana de Planificación.
El primer intento de invasión de EEUU contra Venezuela se llevó a cabo entre junio y agosto de 1819. El presidente James Monroe envió tres buques de guerra para atacar nuestro país si el Libertador no accedía a devolverle dos fragatas (la Tigre y la Libertad) de nacionalidad estadounidenses que habían sido incautadas por contrabandear armas y víveres a favor de los realistas.
El primer intento de invasión de EEUU contra Venezuela se llevó a cabo entre junio y agosto de 1819. El presidente James Monroe envió tres buques de guerra para atacar nuestro país si el Libertador no accedía a devolverle dos fragatas (la Tigre y la Libertad) de nacionalidad estadounidenses que habían sido incautadas por contrabandear armas y víveres a favor de los realistas.
El hecho es que un año antes, a
mediados de 1818, EEUU había enviado a Juan Bautista Irvine como su primer
embajador para cumplir con la misión de que le devolvieran las embarcaciones y
les resarcieran monetariamente con el pago de una indemnización. Pero el
diplomático fracasó. Bolívar se negó a complacer sus pretensiones porque las
referidas naves habían violado el bloqueo impuesto por los patriotas a los
puertos enemigos, con lo que infringieron el decreto del 6 de enero de 1817 que
establecía que “todo buque sin excepción de Nación, que después de cuarenta
días de la fecha, sea tomado a tres millas de dichos puertos de Guayana,
Cumaná, La Guaira y Puerto Cabello, será buena presa, sin admitir excusa alguna
o pretexto”. De hecho-subraya Bolívar- “Las goletas Tigre y Libertad han venido
a traer armas y pertrechos a los sitiados, y por esto cesan de ser neutrales,
se convierten en beligerantes, y nosotros hemos adquirido el derecho de
apresarlas por cualquier medio que pudiésemos ejecutarlo”. Ante esta
determinación, Irvine denuncia al Libertador ante su gobierno. Expresa (6 de
octubre de 1818): “El régimen del
Dictador Bolívar ha producido desórdenes que necesitarán mucho tiempo
para reparar; he terminado mi correspondencia y no deseo tener más roces con
él; regresaré a los Estados Unidos". Luego de participar como invitado en
el Congreso de Angostura (15 de febrero de 1819), vuelve a EEUU, donde calificó
a Bolívar como “general charlatán y
político truhan”.
Entonces el
gobierno de Monroe fraguó la retaliación. Planificó la invasión contra nuestra
República si Bolívar no se retractaba y seguía negándose a devolver las naves
en litigio y a pagar indemnizaciones. Para ello comisionó al Comodoro Oliver
Hazard Perry, uno de los oficiales de la Marina de EEUU de más prestigio para
entonces, pues jugó un papel decisivo en la victoria del 10 de septiembre de
1813, en el Lago Erie, uno de los grandes triunfos navales estadounidenses de
la Guerra de 1812 contra Gran Bretaña. De él dijo un contemporáneo “La
imaginación del pueblo estadounidense se vio cautiva por los incidentes
singulares de una batalla en la que todo parecía haber fluido de la destreza
personal de un hombre, Oliver H. Perry; y donde quiera que viniera, la multitud
salió a darle la bienvenida”.
Así, en
junio de 1819 el presidente Monroe le confiere el mando de tres buques de
guerra y le nombra ministro plenipotenciario para cumplir con la misión que
Irvine no pudo consumar. El héroe patriota debía convertirse en invasor de una
nación que luchaba por su independencia. La superioridad militar fue suficiente
argumento para coaccionar a nuestro gobierno. De este modo, sus demandas fueron
finalmente satisfechas por el entonces vicepresidente de la República Francisco
Antonio Zea, cuando el presidente Bolívar se encontraba fuera de Venezuela liberando
la actual Colombia. Las goletas fueron devueltas a EEUU que además recibió una
indemnización. De esta manera, amparado en la
fuerza, EEUU violaba el derecho
internacional y el sentido de justicia. Esta capitulación fue calificada por el
Libertador como "un acto de humillante debilidad".
Lo cierto
es que Oliver Perry, al frente de los buques de guerra con los que pretendía
invadir la República, iba altivo y triunfante de regreso a su país. No pudo
llegar. Se enfermó de malaria y el 23 de agosto de 1819 falleció a bordo de la
nave “USS Adams” cuando pasaba frente al Golfo de Paria. Desde entonces a esa
bahía sus moradores la llaman entre ellos “GOLFO DE PATRIA”. Así terminó el
primer intento de invasión de EEUU a Venezuela.
Años
después, en la década del 70 del siglo XX, la armada estadounidense bautizó un tipo de
fragata con el nombre de Oliver Hazard Perry. Su objetivo principal es la
escolta y la guerra submarina. Les ha tocado surcar los mares del mundo entero,
e incluso han participado en conflictos bélicos; sin embargo no se atreven a
acercarse a las peligrosas aguas que circundan el Golfo de Paria, cuyas
corrientes submarinas implican un alto riesgo por los remolinos que se forman
en sus inmediaciones. Prudentemente, los buques “Oliver Hazard Perry”, pasan
lejos del Golfo de Paria, del cual no quieren oír ni hablar. Lo consideran una
amenaza inusual y extraordinaria para su seguridad.
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