Farruco Sesto. Arquitecto, escritor, poeta y político. Ha sido Ministro de Cultura y Ministro de Vivienda y Hábitat. Es catedrático de la FEVP.
Algunos amigos leales de otros países, de los que uno se encuentra en el camino de la vida, de buena fe se admiran de que la República Bolivariana de Venezuela sepa resistir tanto odio, tanto asedio, tanta difamación. Me preguntan dónde está el secreto. Puesto que los milagros no existen, ¿cuál es la fórmula para tan formidable resistencia?
Les digo a los amigos, pero también a los enemigos
para que lo anoten, lo que nosotros ya sabemos: la imbatibilidad de nuestra
revolución es el resultado de la combinación de tres poderosas fuerzas
orgánicas que se entrelazan entre sí. Ellas son:
El núcleo duro del chavismo popular en sus distintas
formas de organización (entre las que destaca particularmente el PSUV), que
suman unos cuantos millones de
compatriotas irreductibles).
La dirigencia
revolucionaria leal y consecuente (tal como lo demuestra cada día) tanto en
funciones de gobierno como de partido, con una experiencia acumulada de ya unos
cuantos años, en un proceso de afinación
constante.
Y la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, con su conciencia plenamente asumida de ser el
pueblo en armas, con todo lo que ello significa, leales siempre, traidores
nunca.
Además, hay un cauce estratégico por donde esas tres
fuerzas avanzan en la creación del socialismo. Y luego está el universo
intangible de ideas y valores que alimenta nuestra moral de combate.
El gran cauce estratégico donde esas tres fuerzas
interactúan y avanzan en función del proyecto emancipador, no es otro sino la unidad
cívico-militar.
Entre las ideas y valores me gusta destacar la
fuerza de la memoria histórica que es cultura arraigada en nuestro pueblo, la
fuerza del amor en batalla por nuestra propia emancipación y por la causa
humana, y la responsabilidad asumida por nuestra generación de darle forma a la construcción de
un futuro mejor, de plena humanidad, para nuestra patria.
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