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Comunidad Terapéutica y de Aprendizaje de la Unidad de Terapias Complementarias del Instituto Venezolano de investigaciones Científicas |
Dr. Javier Nouel. Educador, naturópata, promotor cultural. Docente investigador de la FEVP. Responsable de la mesa de comunidad del Congreso Permanente de Medicinas Naturales y Terapias Complementarias. Tutor de la Comunidad Terapéutica de Aprendizaje de la Unidad de Terapias Complementarias del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
Resumen. El presente ensayo propone el reconocimiento
de otros enfoques de salud que conviven en Venezuela con el modelo biomédico convencional
institucionalizado, el cual recoge la información y propuestas construidas
desde el Congreso Permanente de Medicinas Naturales y Terapias Complementarias conformado
en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas en octubre del 2019.
La propuesta fue presentada en las mesas de trabajo que se realizan en el
Ministerio del Poder Popular para la Salud con el fin de regular el tema de las
Medicinas Tradicionales y Terapias Complementarias en el país.
Desde qué lugar se hace la propuesta
Toda propuesta surge de una forma
particular de entender la realidad; en tal sentido, se hace necesario definir
el enfoque del cual partimos.
La propuesta emerge de un enfoque
integrativo (holístico y crítico), partiendo del concepto de salud colectiva,
el cual relaciona a su vez los problemas de salud de las sociedades
contemporáneas con factores político-económico (epidemiología crítica),
denunciando al modelo capitalista, en particular el neoliberal privatizador,
heredero de la colonia, como un elemento decisivo, en donde las grandes
corporaciones intervienen e influyen en la investigación así como en las
normativas, praxis, formación universitarias, mercados y culturas, en donde las
otras formas de sanar son excluidas. Así mismo, se reconoce el surgimiento y
fortalecimiento de otras formas de entender el mundo -Epistemologías del Sur (Sousa, 2009)- distintas a las formas dominantes desde el mundo colonial, en la que pueden
convivir armónicamente distintas visiones, culturas, y en lo que respecta al
siguiente ensayo, a las distintas formas de sanar (enfoques de salud diversas),
constituyéndose en bases epistémicas de otras formas de conocer, hacer, ser, convivir
y sentir el mundo como proyectos varios de emancipación social, que comprenden
la herencia colonialista de los enfoques seculares modernos. Se trata de un
reto que se convierte en una necesidad urgente en el marco de un modelo médico
alopático insuficiente, altamente influenciado por los intereses de las grandes
corporaciones, y con un bloqueo financiero asfixiante contra toda una nación,
que inevitablemente afecta al sistema de salud público.
En tal sentido, y desde este
lugar de enunciación, no preguntamos: ¿por qué reconocer las otras formas de
sanar?
1.-Cambios epidemiológicos, el enfoque reduccionista mecanicista del
modelo biomédico dominante y la influencia de la industria
El primer
elemento a considerar está relacionado a los cambios epidemiológicos suscitados
desde el siglo XX. Hoy en día, las principales causas de muerte y enfermedad
(mortalidad y morbilidad) son las enfermedades crónicas no transmisibles como
diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otros.
El modelo alopático convencional
está basado en el enfoque germinal que particularmente fue desarrollado por
Abraham Flexner en el año 1914 (por lo que se le conoce como el modelo
flexneriano). Flexner era un educar sionista estadounidense que trabajaba para
la “Fundación Carnegie para el Avance de la Educación” y estaba vinculado con
el “Instituto Rockefeller”, dirigido por su hermano, el médico virólogo Simon
Flexner. Su enfoque era el resultado de los avances históricos referentes al
conocimiento novedoso de las enfermedades infecciosas y fue expandido por todo
el planeta, siendo importante pilar al
modelo biomédico dominante basado en la industria farmacéutica[1],
desplazando los otros modelos, algunos de los cuales eran más integrales[2].
Este enfoque dominante es unicausal, en tanto, hace énfasis en la noxa patógena como fuente de la
enfermedad, minimizando la multicausalidad del fenómeno salud enfermedad
(Molina y González-Méndez, 2008: 27; Bracho, 1995: 92).
Con los cambios epidemiológicos
actuales, el modelo biomédico, mecanicista, reduccionista y unicausal, se
enfrenta con dificultades para dar respuesta a las Enfermedades Crónicas No Transmisibles
(ECNT), por su carácter multicausal y complejo (Molina y González-Méndez, 2008:
28; Pollak-Eltz, 2001: 15; Bhat, 1998:10). Las ECNT están muy vinculadas al
estilo de vida, la alimentación, al manejo emocional del estrés, por lo que
podemos considerarlas enfermedades multicausales y sociales, en tanto los
hábitos alimentarios han sido impactados por las grandes corporaciones, que han
incorporado e impuestos alimentos procesados y ultraprocesados vinculadas a
dichas enfermedades[3].
2.-Muchas otras formas de sanar tienen una mirada integral adecuada
para abordar las Enfermedades Crónicas No transmisibles
Muchas otras formas de sanar, consideran
no solo los aspectos físicos del fenómeno salud-enfermedad, sino que, por el
contrario, consideran aspectos sociales, emocionales, espirituales, entre otras
(Pollak-Eltz, 2001: 14; 2013; Bhat, 1985: 47); muchos de los cuales, consideran
cambios importantes en la alimentación y sistema de creencias (Bhat, 1998: 98),
que en el modelo biomédico dominante no se considera (Bracho, 1995:92) en
particular por fragmentar las especialidades médicas de la nutrición, la
psicología, el ejercicio físico, entre otras. Las ECNT requieren abordajes de
este tipo, no solo curativas, mecanicistas y reduccionistas.
Así mismo, otras formas de sanar
impulsan estilos de vida y alimentación preventivas, lo cual se considera un
factor preponderante para dar respuesta a las nuevas condiciones
epidemiológicas contemporáneas[4].
3.-Aprovechamiento de los recursos locales
Muchas otras formas de sanar como
la naturopatía, las medicinas indígenas, el naturismo, entre otras, aprovechan
recursos locales muy económicos como plantas medicinales de cada territorio,
agua, aire, tierra, ejercicio físico, control psico afectivo, terapias
manuales, lo que se presenta como una gran oportunidad en el contexto
contemporáneo, sobre todo en la atención primaria (por ejemplo gripes,
parasitosis, indigestión) o con las enfermedades crónicas no transmisibles (Bhat,
2006: XXII; Bhat, 1998:96; OMS, 2013: 29; Pollak-Eltz, 2001: 10).
4.-Vinculación con las culturas locales
La sanación no solo pasa por la
curación de los síntomas físicos de una enfermedad; en particular cuando
entendemos las enfermedades crónicas no trasmisibles, lo cual está relacionado
con estilos de vida, sistemas de creencias en el manejo del estrés, entre otros
factores. Muchas de las otras formas de sanar, relacionan aspectos culturales
en el proceso de sanación, considerando que esos aspectos culturales están
relacionadas y no son ajenas a cada pueblo (Pollak-Eltz, 2001: 12; OMS, 2013:
27; Bhat, 1998:98); por el contrario, el modelo biomédico dominante puede
presentarse como un enfoque ajeno a las culturas locales (Pollak-Eltz, 2001: 10),
en particular a las no urbanas.
Las otras formas de sanar
provienen y reconocen los saberes populares y ancestrales, los cuales no son
solo curiosidades de antropólogos y museos, sino que, por el contrario, poseen
saberes que pueden dar respuesta a los problemas de nuestra contemporaneidad.
5.-Iatrogenia
La iatrogenia se refiere a los
efectos colaterales de la práctica médica que generan nuevos padecimientos. En
el mundo contemporáneo son cada vez mayores estos efectos productos de la
sobremedicación, el abuso de cirugías, entre otros del modelo biomédico
contemporáneo (Bracho, 1995: 81). Por el contrario, muchos enfoques de las
otras formas de sanar llegan a tener mínimos efectos iatrogénicos.
Sobre este tema la OMS asegura
que en el mundo:
Cuatro de cada diez pacientes
sufren daños en la atención primaria de salud y los servicios ambulatorios. Los
errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico y la
prescripción y uso de medicamentos. Se estima que los errores de medicación
entrañan por sí mismos costos de unos US$ 42 000 millones cada año. Los
procedimientos quirúrgicos poco seguros provocan complicaciones en hasta un 25%
de los pacientes, lo que desemboca en 1 millón de muertes anuales durante las
intervenciones quirúrgicas, o inmediatamente después (…)
La clave para mejorar la seguridad
de la atención de salud es el fomento de la participación de los pacientes. De
ese modo se puede reducir la carga de daños hasta en un 15%, lo que permitiría
ahorrar miles de millones de dólares cada año (2019)
En general, las otras formas de
sanar, al tener una mirada integral de la salud, promueven la participación de
la ciudadanía, lo que se constituye en un factor fundamental para reconocerlas.
6.-Sistemas de salud saturados y costosos y los lineamientos de la OMS
En todo el planeta el modelo
biomédico es muy costoso y los sistemas de salud públicos están saturados por
lo que la OMS impulsa el estudio, formación y práctica de otras formas de
sanar, que caracteriza con el nombre de Medicinas Tradicionales y Terapias Complementarias,
como una estrategia fundamental para alcanzar la cobertura universal.
La Organización Mundial de la
Salud reconoce las otras formas de sanar desde el año 1978, en parte por los
argumentos anteriormente expuestos. Actualmente está vigente el documento
Estrategia de la OMS sobre Medicina tradicional 2014-2023 (OMS, 2013).
7.-Venezuela como República multiétnica y pluricultural de democracia
participativa
En el preámbulo de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se reconoce a la
república por su carácter multiétnico y pluricultural, esto está relacionado a
su vez con los artículos 83 y 84 en los que se reconoce el derecho de la
ciudadanía a participar en las políticas públicas de salud desde su diseño
hasta su contraloría. Así mismo, el artículo 122 reconoce los modelos médicos
indígenas, siendo un importante avance en el reconocimiento de las otras formas
de sanar.
Nodos críticos
Sin embargo, existen ciertos
nodos críticos que han dificultado que se logre el reconocimiento de las otras
formas de sanar que tratamos de caracterizar a continuación:
1.-Paradigma excluyente
El paradigma base de las ciencias
dominantes, que en nuestro territorio comienzan con fuerza en el siglo XVIII,
en el marco del posicionamiento del movimiento ilustrador en España, a través
del Protomedicato de Caracas de 1777, posee ciertos rasgos epistémicos que se
posicionan como dispositivos epistémicos de exclusión[5]
lo cual genera que el profesional técnico de las ciencias de la salud sea
formado desde la academia con una mirada prejuiciosa con respecto a las otras
formas de sanar. El metarelato de la formación académica y las instituciones
oficiales heredadas de la colonia procura la delimitación de los saberes a un
solo enfoque, el científico occidental, lo que se refleja en el modelo
biomédico, por lo que las otras formas de sanar son excluidas y rechazadas sin
sustentos científicos, sino por prejuicios epistémicos, por lo que acuñamos el
término colonialidad del saber de Lander (2000).
Este prejuicio presente en la
institucionalidad heredera de la colonia no ha permitido que se generen
metodologías de acción y sistematización de las distintas prácticas de
medicinas tradicionales y terapias complementarias, por lo que los datos con
los que se cuentan están diseminados en distintos centros de investigación más
bien vinculadas a las ciencias sociales (etnomedicina, antropología, entre
otros), pero con poca incidencia en el Ministerio del Poder Popular para la Salud.
A pesar de esta realidad, en la
historia se evidencia que el proyecto moderno de sistema de salud que comienza
en 1777, reconoció a curanderos sin formación académica, entre otras cosas,
probablemente porque fueron capaces de demostrar ante los tribunales del
Protomedicato que sus procedimientos eran efectivos, así por la necesidad de
abarcar a sociedades donde habían muy pocos médicos formados en academias.
2.-Presencia de charlatanes
El no reconocimiento de las otras
formas de sanar y su clandestinización genera, entre otras cosas, que muchos
charlatanes o personas no aptas para sanar, se beneficien económicamente de la
necesidad de la ciudadanía, que busca alternativas, ante las limitaciones del
modelo biomédico dominante.
3.-Disciplinariedad cerrada ante los avances de la transdiciplinariedad
y el diálogo de saberes
A pesar que las tendencias
mundiales emergentes procuran superar la mirada fragmentaria, mecanicista y
reduccionistas del enfoque científico dominante y su reflejo en el modelo
biomédico, las academias e instituciones parecen cambiar con mayor lentitud por
lo que se evidencia que aún hay reflejos de la disciplinariedad cerrada y la hiperespcialización
que dificulta el reconocimiento de otros saberes (Molina y González-Méndez,
2008: 28), o como le llamó Orlando Fals Borda (1980), de las ciencias
populares.
Oportunidades
El escenario actual presenta
diversas oportunidades que enumeramos a continuación:
1.-El Ejecutivo Nacional ha
mostrado interés en el tema, lo que se evidencia en la creación de la Comisión
Nacional de Terapias Complementarias (CONATEC) desde el año 2001; y más recientemente
con la creación de la Dirección de Salud Indígena, Intercultural y Terapias
Complementarias; así como en la creación del Plan Salud 100% Natural de la Misión
Hogares de la Patria, en la que se forman promotores y promotoras de salud
natural en todo el país.
2.-Diversas instituciones venezolanas
impulsan las MTTC aunque de forma desarticulada. Tal es el caso del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas que cuenta con una Unidad de Terapias
Complementarias. Centros académicos como la Universidad Nacional Experimental
Simón Rodríguez, la Universidad Nacional Experimental de las Artes, la
Universidad Politécnica Territorial de Mérida Kléber Ramírez, entre otras, han
avanzado en distintos cursos no conducentes a grado relacionado a las medicinas
tradicionales y terapias complementarias. Así mismo, el Consejo Legislativo del
Estado Lara, la Alcaldía de Caracas, la Alcaldía de Caroní y la Gobernación del
Edo. Cojedes, impulsan centros de atención donde integran a la medicina
alopática y a otras formas de sanar.
3.-En todo el país hay
organizaciones sociales, escuelas, entre otras instituciones privadas que
impulsan otras formas de sanar al margen de una institucionalidad neocolonial
heredada que las invisibiliza.
4.-Hasta el momento, desde 1996
se han realizado 8 Congresos Nacionales de Medicinas Naturales y Terapias
Complementarias, quedando como saldo organizativo el Congreso Permanente, el
cual nuclea individualidades y organizaciones de distintos estados del país.
5.-Otra gran oportunidad es el surgimiento de visiones que permiten el reconocimiento y el diálogo con otros
enfoques, incluyendo las otras formas de sanar.
Experiencias en otros países
La República Popular China es uno
de los grandes impulsores de las MTTC, siendo el principal aliado de la OMS. En
sus sistema nacional de salud convive el modelo biomédico con la Medicina
Tradicional China, la cual no solo se práctica en China, sino que se practica
en todo el mundo, con particular avance en los países occidentales. Por ejemplo,
la acupuntura es utilizada ´de forma reconocida en 103 países (OMS, 2013: 22).
India es otra referencia. La medicina ayurveda y sus múltiples
variantes dan respuesta a buena parte de ese enorme país, contando con “508
facultades con una capacidad de admisión de 25.586 estudiantes por año; 117 de
esas facultades también admiten a 2.493 estudiantes de posgrado” (Ibídem: 30).
En Latinoamérica contamos con
experiencias interesantísimas, reconocidas por la OMS y la OPS como es el caso
de Cuba, Nicaragua y México.
Todo lo antes planteado, muestra
un escenario propicio y necesario para reconocer que existen otras formas de
sanar distintas al modelo biomédico que deriva del enfoque empírico analítico
neocolonial eurocéntrico; y este reconocimiento no es solo por capricho de
antropólogos comprometidos, sino, por el contrario, se posiciona, tal como lo
reconoce la OMS, como una necesidad para mejorar y ampliar el acceso a la salud
como derecho fundamental de los pueblos.
Referencias
Amodio, Emanuele (1997). Curanderos y Médicos Ilustrados. La creación
del Protomedicato en Venezuela a finales del Siglo XVIII en Revista
Asclepio-Vol XLIX-I-1997, España: Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Disponible en:
file:///C:/Users/vit/Desktop/Curanderos%20y%20m%C3%A9dicos%20ilustrados.pdf
Bhat, Keshava (1985). Herbolario Tropical: una manera sencilla de
vivir mejor. Caracas:
Ediciones Vivir Mejor.
Bhat, Keshava (1998). Good bye to Ruling Scientific Model, Proposal for a New Science. Caracas:
Ediciones Vivir Mejor.
Bhat, Keshava (2006). Las Bases del Naturismo. Caracas:
Ediciones Vivir Mejor.
Bracho, Frank (1995). Del Materialismo al Bienestar Integral. El
imperativo de una nueva civilización. Caracas: Ediciones Vivir Mejor.
Fals Borda, Orlando (1980). La
ciencia y el pueblo: nuevas reflexiones en Salazar, María (2006). La investigación acción-participativa.
Inicios y desarrollos. Madrid: Editorial Popular.
Lander, Edgardo (2000). Ciencias
sociales: saberes coloniales y eurocéntricos en Lander, Edgardo (Editor)
(2000). La colonialidad del saber:
eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: Clacso.
Molina, Tivizay y
González-Méndez, Heriberto (2008). Medicina
Holística. Un enfoque de la Medicina acorde con el paradigma emergente de la
ciencia. Mérida: Universidad de los Andes. Consejo de Publicaciones.
Organización Mundial de la Salud
(2013). Estrategia de la OMS sobre
medicina tradicional 2014-2023. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.
Disponible: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/95008/1/9789243506098_spa.pdf
[Consulta: 2020, febrero 09]
Organización Panamericana de la
Salud (2015). Alimentos y bebidas
ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e
implicaciones para las políticas públicas, OPS, Disponible: http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/7698/9789275318645_esp.pdf?ua=1
[Consulta: 2017, enero: 6]
Pollak-Eltz, Angelina (2001). La Medicina Tradicional Venezolana.
Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
Sousa, Boaventura de (2009). Introducción: Las epistemologías del sur. Disponible: http://www.boaventuradesousasantos.pt/
media/INTRODUCCION_BSS.pdf [Consulta: 2015, enero 26]
Referencias electrónicas
OMS (2019). La OMS hace un
llamamiento urgente para reducir los daños causados al paciente en la atención
de salud
Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/detail/13-09-2019-who-calls-for-urgent-action-to-reduce-patient-harm-in-healthcare
Nouel; Javier (2019).
Deconstrucción de la mirada neocolonial de la agroalimentación y la salud en
América Latina y el Caribe. Primera parte.
Disponible en: http://escuelavenezolanadeplanificacion.blogspot.com/2019/08/deconstruccion-de-la-mirada-neocolonial.html
[1]
Sobre la influencia de la industria sobre los sistemas de salud, la OMS (2008)
asegura:
Como saben la mayoría de los
líderes de salud, los sistemas sanitarios están sujetos a poderosas fuerzas e
influencias, que a menudo prevalecen sobre la definición racional de las
prioridades o políticas y hacen que los sistemas de salud se desvíen de sus objetivos
iniciales (…)
Entre los factores que
impulsan ese crecimiento se encuentran los intereses y tradiciones
profesionales, así como el importante peso económico de la industria de la
salud (tecnología y productos farmacéuticos) (12).
Por su
parte, González-Mendez y Molina (2008) exponen que: “La asistencia médica se ve
cada vez más influenciada por la industria y los intereses económicos de las
grandes empresas” (28).
[2] En
el continente suramericano, el primer intento de desplazar los otros enfoques
de salud vino de la mano del proyecto ilustrador europeo. En Venezuela el
Protomedicato de Caracas de 1777 buscaba normar la práctica médica desde el
imperio español, por lo que se sometió a escrutinio a los practicantes de todas
las diversas formas de sanar, imponiendo el modelo científico europeo (Amodio,
1997). Sin llegar a negar los avances que pudo suponer este paso en la creación
de los sistemas de salud público modernos, se puede considerar este evento como
el primer intento por dominar y controlar negando la diversidad de formas de
sanar. Sin embargo, el Protomedicato de Caracas autorizó a curanderos de
distintas tradiciones sin formación académica para seguir con la práctica
médica.
[3]
Sobre este tema revisar OPS, 2015; Instituto Nacional de Nutrición, 2015.
[4] Al
respecto es importante revisar el documento de la OMS (2013) Estrategias sobre
las Medicinas Tradicionales 2014-2023
[5] Para
profundizar en el tema, leer a: Nouel (2019) Deconstrucción
de la mirada neocolonial de la agroalimentación y la salud en América Latina y
el Caribe. Primera parte.
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