Cultura posmoderna en la era del conocimiento. Emiro Torres


Autor: MSc. Emiro A. Torres Paredes
Director de Informática de la FEVP

emirotorres243@hotmail.com                                                                                     emirotorres243@gmail.com

INTRODUCCION:

El desarrollo y evolución de la sociedad ha generado nuevas filosofías y tendencias del nuevo mundo, entre estas la Postmodernidad o posmodernidad[v1] , siendo este un  término que es difícil de precisar, un concepto contemporáneo de difícil definición. A pesar del gran número de ensayos dedicados al modo artístico, literario, filosófico y cultural posmoderno, la posmodernidad es, en el momento actual, muy difícil de definir categóricamente, tanto por el hecho de que las diversas variantes críticas perciben el fenómeno de diferente manera, como por el hecho de que a esta noción comúnmente hacen referencia perspectivas tan diversas como un nuevo talante social, un estilo de pensamiento, una tendencia estética, unos valores culturales y hasta un determinado momento histórico. 

Históricamente la mayor vinculación entre la ciencia y la tecnología se ha producido a partir del siglo XVII, siglo en el que inicia la postmodernidad[v2] , pasando por la sociedad posindustrial definiéndose como el estado de desarrollo de una sociedad en la que el sector servicios genera más riqueza que el sector industrial de la economía, donde su fuerza de trabajo, era centralizada en los servicios y dirigida hacia profesionales y técnicos con conocimientos teóricos en aéreas especificas[v3] , generando tecnología mecánica y tecnología intelectual, esto trae con si la generación de conocimientos y saberes de satisfacción social, permitiendo la entrada de la era de la cibersociedad entendida como el arte de dirigir y manejar sistemas tecnológicos complejos, y de sociedad que es un grupo de personas que se comunican entre sí buscando el bien común, cibersociedad es un espacio social estructurado a partir de la información virtual, es un espacio invisible pero absorbente y finalmente es una necesidad humana ya sea por el trabajo, la educación, el ocio, las a[v4] ctividades económicas, comerciales y las actividades de la vida, este espacio cibernetico [v5] permitió la generación de la sociedad de la información un proceso de evolución profunda de la vida y las intersecciones entre personas, gobiernos, facultades y organizaciones por el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información y desempeñan un papel esencial en las actividades sociales, culturales y económicas. La noción de sociedad de la información ha sido inspirada por los programas de desarrollo de los países industrializados, y el término ha tenido una connotación más política que teórica, pues a menudo se presenta como una aspiración estratégica que permitiría superar el estancamiento social.

Una sociedad del conocimiento se refiere al tipo de sociedad que se necesita para competir y tener éxito frente a los cambios económicos y políticos del mundo moderno. Asimismo, se refiere a la sociedad que está bien educada, y que se basa en el conocimiento de sus ciudadanos para impulsar la innovación, el espíritu empresarial y el dinamismo de su economía. El conocimiento en sí mismo, siempre ha tenido un rol importante en el desarrollo cultural y la transición social de los grupos y las comunidades, con el fin de mejorar el nivel de vida, sin embargo, se puede destacar que es en el siglo XVII cuando la ciencia moderna produce innovaciones que promueven la llamada Revolución Científica La tecnología [v6] [v7] [v8] está fundamentada en el progreso de la ciencia, también en el progreso moral y ético, todo adelanto científico está condicionado a que la tecnología desarrolle medios que le permitan mejorar sus procedimientos.

            Lo que se define como "sociedad del conocimiento" está fuertemente unida al desarrollo tecnológico. La sociedad del conocimiento es producto de la revolución tecnológica, como en el pasado, la revolución industrial marco un hito en la historia.           Entre las acepciones sobre este concepto podemos señalar, que muchos autores coinciden en la capacidad de las instituciones o personas para adquirir, procesar, aplicar y difundir conocimiento.

            La sociedad del conocimiento, transforma y define a la información como un recurso necesario para su integración social, política y económica. La transición de una sociedad denominada “sociedad de la información” a otra sociedad, tal como se le empieza a indicar, “sociedad del conocimiento”, cuyas bases se sostienen sobre  las estructuras de las redes y recursos de información, en la valorización del conocimiento de todos los miembros que se conforman en grupos y asociaciones a la cual pertenecen y al entorno intra e interinstitucional que lo conforma.

            Entre las áreas de actividad humana en las que las tecnologías de la información están teniendo mayor impacto se encuentran, el aprendizaje y la adquisición de conocimientos; el trabajo; y la comunicación.

            Las comunidades del conocimiento están formadas por un grupo interdisciplinario con el objetivo de diseñar, adaptar e integrar las herramientas, técnicas y recursos necesarios para el manejo del conocimiento.

1. Cultura Posmoderna
Se puede decir que son Significados [v9] y comportamientos  hegemónicos en el contexto social,  compuesta por valores, normas,  ideas , comportamientos, Creencias,  proyectos, conocimientos,  obras, Costumbres[v10] , que  constituyen el modo de vida de  una Sociedad que  dominan los intercambios humanos  en sociedades formalmente  democráticas.

1.1 Posmodernidad
Movimientos Artísticos,  Filosóficos, literarios y  Culturales del siglo XX que  surgen en Oposición a las  Tendencias del Modernismo, esto no quiere decir que el modernismo se acaba, si no que se trata de la superación de las practicas [v11] de las tendencias de la Modernidad, existen muchos aportes y críticas a esta filosofía, como por ejemplo:

Andreas Huyssen: Este autor defiende que la cultura posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y perversiones e intenta defender con sus obras (Dialecta [v12] escondida, Guía de la posmodernidad...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la tecnología, la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura de la imagen.
No es tarea simple explicar qué es la “postmodernidad” como si con ello se quisiera designar a una suerte de escuela de pensamiento a la cuales pertenecen una serie de intelectuales que podemos tildar de postmodernos. La postmodernidad no constituye un campo unificado de ideas claramente identificables que proponen acciones concretas y objetivos a alcanzar. Por ejemplo, si nos proponemos estudiar este concepto podemos tomar libros de Lyotard, Baudrillard, David Harvey, Frederic Jameson, Edward Said, sólo pormencionar algunos de los pensadores más conocidos, y nos daremos cuenta de que no lograremos extraer un solo significado sobre el concepto de postmodernidad. Este concepto ha adquirido una serie de significados ya que ha sido abordado por diferentes disciplinas como la filosofía, estudios culturales, geografía, arte, teatro y la historia entre otras. De esta manera quizás sea más conveniente hablar de postmodernismo en plural y evitar así caer en el error de concebir la postmodernidad como una escuela filosófica.
Bernard Rosenberg (1923-1996) explicaba que la era posmoderna estaba marcada por la cultura de masas y el dominio tecnológico. Este último aspecto, la tecnología, tiene una papel importante en el discurso posmoderno. La nueva realidad virtual, el arte telemático constituyen la expresión del advenimiento de una nueva forma de arte que ha trascendido al moderno propiamente tal.

1.2 Sociedad Posindustrial
La razón por la que se ha llamado Sociedad Postindustrial es para hacer referencia a la época y el proceso de transición de una sociedad que se estableció con base en las consecuencias de la Revolución Industrial del siglo XVIII (la Sociedad Industrial), a la sociedad que se ha establecido con base en la producción de esa nueva tecnología.
El tipo de sociedad que se había generado antes de la Revolución Industrial se conoce como Sociedad Preindustrial. Entre otras cosas, dicha sociedad estaba organizada por relaciones primarias (cara a cara), estilos de vida rurales, la producción agrícola, un sistema económico de gobierno feudal y esclavista, entre otras cosas.
A partir de la Revolución Industrial, la organización de trabajo se transformó hacia la primacía de la producción masiva, donde cada persona forma parte de un gran sistema de fabricación. La innovación tecnológica tiene un auge importante, basado en la lógica coste-beneficio. Con esto, las relaciones laborales se vuelven también salariales y dependientes del mercado.
Posteriormente surge la Sociedad Postindustrial, principalmente a partir de la revolución tecnológica, la transformación de la geopolítica global, la interdependencia económica a escala global, las relaciones entre economía, estado y sociedad, donde el estado regula los mercados, genera competencia a nivel global, y deja de ser estado de bienestar, y finalmente, una reestructuración interna de capitalismo (Castell, 1997 en Sisto, 2009).

Dichas transformaciones han sido explicadas a través de muchos otros conceptos. Tenemos por ejemplo, la sociedad del conocimiento, la sociedad de la información, la era tecnocrática, entre otros. La multiplicidad de términos responde a la necesidad de comprender las distintas formas en las que nuestras sociedades se han desarrollado.

Por ejemplo, si usamos el término “sociedad del conocimiento” seguramente es porque ponemos especial atención a las formas en las que este último se produce, y si hablamos de Sociedad Postindustrial probablemente pondremos más énfasis en las relaciones de producción que se establecen.
La sociedad posindustrial es el estado de desarrollo de una sociedad en la que el sector servicios genera más riqueza que el sector industrial de la economía.
según Bell, D. (1976) la Sociedad Postindustrial  tiene 5características :
1. ¿Dónde está la fuerza de trabajo?
De acuerdo con Bell, a diferencia de las sociedades agrícolas y las sociedades industriales, las sociedades postindustriales tienen la característica de que la fuerza de trabajo se concentra en el sector de prestación de servicios (sanidad, educación, gobierno).
En palabras de Bell (1976), la sociedad industrial se distingue de las anteriores por un cambio importante en el sector económico: hay un paso de la economía productora de mercancías a la economía productora de servicios.
2. ¿A quién se dirige el sector laboral?
La consecuencia de esto es explicada por Bell como otra de las características que distinguen a las sociedades postindustriales: el sector laboral queda prácticamente reservado para las personas que tienen formación técnica y profesional (especializada).
Es decir, la distribución ocupacional mantiene una preferencia por las clases profesionales y técnicas.
3. La primacía del conocimiento teórico
Para formar técnicos y profesionales es fundamental la construcción y transmisión de conocimientos teóricos. La sociedad postindustrial tiene la característica de dar primacía a la producción de este tipo de conocimiento, no solo para impactar al sector ocupacional, sino también en lo relativo a la gestión política de las sociedades.
Bell (1976) llama a esto un “principio axial”, haciendo referencia a la centralidad del conocimiento teórico como fuente de innovación política.
4. Generar tecnología mecánica
El principal recurso para ofrecer solución a los problemas que enfrenta la sociedad postindustrial es la el desarrollo de tecnología. No solo desarrollar tecnología sino también controlar su distribución y regulación.

En otras palabras, la sociedad postindustrial mantiene las expectativas de desarrollo y su orientación hacia el futuro en la producción de proyectos tecnológicos.
5. Generar tecnología intelectual
Relacionado con el punto anterior y con la primacía del conocimiento teórico, la sociedad postindustrial genera constantemente soluciones basadas en conjuntos ordenados y finitos de operaciones, es decir, en la producción de algoritmos, sobre las resoluciones más intuitivas, que en otras sociedades habían tenido más presencia.
Esta creación de tecnología intelectual constituye también una nueva forma de tomar decisiones a nivel político.


1.3 La CIBERSOCIEDAD
se entendida como el arte de dirigir y manejar sistemas tecnológicos complejos, y de sociedad que es un grupo de personas que se comunican entre sí buscando el bien común. Es el espacio en donde existen las comunicaciones electrónicas.
El término fue acuñado por Gibson (1984) en su obra Neuromancer: La cibersociedad constituye un privilegiado escenario postmoderno en donde podemos visualizar la interconexión y fusión de ciertos componentes arquetípicos con las últimas manifestaciones de la cultura tecnológica. (Silva, 2010, p.100).
Para Mossberger (2007) la cibersociedad se puede entender como el lugar donde interactúan los ciber-ciudadanos definidos cómo aquellos que usan internet regularmente y efectivamente – eso es, diariamente. De la anterior, y en particular del uso diario de internet, implica que existen competencias técnicas e informacionales suficientes para su éxito.
Pirela (2006) propone una definición etimológica del concepto cibersociedad afirmando que se deriva del prefijo ciber, del cual se forma cibernética, entendiendo esta última como el arte de dirigir y manejar sistemas altamente complejos; aludiendo a la comunicación y al control en los seres vivos y en las máquinas construidas por el hombre.
“La cibersociedad es un espacio en el que fluyen las comunicaciones electrónicas; un espacio social estructurado a partir de la información virtual, un espacio invisible pero envolvente y, finalmente una coordenada que atraviesa todos los ámbitos de la vida humana: el trabajo, la educación, el ocio, las actividades económicas y comerciales, así como las actividades de la cotidianeidad”. (p.87).
1.4 Sociedad de la Información
La sociedad de la información es un proceso de evolución profunda de la vida y las intersecciones entre personas, gobiernos, facultades y organizaciones por el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información y desempeñan un papel esencial en las actividades sociales, culturales y económicas. La noción de sociedad de la información ha sido inspirada por los programas de desarrollo de los países industrializados, y el término ha tenido una connotación más política que teórica, pues a menudo se presenta como una aspiración estratégica que permitiría superar el estancamiento social.
La sociedad de la información plantea una sociedad totalmente distinta a la capitalista; en la cibersociedad, la información es la principal fuente de riqueza y principio de organización. Ha recibido diversos términos por diferentes autores como: sociedad posindustrial, sociedad tecnotrónica, sociedad de consumo, sociedad informatizada, sociedad interconectada, estado telemático, aldea global, sociedad digital y sociedad cibernética; pero todos coinciden en dos factores primordiales: la información como elemento aglutinador y la innovación tecnológica, como instrumento para aproximarse a ella.
Distintos autores, entre los que destacan Fritz Machlup y Yoneji Masuda, se dieron cuenta del impacto que la información estaba teniendo en su sociedad y cómo se iría intensificando en el futuro. A partir de ahí se hablaba de la Sociedad de la Información.

Más adelante en la década del 80, en medio del nacimiento del Internet, el uso de la información y la tecnología estaba optimizando los procesos industriales, por lo que el estudio de la Sociedad de la Información se fue tomando con más seriedad.

Ya en los años 90 con la expansión del Internet y la creación de la World Wide Web, aterrizamos en una sociedad post-industrial basada en los desarrollos tecnológicos que facilitan la difusión de la información y el conocimiento.

En la actualidad, tal es la facilidad de encontrar información en la web que se está comenzando a hablar de la Sociedad del Conocimiento, un concepto que refiere a una sociedad altamente educada que impulsará la innovación y el desarrollo económico.
Se considera que la llamada World Wide Web (WWW) es el origen del surgimiento de esta nueva cultura, ya que cuenta con una estructura, con una naturaleza dinámica y en constante proceso de revisión, reorganización y actualización. Asimismo, la WWW se caracteriza por una verdadera universalidad, ya que integra visiones universales  sobre todos los temas, lo cual conlleva a implicaciones culturales enormes, puesto que lo que difunde esta Red refleja las manifestaciones cotidianas de los individuos y de las organizaciones del mundo real.
            Entre las áreas de actividad humana en las que las tecnologías de la información están teniendo mayor impacto se encuentran, el aprendizaje y la adquisición de conocimientos; el trabajo; y la comunicación.
            Por ejemplo, en el contexto educativo, se ha considerado, que utilizar Internet como herramienta auxiliar en la educación, permite generar todo tipo de conocimiento a partir de un universo más amplio de información, que va más allá de los libros de texto y de los materiales educativos convencionales.

            En lo referente a los cambios en el ambiente y la organización del trabajo, el desarrollo de las tecnologías de información ha incrementado las opciones de los negocios, centrando al conocimiento en la mayoría de las actividades desarrolladas por el hombre, situación que ha llevado a la aparición de empresas u organizaciones virtuales. En este tipo de empresas, el modelo de trabajo se inserta en una línea de ensamblaje, en el que cada persona tiene una especialidad o destreza bien definida y es el principal responsable de una parte del proceso, que tiende a ser sustituido por un modelo que se basa en la integración de grupos de individuos con varias destrezas y competencias, que interactúan a lo largo del proceso.

1.5 Sociedad del Conocimiento
El conocimiento sobre el hombre y su medio se ha especializado, fortificándose con el surgimiento de una tendencia transdiciplinaria que facilita el desempeño gerencial en las condiciones vigentes y una concepción compleja del mundo.
            La educación superior está caracterizada por la conquista de credenciales por una parte, y por otra, en la búsqueda de conocimiento con la firme convicción de que el hombre de hoy requiere aprender, reaprender y desaprender como una vía de adaptarse al futuro cambiante y competitivo. El énfasis, viene dado entonces más en el aprendizaje y menos en la enseñanza, se debe aprender a buscar información, a reflexionar, a autoaprender.
Una sociedad del conocimiento se refiere al tipo de sociedad que se necesita para competir y tener éxito frente a los cambios económicos y políticos del mundo moderno. Asimismo, se refiere a la sociedad que está bien educada, y que se basa en el conocimiento de sus ciudadanos para impulsar la innovación, el espíritu empresarial y el dinamismo de su economía
La Sociedad del Conocimiento Busca tener información y   Aprendizajes para Obtener los Conocimientos necesarios y Aplicarlos. Para que el conocimiento tenga valor es necesario Procesar la información obtenida,  Compartirla y Socializarse, y que de esta manera tenga un impacto Social para la integración de una mejor sociedad y mejor calidad de Vida.
¿pero qué se entiende por conocimiento?
De acuerdo a la teoría del conocimiento se entiende como  "el proceso humano y dinámico que consiste en justificar una creencia personal hacia la certeza".  Sin embargo dejando a un lado la  definición epistemológica del conocimiento cabe destacar hay dos elementos desde el punto de vista económico: primero, el hecho de que el conocimiento está relacionado con la acción humana, y segundo, el hecho de que la generación de conocimiento es dinámica, ya que se crea en interacciones entre individuos, grupos, organizaciones y sociedades.  Es decir, la acción humana y dinámica de creación de conocimiento se puede interpretar, entre otras cosas, como una actividad económica. Dicho de otro modo, el conocimiento "es un recurso utilizado diariamente por los agentes económicos para tomar todo tipo de decisiones de producción, consumo e inversión".
 Cabe preguntarse si tiene sentido construir sociedades del conocimiento, cuando la historia y la antropología nos enseñan que desde la más remota antigüedad todas las sociedades han sido probablemente sociedades del conocimiento, cada una a su manera. Hoy como ayer, el dominio del conocimiento puede ir acompañado de un cúmulo importante de desigualdades, exclusiones y luchas sociales.  Actualmente, la difusión de las nuevas tecnologías y la aparición de la red pública Internet parecen abrir nuevas perspectivas a la ampliación del espacio público del conocimiento. A este respecto, podemos preguntarnos si poseemos ya los medios que permitan un acceso igual y universal al conocimiento, así como un auténtico aprovechamiento compartido de éste. Cada sociedad cuenta con sus propios puntos fuertes en materia de conocimiento.  Hay siempre diferentes formas de conocimiento y cultura que intervienen en la edificación de las sociedades, comprendidas aquellas muy influidas por el progreso científico y técnico moderno. La importancia de la educación y del espíritu crítico pone de relieve que, en la tarea de construir auténticas sociedades del conocimiento, las nuevas posibilidades ofrecidas por Internet o los instrumentos multimedia no deben hacer que nos desinteresemos por otros instrumentos auténticos del conocimiento como la prensa, la radio, la televisión y, sobre todo, la escuela. Antes que los ordenadores y el acceso a Internet, la mayoría de las poblaciones del mundo necesitan los libros, los manuales escolares y los maestros de que carecen.
Una sociedad del conocimiento debe garantizar el aprovechamiento compartido del saber
Una sociedad del conocimiento ha de poder integrar a cada uno de sus miembros y promover nuevas formas de solidaridad con las generaciones presentes y venideras. No deberían existir marginados en las sociedades del conocimiento, ya que éste es un bien público que ha de estar a disposición de todos. Los jóvenes están llamados a desempeñar un papel fundamental en este ámbito, ya que suelen
hallarse a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías y contribuyen a insertar la práctica de éstas en la vida diaria.
esta nueva sociedad conlleva a una nueva cultura  Conocimiento Compartido que viene respaldada por los procesos de globalización que implica la adquisición y asimilación de nuevos conocimientos, nuevas maneras de ver el mundo, nuevas técnicas y pautas de comportamiento, el uso de nuevos instrumentos y lenguajes, exigiendo de todos nosotros grandes esfuerzos de adaptación. Nos vemos obligados a saber utilizar estos instrumentos tecnológicos.
Grant (1991) y Schoemaker (1992) proponen el uso adecuado de la información y, en especial, del conocimiento como la principal fuente de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo y global. Para estos autores, dentro de los recursos que cada organización posee cabría distinguir entre los recursos tangibles –capital, mano de obra y tierra– y los recursos intangibles o capacidades –mezcla de habilidades y conocimientos que la organización posee. De hecho, algunos investigadores sugieren que la principal ventaja organizativa proviene de la creación, obtención, almacenamiento y difusión del conocimiento (Nahapiet y Ghoshal, 1998).
Según el modelo Datos-Información-Conocimiento-Tecnología de Newman (1997), el control y monitorización de los procesos producirá sólo datos (series de números o caracteres carentes de significado por sí mismos). El análisis de dichos datos, generalmente realizado mediante técnicas estadísticas o de minería de datos (data mining), y su contextualización es lo que nos proporcionará información. Cuando dicha información sea interpretada por algún miembro cualificado de la organización, ésta se transformará en conocimiento útil. Obviamente, las TIC desempeñan un papel relevante tanto en la obtención de los datos como en su análisis posterior y en la transmisión de la información resultante a diferentes agentes de la organización. De lo anterior se deduce que la explotación del conocimiento en aras de la obtención de una ventaja competitiva sostenible requiere una serie de procesos (análisis de datos, transmisión de la información, etc.), los cuales deberán ser convenientemente gestionados.
Nonaka (1995) distingue dos tipos de conocimiento: el explícito aquel que puede ser estructurado, almacenado y distribuido  y el tácito aquel que forma parte de las experiencias de aprendizaje personales de cada individuo y que, por tanto, resulta sumamente complicado, si no imposible, de estructurar, almacenar en repositorios y distribuir. Según esta distinción, las tecnologías de la información y la comunicación sólo permitirían almacenar y distribuir conocimiento explícito. Dicho esto, también es importante tomar conciencia de que las TIC han ayudado a ampliar el rango de lo que se puede considerar como conocimiento explícito: algunas formas de conocimiento que antes eran consideradas como conocimiento tácito han pasado a ser conocimiento explícito gracias a las posibilidades que ofrecen las redes de comunicación, los archivos multimedia y las tecnologías audiovisuales.
Por lo que respecta al conocimiento explícito, queda claro, pues, que es posible y conveniente almacenarlo en bases de datos, bases documentales, intranets/extranets y sistemas de información para ejecutivos o EIS (Executive Information System) (Roldán, J.L., 2000). Sin embargo, como hemos comentado, no resultará factible estructurar y almacenar el conocimiento tácito, por lo que la mejor estrategia para gestionarlo será fomentar la creación de redes de colaboración entre las personas que componen la organización (sharing networks) e incluso con personas externas a la misma, y la elaboración de un mapa de conocimiento al que todo el mundo pueda acceder y en el que se especifiquen los conocimientos de cada uno de los miembros de la organización. Una vez localizado, el conocimiento tácito será tanto más valioso cuanto mayor sea su incorporación al proceso productivo de la organización

1.6 Revolución del  conocimiento:
            La sociedad del conocimiento, transforma y define a la información como un recurso necesario para su integración social, política y económica. La transición de una sociedad denominada “sociedad de la información” a otra sociedad, tal como se le empieza a indicar, “sociedad del conocimiento”, cuyas bases se sostienen sobre  las estructuras de las redes y recursos de información, en la valorización del conocimiento de todos los miembros que se conforman en grupos y asociaciones a la cual pertenecen y al entorno intra e interinstitucional que lo conforma. Dentro del marco de la Sociología del conocimiento podemos destacar, que las instituciones que se insertan dentro de un proceso de aprendizaje continuo para desarrollar y capitalizar conocimiento, define sus propias estrategias para transferir ese conocimiento a su personal, y valora el conocimiento para potencializar a la misma institución. En este sentido, Páez Urdaneta[1] define el conocimiento como:

“aquellas estructuras informacionales que, al internalizarse, se integran a sistemas de relacionamiento simbólico de más alto nivel y permanencia”.

            Doyle McCarthy,[2] sistematiza el conocimiento como un proceso de diferentes niveles que continuamente evoluciona bajo las influencias del cambio social. El conocimiento todavía pertenece a todo lo que cuenta como conocimiento, de las creencias familiares, técnicas y remedios para vivir, a las ideas religiosas y opinión de la colectividad. También se entiende conocimiento como la expresión de las experiencias colectivas de sociedades así como de los grupos particulares, clases, regiones, y comunidades. Esta concepción de conocimiento también incluye las ideas, programas, e información desarrollados y diseminados por un organizador de obreros, el profesional, como doctores, científicos y abogados, u obreros de servicio.
            Sin embargo, e independientemente del término, lo significativo es que existe coincidencia en que estamos transitando de una sociedad denominada industrial a otra sociedad basada en recursos de información y administración, en organizaciones concebidas como redes de conocimientos, en la capacidad de emprendimiento y aprendizaje, que a la vez demanda profesionales y trabajadores capaces de resolver problemas complejos y enfrentar situaciones contingentes.
            En algunos países, se ha demostrado que en la creciente competencia por los mercados globales, la educación y el conocimiento juegan un papel relevante, en tanto que las nuevas industrias (biotecnología, telecomunicaciones e informática, entre muchas más) dependen más de la organización del conocimiento y del aprendizaje, que de recursos naturales, tamaño de empresas o materias primas. La última década se ha caracterizado por una expansión acelerada de las telecomunicaciones en todo el mundo. La popularización de Internet en la década de los noventa del siglo XX aceleró, aún más, este fenómeno que también se ha visto favorecido por un decremento en el precio de los  equipos y un aumento en sus capacidades de procesamiento. La fuerza de este cambio reside en la síntesis de un conjunto de tecnologías diversas llamadas “tecnologías de información” que abarcan todos los componentes del procesamiento y distribución de la información en  formato digital y que han tenido un impacto importante en todos los campos de la actividad humana. La revolución de las comunicaciones globales derivada de la aparición de Internet, ha sido considerada como el inicio de una nueva era a la que se ha denominado era de la información, entre otras acepciones.

EL CONOCIMIENTO EN LAS ORGANIZACIONES POST-MODERNAS

Miranda[3] expone que los actuales sistemas de información son un tipo de organización post-modernas, consecuentemente sujetas a las mismas leyes y metodologías aplicables al conjunto de las organizaciones sociales, en el ámbito de los servicios y de las bases de datos en particular. Esta concepción está basada en la convicción de que las bibliotecas y los sistemas de información están en un proceso decisivo de transformación:
Ellas están siendo transformadas de organizaciones centradas en el acceso [a la información], de depositarias de formatos impresos para organizaciones menos atadas a la idea de lugar y a los documentos impresos. Están relacionando usuarios con informaciones disponibles localmente o accesibles remotamente; y capacitando usuarios para ser más autosuficientes como buscadores de información. La misión de ellas no estaría mudando – ellas siempre han sido consideradas los de la conexión de los investigadores con la información requerida; sino que los medios disponibles para ampliar el suceso de la misión están mudando drásticamente. Como tal, los papeles que corresponden a las bibliotecas en el proceso de comunicación científica se están tornando proactivos, asertivos y cooperativos[4]

            Los servicios de información se comprometerían a evaluar sus potencialidades, analizar sus fortalezas y debilidades, evaluar alternativas estratégicas para el logro de los objetivos y metas que garanticen, la consecución de su misión institucional y social.
            La lógica que orienta a los tres sectores fundamentales delineados por los sistemas de información son el sector técnico: responsable de la selección y organización del acervo y/o de los datos, incluyendo catalogación, clasificación, indización y otras actividades permanentes, dentro del ámbito de los procesos técnicos. El sector administrativo: su responsabilidad es la obtención y/o adquisición de los datos/acervo que constituyen la columna informacional necesaria para la prestación de servicios, la disponibilidad de información, bienes tangibles e intangibles, la infraestructura, el presupuesto y todo lo necesario para la dinamización de los servicios al usuario y el sector social: se ocupa de la prestación de servicios tanto a los usuarios internos o externos, incluyendo el acceso local y el interinstitucional en el ámbito de los sistemas cooperativos de acceso a la información y al documento primario.
            En función de estas tres áreas de actuación: técnica, administrativa y social es que los departamentos o sectores de las grandes bibliotecas se deben organizar, las unidades de producción de servicios y productos dentro del ámbito de la industria de la información, con un mínimo de personal pero cada vez más especializado.
            Los departamentos del pasado actuaban como guardianes de reglas y normas propias, responsables por entrenamiento intensivo de su personal (en virtud de la rotatividad elevada), supervisando tareas y rutinas departamentalizadas y estanques. En la actualidad, este trabajo debe ser realizado por especialistas, que son los responsables únicos por las tareas que ejecutan y que, trabajando en equipo, necesitan desarrollar normas y procedimientos comunes para los diversos departamentos, en sincronía.
            La fragmentación o departamentalización excesiva es parte de una lógica cartesiana, que aconseja fragmentar el complejo en varios segmentos para poder administrarlo, pero se debe tener una percepción global y holística, desarrollada a partir de una visión sistémica adecuada de todo el proceso. De acuerdo con el nuevo estilo de administración, cada nueva propuesta de mudanza, en cualquier departamento es precedida por estudios previos en la literatura, a partir de la experiencia profesional de otras instituciones (analizando las experiencias transferibles), hasta que se llegue a un nuevo procedimiento de forma participativa y de consenso.
            La composición del grupo de estudio y el liderazgo se deciden consensualmente, de forma natural; lo que requiere más responsabilidad individual y autodisciplina en las relaciones interpersonales y jerárquicas.

“Necesitamos diseñar y construir nuevos paradigmas, en bibliotecas sin paredes; para crecer y para desarrollar, para relacionar usuarios con información y conocimiento”[5].

            Las personas continuamente expanden sus capacidades para entender la complejidad, para mejorar su visión, y desarrollar modelos mentales compartidos, en otras palabras, responsables por el aprendizaje que lleva el conocimiento[6].
            Las organizaciones basadas en la información, apenas discuten las estrategias comunes para la ejecución de las tareas. El director de un sistema de información evita enseñar al analista de sistemas o al catalogador como hacer su trabajo (cuyas normas y directrices ya están establecidas) sino que simplemente coordinar el trabajo en forma sincrónica.
            Se trata de una organización basada en la información estructurada alrededor de metas y objetivos claros, que establezca precisamente las expectativas de actuación de cada especialista en el concierto general de la tarea o servicio. A partir de la retroalimentación que compare resultados y expectativas, de manera que cada especialista pueda ejercer el autocontrol y autocrítica.
            Para esto, se impone una visión unificada de la organización por parte de estos especialistas, lo que plantea una discusión permanente de los objetivos, metas, amenazas y oportunidades para la organización, tarea que no puede ser improvisada puesto que requiere técnicas específicas para su realización.
            En organizaciones complejas, el profesional especialista necesita definir qué información necesita para saber qué es lo que verdaderamente se está haciendo, capacitarse para decidir sobre lo que debería estar haciendo y evaluar lo que se venía haciendo hasta ahora.
            Se puede resumir que, la información al servicio de los resultados y no solamente de los procedimientos. Son cinco las tecnologías capaces de orientar a las organizaciones post-modernas y son: El enfoque sistémico, la especialización del individuo, los modelos mentales, la visión compartida, y grupos de aprendizaje.
            Es muy importante entender y conocer la tecnología en el sentido de: estructuras y metodologías interdependientes que conforman y orientan nuestros esfuerzos (entradas/input/insumos en general), en búsqueda de resultados exitosos (salidas/outpout/productos), en tanto que, el enfoque sistémico como una nueva tecnología para la gestión del conocimiento, permite a los individuos y por extensión a la organización, una visión de sus partes e interrelaciones, interdependencias, y otros. Al mismo tiempo que permite una concepción del conjunto, desde un marco conceptual y referencial para entender las particularidades de cada sector o actividad, sin perder la noción de la totalidad y una visión holística, global propia de los nuevos tiempos en que entran en juego teorías y conceptos como: Teoría general de Sistemas, Calidad Total, Reingeniería, entre otras.
            Así, el enfoque sistémico utiliza conocimientos e instrumentos desarrollados en los últimos años, capaces de generar estructuras y procesos racionales y posibilitar su control y desarrollo en bases menos aleatorias y más eficientes.
            Además, la especialización del individuo, el objetivo de la capacidad profesional, en cualquier nivel es dominar los conocimientos  y con su compromiso con la educación continuada, la identificación de la persona con su actividad, como forma de realización personal, de creación y afirmación profesional y la función social y/o su propio liderazgo y reconocimiento público.
            El desafío es transformar el interés personal en un objetivo institucional, en que el aprendizaje del individuo y el que requiere la organización en que trabaja, sean interdependientes, en una misma dirección, crecer en su especialización en favor del esfuerzo interdisciplinario.
            Los modelos mentales están estrechamente relacionados con los presupuestos, generalizaciones y, al mismo tiempo, en imágenes que influencia nuestro modo de entender el mundo y el cómo orientar nuestra acción. Esto incluye los modelos organizacionales, que podrían poner en práctica en la administración local, incluyendo la percepción institucional de sus mercados, de sus competidores, de sus usuarios. También su relación debe estar articulada para propiciar oportunidades para que las personas discutan y contribuyan con sus ideas y experiencias, abriéndose a la influencia de otros. Esto crea un espacio para aprender y crecer, desarrollando y ampliando la visión de las personas que participan del esfuerzo institucional.
            Es importante, la visión compartida, que está vinculada al punto crítico de la visión común que las personas tienen de su organización, y tiene relación con la ausencia o presencia de la visión o misión institucional, con sus objetivos y metas, y los valores que se adaptan al cuerpo de la organización y en la cultura de sus participantes. Resulta difícil llegar a una visión compartida de lo que es el objetivo institucional, fundamentalmente, en servicios de información pero su definición es prioritaria para orientar los esfuerzos en una dirección más objetiva.
            Asimismo, son grupos imprescindibles de aprendizaje, para desarrollar personas con capacidades diferenciadas, en una dirección común. Las actividades en grupo superan las actividades realizadas de forma individual, por lo que se deben poner en práctica, en un nuevo contexto, de competitividad, de creatividad, de participación para la conquista de los objetivos.
            Estas tecnologías pueden crear una situación de reflexión y de crecimiento institucional mayores. Miranda está convencido de que estas tecnologías o metodologías son más artísticas que prácticas administrativas, entendiéndose arte en el sentido legítimo del conocimiento y de su aprendizaje y que este, por tradición, se obtiene en una relación directa con el trabajo. Se vuelve a la dimensión de un aprendizaje que no es limitado al entrenamiento específico, sino que se desarrolla directamente en el ambiente del trabajo.
            Es posible que una organización basada en el conocimiento convierta el entrenamiento en una estrategia continuada, permanente, presente en todos los niveles de sus actividades y no necesariamente restringida a programas específicos de capacitación personal. Una especialización permanente del individuo, en un contexto integrado puede profundizar nuestra visión particular, orientar nuestras estrategias creativas, ampliar nuestra capacidad de convivencia con otros profesionales y permitir ver a la realidad  del ambiente organizacional de una manera más objetiva y responsable.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS



ü  John Watkins Chapman (1853-1903)
ü  Rudolf Pannwitz (1881-1969)
ü  Bernard Rosenberg (1923-1996)
ü  Jan Doxrud 2016
ü  Manuel José Cárdenas       , libro De la sociedad industrial a la sociedad post industrial
ü  Bell, D. (1976). El advenimiento de la Sociedad Postindustrial. Alianza Editorial: España.
ü  Seoane, J. (1988). Sociedad Postindustrial y formas de participación política. Boletín de Psicología [Versión Electrónica] Recuperado 05 de junio de 2018. Disponible en
ü  Gibson (1984) en su obra Neuromancer
ü  Mossberger (2007) la cibersociedad
ü  Pirela (2006)
ü  Roldán, J.L., 2000
ü  Nonaka (1995)
ü  Newman (1997)
ü    Grant (1991) y Schoemaker (1992)










 [v1]No es elegante colocar la diferencia solo por la


 [v2]Probablemente haya una confusión. Tradicionalmente se considera que la modernidad inicia entre los siglos XVI y XVII. La posmodernidad siglo XX
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 [v3]acento


 [v4]revisar pausas y signos de puntuación


 [v5]acento


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 [v8]ción


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