Máximo Rojas. Arquitecto. Docente investigador de la FEVP. Correo electrónico: max.rch33@gmail.com
¿En qué basarnos? En la construcción y en la agricultura. En el informe a la VII Cumbre de los Países No Alineados El Comandante Fidel Castro en su exposición sobre la crisis económica del mundo expresaba: "La industrialización es un proceso decisivo para el desarrollo económico del Tercer Mundo", hablamos de hace treintisiete años.
¿En qué basarnos? En la construcción y en la agricultura. En el informe a la VII Cumbre de los Países No Alineados El Comandante Fidel Castro en su exposición sobre la crisis económica del mundo expresaba: "La industrialización es un proceso decisivo para el desarrollo económico del Tercer Mundo", hablamos de hace treintisiete años.
La relectura del artículo de Luis Britto García "¿Dolarización?" (30 de septiembre en su columna "Pare de Sufrir") y del cual transcribo parte:
Se sabe que en Venezuela 97,5% de las divisas proviene de las exportaciones del Estado, única entidad competente para ejercer la industria petrolera; que el gran y casi único negocio de la burguesía parasitaria es lograr que el Estado le aporte ese ingreso, al extremo de que sólo entre 2003 y 2014 fueron transferidos 329.756 millones de dólares del Tesoro Público a un sector privado cuyas exportaciones no aportan más del 2,5% de las divisas que nos ingresan.
Para combatir esa situación, sancionó Chávez el DECRETO CON RANGO, VALOR Y FUERZA DE LEY DEL RÉGIMEN CAMBIARIO Y SUS ILÍCITOS, el cual disponía restrictivamente cuáles órganos del Estado podían vender divisas a los particulares, para qué finalidades, a qué precio, con cuáles trámites, y las sanciones a ser aplicadas por infracción.
Esa restricción en el otorgamiento de divisas por el Estado fue siempre considerada fundamental. “Ni un dólar más para los golpistas”, precisó Chávez al sancionarla. “Si quitamos el control de cambios nos tumban”, reiteró Aristóbulo Isturiz en 2016.
A pesar de haber sido violado con escandalosa frecuencia, este Decreto Ley evitó la fuga de 422.669 millones de dólares entre 2003 y 2014 y posibilitó que hasta 2018 conserváramos unos 8.756 millones de dólares en las reservas, que impedían que el país fuera declarado en “default” o quiebra.
Tanto el razonamiento del Comandante Fidel como el artículo del Prof. Britto obligan primero a industrializarnos y segundo a no desperdiciar ni tiempo ni divisas.
¿Qué otra cosa se pudo haber hecho con los 329.756 millones de dólares transferidos al sector privado?
Asumamos que se les hubiese transferido, para que no se sintieran tan humillados ni tan ofendidos, la suma de 199.756 millones y que los otros 130.000 millones se hubiesen invertido en la creación de un millón de empleos entre agrícolas e industriales a sabiendas que cada uno de esos empleos generarían tres empleos de servicio, tendríamos tres millones de empleos lo que, obvio, la situación actual sería otra. Estimar 130.000 millones como inversión necesaria para generar un empleo industrial agrícola luce exagerado pero para efecto de la intención de lo que se expone luce holgado; como referencia, con 12.000.000 de dólares se monta una planta para prefabricar y producir doce (12) viviendas por día laborable con tecnología endógena, hablamos de dos mil seiscientas (2.600) viviendas por año con una inversión promedio de 60.000 por empleo.
Hablamos de la construcción y que en el imaginario expuesto sostengo que la divisa en un proceso revolucionario tiene objeto y que el Socialismo no puede lograrse espontáneamente sin que los socialistas y el Estado Socialista actúen deliberada y sistemáticamente y sobre todo planificadamente y manejando las posibilidades e instrumentos más amigable que tiene a mano: la agricultura y la construcción. Como manejo un poco la construcción se me preguntará: ¿cuáles son las fortalezas y cuáles las debilidades?
Fortalezas a la vista, desde la década de los 40, 50 y 60 del pasado siglo las imaginaciones europeas, desde el fin de la guerra civil española hasta el principio de los sesenta le permitió a Venezuela absorber conocimiento, tecnología y prácticas sobre la construcción incluso a nivel educativo asociados a la construcción. Si actualmente las escuelas técnicas fueran, por lo menos, la mitad de lo que fueron aquellas de la década de los cincuenta del pasado siglo, para ese momento, aprovechando el excedente de la exportación petrolera, se pudo construir una excelente e importante obra que nos sirven hoy el apoyo para impulsar el socialismo que tanto requerimos. ¡No estamos partiendo de cero!
En la década de los 60 y 70 del siglo anterior Venezuela desarrolló para la construcción, endógenamente, tecnología que incluso se exportaron; quizás por desconocimiento en la materia, en el primer decenio del presente siglo se importó de Portugal y España tecnología y plantas de prefabricación que la ingeniería venezolana pudo haber facilitado y que en términos de conocimiento, costos y calidad supera con creces, lo demostró con la producción de más de cien mil (100.000) viviendas prefabricadas entre multifamiliares y unifamiliares sin sumar las costrucciones con otros sistemas constructivos (encofrados túnel, entre otras). Los talleres metalúrgicos nuestros están, tecnológicamente, preparados para producir los encofrados de aluminio que tanto utilizamos, pero que importamos en la Misión Vivienda. Un poco de paciencia le permitió a la ingeniería venezolana resolver el viaducto para dar continuidad víal a la autopista Caracas-Litoral Central, después del colapso del viaducto N°1 así como la construcción de plataformas marinas y todo lo concerniente al acero de los puentes II y III del Orinoco.
¿Cuáles son las debilidades? Muchas. Hago mención de algunas flaquezas transformables en fortalezas pero que, como debilidades, hacen gran daño y deben ser enmendadas si se quiere una Venezuela Potencia.
En las industrias básicas: petróleo y sus derivados como la petroquímica, el hierro y el aluminio y sus derivados tomamos un gran potencial pero en las condiciones actuales una gran debilidad. Para construir nuestro ferrocarril importamos el acero, para los puentes II y III del Orinoco que prácticamente son las estructuras de acero importantes; para las plataformas marinas de PDVSA igual, pero tenemos a SIDOR produciendo menos de quinientos mil toneladas del año teniendo una capacidad casi de cinco millones de toneladas por año, un desperdicio mayor es difícil, una gran debilidad; si hablamos del petróleo y del gas pareciera que no tiene otro objeto sino la exportación es muy poco su aporte interno en términos industriales, sobre lo expuesto se pueden escribir muchos libros.
¡Pasemos la página! En el Colegio de Ingenieros de Venezuela están inscritos más de trescientos cincuenta mil profesionales, un lujo para cualquier país subdesarrollado. Supongamos que son a fin con la Venezuela Potencia, la mitad que si la organizamos para la producción el horizonte de nación para los próximos cincuenta años sería glorioso, en este sentido es tarea de los partidos revolucionarios organizar a los profesionales a sabiendas que el individualismo y la formación para servir están arraigado en la formación universitaria y son rémoras que habrán que combatir si se quiere éxito en la empresa. En todo país subdesarrollado que necesita industrializarse la investigación científica y tecnológica debe ser el soporte fundamental para su transformación y tiene que estar vinculada a las políticas educativas del Estado Socialista; aplicar al principio de Simón Rodríguez "enseñar y tendrán quien sepa. Eduquen y tendrán quien haga".
El socialismo como etapa histórica de desenvolvimiento de la humanidad tienen en sus liminares las condiciones más difíciles y entre sus tareas más ardua está organizar a la población y el segmento de esa población que más requiere atención por un proceso revolucionario son los sindicatos (hablo de los trabajadores intelectuales, manuales, del campo, de la ciudad) y aquí tenemos una gran debilidad; esa debilidad se manifiesta en las industrias básicas en donde el "economicismo" está por encima de la producción y el predicamento de que una empresa en manos del Estado Socialista simplemente para el obrero es un cambio de "patrono" no es sino la falta de organización y comprensión del sector dirigente para entender que la organización de los trabajadores, del más científico al más lego, es clave para la industrialización y está es clave para la construcción de una sociedad que promueva con buen auspicio El Socialismo.
Está bien que Aristóbulo Isturiz expresara "si quitamos el control de cambio nos tumban", pero se le olvidó decir "si no producimos nos aplastan". Estamos en una etapa difícil y coyuntural y obligados a entender qué y cómo producir; según Lenin la lucha es:
Contra un enemigo más poderoso, contra la burguesía, cuya resistencia se ve duplicada por su derrocamiento (aunque no sea más que en un país) y cuya potencia consiste no solo en la fuerza del capital internacional, en la fuerza y solidez de los vínculos internacionales de la burguesía, sino además, en la fuerza de la costumbre, en la fuerza de la pequeña producción. Porque, por desgracia, queda todavía en el mundo mucho, muchísima pequeña producción y la pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en "masa" (Tomado de "La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo").
Tomemos todo para construir una Venezuela Potencia. El camarada Mao predicaba y practicaba que "La lucha de clase, la lucha por la producción y la experimentación científica son los tres grandes movimientos revolucionarios para construir un poderoso país socialista". El comportamiento de nuestro pueblo y de nuestro gobierno frente al "coronavirus" y a los actos terroristas últimos pretendiendo derrocar a la revolución del pueblo venezolano demuestra, una vez más, que se puede transitar el más hermosos de los caminos, el camino del socialismo.
Recordemos a nuestro Comandante: "Sea como sea, hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque, hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque".
Máximo Rojas es como el flautista de Hammelin, entona la melodía de la industrialización para que los ratones que crea el atraso salgan despavoridos de Venezuela. Su música gusta a todos aquellos que creemos que la forja de una Venezuela Potencia exige conocimientos y estrategias impulsadas desde el Estado y respaldadas por el Poder Popular; mientras que incomoda a quienes creen que eso de Venezuela Potencia no es más que una frase huera sin asidero en la realidad. ¿De qué lado estás tú?
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