La educación como única vía de descolonización del pensamiento. José J. Velásquez


José J. Velásquez. Magister en Seguridad, Defensa Integral e Integración.
Correo electrónicoJosevela27@gmail.com

     
¿La educación como única vía de descolonización del pensamiento?, tal vez para algunas personas lo sea y para otras no, para dilucidar tal interrogante, se debe permitir saber, que conceptos como la colonización se asocian a un ejercicio de dominación, el cual aparece como consecuencia de una conflagración cruenta. Es el ejercicio del poder en territorios “conquistados”. Es un acto de apropiación que tiene como aliado vías alienantes.                   Con frecuencia, las voces que se acallan tienden a justificar al dominador. Hay un pacto mediante el cual, quien se cobija bajo los términos del colono, obtiene beneficios que son proporcionales al menoscabo de la dignidad del colonizado. Las acciones sumisas son una especie de estrategia de sobrevivencia. Se ceden los espacios y se alquila la conciencia.

Algunos sectores, frente a la colonización, oponen resistencia,  tanto la violenta como la pacífica, ambas son una reacción de rechazo a la aculturación y transculturación que caracterizan a la colonización implantada. Siempre hay un choque de culturas, y por lo común prevalece la cultura del colonizador. Debe decirse se impone la cultura del colonizador, naturalmente hay posiciones intermedias. Sin embargo, es la violencia la que silencia y tiende a acabar con los rasgos culturales del colonizado.  

http://otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2018/10/381741720-Bigott-L-a-El-Educador-Neocolonizado-FICHA-de-LECTURA-2.pdf

Con base a lo antes expuesto se busca aclarar algunos conceptos inmersos dentro del presente ensayo que dan respuestas a los procesos de la educación, frente al espíritu colonizador y especialmente neo-colonizador.
«El investigador neocolonizado está en una sociedad que no le
 Pertenece ni le pertenecerá nunca mientras
 Viva en ese estado de zombificación.»
 Bigott L. (1.975) p.50

Cuando se habla de des-colonizar la educación, el conocimiento o valga decir la ciencia como parte del proceso educativo del SER”, no se trata solamente desarrollar teorías, discursos, contenidos traducidos, copias o adaptaciones hechas a las realidades originarias de lógicas extrañas impuestas, tampoco se refiere a un movimiento indígena, por intermedio de sus intelectuales, tome la conducción del conocimiento a partir de su formación pro-occidental que niega e invisibiliza el aporte que han brindado a la humanidad las civilizaciones originarias que se desarrollaron antes de la llegada de los castellanos.

Se trata de lograr construir, de-construir, des-pensar y de alguna manera asumir una conciencia crítica que conduzca hacia procesos de trans-formación considerando la complejidad humana y social donde nos desenvolvemos, de no ser así este hecho significaría continuar aceptando lo peor, es decir, continuar enajenando nuestros conocimientos porque dicen que son “primitivos y bárbaros”, según los conceptos occidentales y adoptar aquellas formas extrañas de concebir el mundo, que están liquidando al ser humano a pretexto de ser civilizado, moderno y súper desarrollado.

De acuerdo a lo antes planteado, la sociedad hegemónica pragmatizada que postula su visión del mundo como la única válida, existe una postura “vanguardista” que asume la existencia de diversas y diferentes maneras de conocer, todas ellas respetables y enriquecedoras.

Los miembros de esta “corriente” parten de la idea de que si se quiere luchar contra la hegemonía, es necesario pensar en alternativas, otras vías que tomen en cuenta las formas de pensar que fueron rechazadas por el grupo hegemónico. Es decir, es necesario volver la mirada a esas formas de conocimiento que se consideraron “simples” o saber cotidiano.

Es necesario, también, reconocer que lo que el “conocimiento científico” considera válido lo es para ciertas sociedades, pero que no existe la validez universal, y mucho menos en nuestras ciencias sociales. Ya Fanon hace más de tres décadas comprobó que la expansión colonial de Europa transformó una historia local en diseño global y escribe Fanon que:

«El colonialismo no se contenta con apretar al pueblo entre sus redes, con vaciar el cerebro colonizado de toda forma y de todo contenido. Por una especie de perversión lógica se orienta hacia el pasado del pueblo oprimido, lo distorsiona, lo desfigura, lo aniquila» (p.5)

Por consiguiente, cuando nos referimos a esa colonización arraigada de poder, debemos tener presente que el poder no es solo político y económico, sino también epistémico. Según Aníbal Quijano “, la colonialidad del poder es el motor que produce y reproduce la diferencia colonial e imperial” (p.84). Se convertiría de este modo en el lugar epistémico de enunciación en el que se describe y legitima el poder colonial de conocimiento apoderado de la investigación. En todas las disciplinas de conocimiento, todos los fenómenos y problemas sociales van a la única vía predominante de todos los tiempos al “método científico”.

Por lo que se busca de inmediato una investigación des-neo-colonizada, es entender en términos investigativos que se debe sumergir, entregarse dentro de ese contexto para entenderlo, comprenderlo e interpretarlo y de esta manera lograr construir, des-construir, des-pensar y de alguna manera construir una conciencia crítica que conduzca hacia procesos de trans-formación considerando la complejidad humana y social donde nos desenvolvemos, es un reclamo una rebeldía de fuertes dominaciones coloniales arraigadas. Para ello lo primero que deberíamos hacer es reconocer y rechazar abiertamente las valoraciones hegemónicas.

Cuando nos referimos a des-colonizar la educación, se hace necesario llevar a cabo cambios para lograr un estudio transcendental, critico, de la cotidianidad, más integral, compartido y transdisciplinario, la diversidad y las nuevas formas de organizar el conocimiento, el ritmo veloz de su producción, la pluralidad de la ciencia y la complejidad de los nuevos saberes ya no permite que la transmisión de conocimientos se haga como se venía haciendo tradicionalmente, así mismo lo expresa (García Guadilla, 1998).

Este proceso hace evidente que el desarrollo de la sociedad y del ser humano está cada día más en relación con la capacidad de los pueblos, colectivos, comunidades y grupos para crear, innovar, manejar información y conocimientos, investigar y aplicar los inventos y descubrimientos que la investigación produce, de modo que la riqueza y bienestar de las naciones estará condicionada ya no sólo por los recursos naturales o materiales que posean, sino por sus recursos y potencialidades intelectuales.

Ya es necesario asumir una conciencia dialéctica, critica, compleja y trans-formadora en la educación, acompañada y fortalecida por una contundente y arriesgada vocación para liberarla de ese marco de poder castrante y desfasado donde se encuentra, ya múltiples acciones históricas han creado el surgimiento de lo que se ha llamado un pensamiento                “post-moderno progresista”, con potencialidades y limitaciones como todo movimiento social, y su vez han nacido nuevos avances en pensamientos como el complejo, sistémico, dialéctico, critico que han sentido sus reacciones en la sociedad que como; Lanz las han denominado “Filosofías de la esperanza” para de esta manera conocer y reconocer la diversidad subjetiva, contingencias, desigualdades, contradicciones, lo cual alienta y esperanza a una tras-formación humana y consciente, propia de respeto y reconocimiento del otro, de libertad de pensar, de expresar y hacer según las necesidades sociales, comunitarias y colectivas.

Para decir ya basta de alienación y tutelajes solapados en limites, que lo hacen opacar, dispersar y apartar a las nuevas ideas de investigadores que han tenido gran coraje al enfrentar esos monstruos de poder que piensan que el pensar educativo les pertenece a ellos,  en tal sentido la educación transformadora y descolonizadora debe estar alineada:

Desde lo dialéctico:

  • Distinguir entre lo complementario y opuesto, desde una mente pensante,  desplegándolo hacia una realidad practico-sensible, desde los hechos comunes de la vida humana en constante movimiento.

     Desde lo crítico:

·  Lograr propiciar la autocritica desde la consciencia y los hechos investigativos, como acción consciente y desde una reflexivilidad con humildad que permita reconocer y rectificar inmediatamente los errores o limitaciones, donde se imponga la equidad y la justicia.

     Desde lo complejo:

  • Re-aprende a aprender desde esta filosofía como mas allá de lo cósmico, viviente, biológico, espiritual, físico, mental, social, racional, imaginario y cuántico.
  
     Hacia una Trans - Formación:

  • Descolonizar el pensamiento, el diálogo y la acción en un hilo coherente distinto, legítimo, autónomo, desenmascarando las contradicciones, los falsos discursos en las presentaciones de poder en la investigación dentro de la educación, con el fin de terminar con ese carácter de investigaciones como un hecho individual, aislado, descontextualizado y desarticulado.

Finalmente, si bien el andamiaje teórico sustenta el desarrollo pleno de los recursos y potencialidades intelectuales, a contracorriente la práctica en especial en la educación, se adhieren parcialmente, a esa avalancha masificadora, que no ofrece el escenario propicio para el desarrollo pleno de los recursos y potencialidades intelectuales.

Relevantes investigadores con prometedoras potencialidades intelectuales, se han ido de los espacios educativos y en muchos casos por llevar la contraria, o no estar de acuerdo, a las culturas neo-colonizadoras creadas dentro de los mismos, tomando como ejemplo el área investigativa, donde simplemente son aislados y es justo reconocer que dentro de esos ambientes donde se genera el debate existen personalidades y círculos de intelectuales con vocación trans-formadora que encienden luces descolonizadoras, que día a día contribuyen a la cultura de la liberación del pensamiento, como principio de la emancipación de nuestros hombres y mujeres dentro del Estado - Nación, siendo la educación, la única vía de descolonización del pensamiento, bien decía Leopoldo Sédar Ahora bien, toda cultura tiene sus saberes, sus técnicas, su arte de vivir, y también sus errores, sus cegueras, sus ilusiones y sus supersticiones”…
  
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Bigott L. (2010). “Hacia una Pedagogía de la Descolonización”. Colección Pensamiento Crítico Luis Beltrán Prieto. Fondo Editorial Ipasme. Caracas Venezuela.

Fanon F. (1961). Los condenados de la tierra: fondo de cultura económica. México D.F

García G. Entelequia. Revista interdisciplinar, nº 8“La reforma universitaria en el contexto de la mundialización del conocimiento”. Caracas: OPUS.1998.

Lanz, R. y Fergusson, A. (2005). “La reforma universitaria en el contexto de la mundialización del conocimiento”. Caracas: OPUS.

REFERENCIA ELECTRONICAS:

http://otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2018/10/381741720-Bigott-L-a-El-Educador-Neocolonizado-FICHA-de-LECTURA-2.pdf



Comentarios

  1. Lo que se aprende en el transcurso de una generación a otra se hace mas fuerte en impresión e impacto con la repetición de ese aprendizaje que se hace cultura, digo del hábito y después se hace difícil borrarlo, porque es que no se borra solo archivamos y le etiquetamos de "archivo muerto", entonces creemos que borramos pero no es así y si tomamos como referencia las tecnologías de la informática sabemos que aún formateando, no borramos de todo, solo barremos o cubrimos con otra capa lo que no deseamos ver o recordar. Es por eso que la educación siempre sería la estrategia eficaz de descolonizar el pensamiento. Nuestro padre Bolívar no se equivocó cuando dijo que la moral y las luces eran nuestras primeras necesidades.

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  2. Muchas gracias por su apreciación y aporte para tan importante tema de reflexión

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