Historia local agroalimentaria de San Antonio de los Altos. Una primera aproximación. Isiana Pineda, Marlyn Millán, Xiomara Vasquez, Aura Batista, Leonardo Viloria, Victor Rodríguez


 Representación en carboncillo de una comunidad caribe. Autor y fecha desconocidos. Tomado de: https://rielesyneblinas.wordpress.com/2019/10/21/los-teques-la-parroquia-nosotros/

El siguiente trabajo fue elaborado por estudiantes del Diplomado en Planificación en Políticas Agroalimentarias de la FEVP coordinado por el Dr. Javier Nouel

IINTRODUCCIÓN
Venezuela requiere un cambio de paradigma en cuanto a la producción de alimentos, a partir del rescate de nuestras costumbres alimenticias autóctonas, las cuales desde hace muchos años han sido modificadas por la transculturación resultante de la presencia de las grandes transnacionales petroleras, la influencia de los medios masivos de comunicación que promovían patrones de consumo ajenos, y la economía de puertos que se generó en el país producto de la abundancia de recursos provenientes de la renta petrolera y la caída de los sistemas productores de alimentos a lo interno del país.
En este sentido, se distorsionó por completo el modelo productivo nacional, privilegiando políticas que estimulan la máxima ganancia de los importadores, en detrimento de la producción agrícola local, y la deformación del patrón de consumo local. En ese marco, la alienación y enajenación a nuevas formas agresivas de producción agrícola se imponen sobre nuestras riquezas de la biodiversidad y nuestra cultura originaria.
Desde esta perspectiva, surge la imperiosa necesidad de rescatar un modelo productivo y un patrón de consumo, acorde con nuestra naturaleza, con nuestra historia, con nuestra cultura, con lo que somos realmente. De allí, la importancia de desarrollar una planificación orientada a la formulación de nuevas políticas agroalimentarias que propendan a alcanzar la seguridad y la soberanía alimentaria y nutricional de forma autóctona a cada comunidad.
Y quizás sea útil, referenciar una primera aproximación sobre el concepto de Seguridad Alimentaria y Nutricional, que pudiéramos visualizar como: “Un estado de disponibilidad y estabilidad en el suministro de alimentos inocuos y nutritivos, culturalmente aceptables para la comunidad en cuestión, de tal forma que todas las personas, todos los días, de manera oportuna gocen del acceso y puedan consumir los mismos en cantidad y calidad libre de contaminantes, esto se complementa con el acceso a los servicios de saneamiento, salud y educación, necesarios para asegurar el bienestar nutricional y que permita a la vez una buena utilización biológica de los alimentos para alcanzar su desarrollo sin que ello signifique un deterioro del ecosistema”. Ministerio Agropecuario y Forestal República de Nicaragua (2009). Política de seguridad y soberanía Alimentaria y nutricional Desde el sector público Agropecuario y rural.

Ahora bien, el desarrollo de una planificación de propuestas de política agroalimentarias para comunidades concretas, es un proceso complejo que amerita un conjunto de estudios multidimensionales, transdisciplinares e integrales; que se desarrollan mediante un proceso participativo  y de construcción colectiva, con arraigo territorial e identificación de lo local.
Un primer producto necesario para avanzar en la formulación de políticas agroalimentarias, es un diagnostico agroalimentario que nos permita identificar la situación actual de las fuerzas productivas en el territorio, las potencialidades, la vocación y la cultura productiva y de alimentación de las comunidades históricamente contextualizadas.
En este sentido, una primera fase, es el desarrollo de la historia local de las comunidades, con un enfoque muy claro hacia la cultura de la alimentación y de las capacidades y potencialidades productivas de la comunidad en el territorio.
La comunidad que este grupo ha elegido para trabajar, este curso de acción es el  pueblo de San Antonio de los Altos, capital del Municipio los Salías, del Estado Bolivariano de Miranda. Actualmente  varias comunidades de este Municipio han venido trabajando en procesos de organización y se han cristalizado en la creación de consejos comunales y comunas. A pesar de todos estos esfuerzos todavía hay  procesos incipientes que ameritan de investigación y propuestas que materialicen los sueños de esas comunidades.
Los diagnósticos realizados por estas comunas son fuente valiosa de información inicial y que permiten  contrastar y triangular la información encontrada con miras a fortalecer y actualizar la existente y de proveer nuevas herramientas que permitan avanzar en su construcción social así como en políticas comunales agroalimentarias y nutricionales identificando nuevas situaciones en el territorio.
2.      SURUAPO SURUAPAY Y GULIMA
Si se nos presenta la oportunidad de hacer un recuento histórico de nuestra localidad nos negamos a contarla a partir de la presencia europea en ella o desde su formal  fecha fundacional como pueblo o ciudad. Comenzaremos por recordar los vestigios históricos y antropológicos que nos den pistas de lo que fue, de los hechos reconstruidos a partir de rastros culturales de nuestros antepasados que pisaron, en este caso, las tierras del Suruapo Suruapay, tierras de Gulima.
En el escrito de Sanoja y Vargas Arenas sobre La Economía de las Sociedades Autóctonas Venezolanas  mencionan los sistemas regionales de desarrollo o regiones geohistóricas tratando de interrelacionar,  como lo han sido, la dinámica sociocultural con el territorio como génesis de nuestra actual identidad. Caracterizan estas regiones como a) un territorio delimitado, b) con un centro cambiable de gravedad según las tensiones internas y externas, en donde convergen los caminos para el intercambio de productos naturales y en donde se transforman en valores de uso y de cambio, c) con orden jerárquico económico a partir de dicho centro hacia su periferia.
Dichos antropólogos identifican una principal región geohistórica conformada por el Tocuyo, Carora y Barquisimeto que fueron “lugares de aprovisionamiento, convertidos luego en puntos fijos de población”  con una inmensa periferia conformada por subregiones de desarrollo medias o más pequeñas. Una de ellas es  la construida “en torno al Lago de Valencia, cuya periferia incluía el valle de Caracas, el área de Los Teques, litoral central y el piedemonte de la Cordillera de la Costa…” (Sanoja &Vargas, 1997 p. 40).
Partiendo de la idea del Lago de Valencia como centro de esta subregión económica precolombina se puede deducir que existían rutas de tránsito creadas por los karives  atravesando los valles de Aragua y subiendo por la vía de Laguneta de La Montaña hasta encontrarse con asentamientos Arbacos, Tekes y Kirikire que ocupaban estas tierras de lomas y montañas identificándose con el nombre de Suruapo o Suruapay  ubicada donde está actualmente San José y Gulima (o Akurima)   el actual San Antonio de los Altos.
Desde el punto de vista agroalimentario y de manera general  nuestros antepasados karives fueron  pueblos guerreros, nómadas, conquistadores y buenos navegantes por el mar que hoy lleva su nombre, y quizá por ello dispersos en el territorio y con escasas prácticas agropecuarias en comparación a las desarrolladas por los pueblos andinos coetáneos.   
“Su subsistencia dependía fundamentalmente de  la caza de reptiles, crustáceos, tortugas, peces, gusanos, bayas y frutas silvestres. Dentro de este sistema de vida, domesticaban báquiros o jabalíes, pavos, patos y algunas otras aves autóctonas. Tanto los unos como los otros tenían un concepto conservacionista con base en una agricultura temporera que suponía que cuando cortaban y quemaban lo hacían en pequeñas porciones  y preservando el bosque de incendios y depredaciones.” (Casanova (coord.), 1997, P. 27)
A esta dieta y cultivos podemos sumar la pesca en mar y río, la caza de venado y el cultivo de algodón, maíz, papa, capacho, tabaco, variedades de frijoles, auyama, cacao, apio, yuca, ají, aguacate, maguey la  recolección de frutas silvestres como la uchuva, guayaba, cundeamor… Aunque esta lista pueda extenderse a infinidad de variedades, no podemos dejar a un lado uno de los alimentos más importantes para toda la América y de consumo diario por los pueblos originarios del Suruapo: Yerba Caracas o Pira.  La científicamente comprobada riqueza alimenticia de esta planta supera a otros alimentos y sin duda fue la base de la resistencia física y diríamos moral e intelectual la que le permitió al pueblo de los Altos hacer la pétrea resistencia a los invasores españoles.  Expresiones populares como “habladera de bledo”, “la pira es para los cochinos”, etc., dan cuenta de cuanto fue la guerra de facto e ideológica para debilitar, someter y acabar con esta civilización.
La agricultura indígena parte de los principios naturales de la diversidad, variedad y complementariedad de los cultivos. Estos se hallan presentes en el conuco o vega que consiste en la intervención de un área aledaña a un rio o laguna en la que se siembra una diversidad y variedad de cultivos para el autosustento de las familias de la aldea.

3.      LUCHA SOBERANA CONTRA AMBICIÓN DEL ORO EN LAS TIERRAS DE GUAICAIPURO
La disposición geocultural  precolombina antes descrita existía en Venezuela desde el principio de la era cristiana, manteniéndose inclusive con la llegada de los europeos quienes al principio superpusieron sus traslados sobre estas rutas hasta que se trasladó a Caracas el centro de la dinámica económica por sus cercanía al mar (La Guaira como ciudad puerto), punto medio del territorio de la nueva provincia de Venezuela y lugar predilecto para su conexión con España.
La penetración española a esta zona se inició en 1555 con la incursión de Francisco Fajardo por Caracas. Francisco Fajardo, cual “malinche” de nuestro territorio, siendo hijo de español y de indígena guaiquerí (Margarita) hablaba el idioma caribe. En un segundo viaje, en 1560 se aproxima de nuevo trayendo pobladores y funda la Villa del Collado (actual Caraballeda) y crea una ranchería en el valle del río Guaire, es decir, la trama fundacional de lo que será más tarde Caracas. En sus exploraciones descubre oro en la zona de Los Teques, lo que atraería más aventureros españoles a la zona.
El llamado a combate organizado contra los invasores que hace el cacique Guaicaipuro pone como objetivo inicial el ataque a las minas logrando la muerte de los españoles.  y la posterior muerte del jefe militar Juan Rodríguez Suarez, en 1561. Los ataques del Cacique Guaicaipuro lo hicieron marchar definitivamente a Fajardo y despoblar La Villa del Collado en 1562. Este fue el inicio de ocho años de resistencia, en una guerra a muerte.
Partiendo de El Tocuyo, siguiendo la ruta antes mencionada, Diego de Lozada en 1567 penetra en tierras de Guaicaipuro desarrollándose la batalla de San Pedro en donde los indígenas fueron repelidos.
 En su avanzada Lozada funda formalmente Caracas y restituye Caraballeda. En 1568 se inicia el proceso militar para acabar definitivamente con la resistencia indígena en la región central del país.  La derrota comienza con la batalla de Maracapana y el posterior asesinato de Guaicaipuro. 
Esta terrible guerra concluyó con el sometimiento o extinción de los pueblos originarios de esta zona. Arístides Rojas reseñado por RAMOS hace un recuento:
“Para 1570 estaban reducidos los tarmas y taramainas; para 1572, los mariches, después de la desastrosa muerte de su principal  Cacique Tamanaco. Para 1573, los Teques y Arbacos cedieron, después de una heroica defensa, pudo en ellos más el amor a sus hijos y a sus mujeres, prisioneros de los castellanos, que la razón y la fuerza. En 1576 los Quiriquires cedieron, mas fue para levantarse terribles y feroces: dos años más tarde, en 1578 fueron vencidos por completo y se incorporaron a la conquista. Respecto de los Caracas, Charagotos y Meregotos, después de haber triunfado los castellanos, se ocultaron en sus montañas y en ellas fueron lentamente desapareciendo: prefirieron extinguirse en el abandono a someterse a los nuevos amos” (Ramos, 1981, p. 22)

4.      REPOBLAMIENTO COLONIAL
Una vez sometida la resistencia originaria, se fundan, establecen o asumen poblados. Algunos adquieren categorías de ciudades cuando son fundadas como tal dándole estructura física y “burocrática” como Plaza Mayor, Cabildo, Escudo, Calles principales, etc.  Los pueblos a su vez van surgiendo de manera espontánea o se organizan sobre la comunidad indígena previamente existente.  Muchos van surgiendo por la necesidad de parajes en caminos o rutas de tránsito de una ciudad a otra. Otros pueblos fueron creados por los negros escapados de las haciendas donde eran esclavizados. Según  José Ramos (1981) existieron pueblos de indios, pueblos de blancos, de misión y de doctrina.
En el caso de Altos Mirandinos, Paracotos fue un pueblo indio sometido al régimen de doctrina.  Los pueblos de blancos fuero San Pedro de Los Altos que fue un pueblo de posada por estar ubicado en la ruta Caracas - Valles de Aragua, de la misma forma que San Diego. Por su parte  San Antonio de Los Altos que fue fundada en 1683 con ocho familias canarias.
En cuanto a Los Teques, su actual cronista escribió:
 “Las primeras rutas de poblamiento concentraron la mayor cantidad de población en dos ejes: Por un lado, El Corozal­- Retamar- Pueblo nuevo; y, por otro lado, Lagunetas – San Pedro – Los Teques. Ambas seguían las rutas de tránsito karive y las afluentes de las quebradas y el rio que hoy conocemos como San Pedro.  La nación Teke, por su parte, fue empujada hacia el sitio de San Corniel entre los ojos de agua de Camatagua y El infiernito, a los pies de la llamada cueva “del indio” (Almeida, 2019, Ríos de gente., párr. 3)

Desde una perspectiva agroalimentaria las tierras de los Altos Mirandinos, después de ser escenario de exterminio de la gran resistencia  indígena, pasaron a ser propiedad mayoritaria de la iglesia. Al parecer, inicialmente y comparativamente con los Valles del Tuy,  no eran muy atractivas para agricultura y fueron empleadas más bien para la cría de animales. El historiador Ramón Chacón citando a Castillo Lara, refiere “Por allá por Los Teques y Los Altos nadie cultivaba, salvo los indios, o por lo menos eran pequeñas parcelas. Como eran tierras montañosas entreveradas de peladas lomas, se dedicaban en parte a estancias de ganado” (Chacón, 1983, p. 73). Sin embargo este proceso fue cambiando proporcionalmente al crecimiento poblacional y sobre todo la de la mano de obra esclava.
De ahí que hacia las últimas décadas del Siglo XVII y principios del XVIII, el español pudo establecer su total dominio en áreas geoeconómicas, tales como las del Tuy, Barlovento, Alto de Los Teques, etc. Se inicia a su vez en tales subregiones la transformación del paisaje tradicional con la presencia de nuevos cultivos (caña de azúcar, trigo, algodón, añil, cacao, hortalizas y otros frutos), sustituyendo pronto a las formas económicas regionales precolombinas, las cuales desde luego no desaparecen definitivamente, ya que como modelos de producción continuaron subsistiendo aunque en forma marginal. Tales son los casos de conuco, del cultivo en las terrazas, las técnicas de rotación, etc. (Ramos, 1981, P. 43)

5.      DE GULIMA A SAN ANTONIO DE MEDECCI
Muchas han sido las emigraciones canarias a Venezuela desde la llegada española al continente pero destacaremos las relacionadas especialmente a los Altos Mirandinos. El historiador canario Manuel Hernández refiere a que debido a la crisis por la que atravesaba el Archipiélago y por las expectativas de prosperidad de los isleños,  en el último tercio del XVII y en la primera mitad del XVIII  una cantidad de inmigrantes canarios parte a la región central de Venezuela:
Un grupo funda San Antonio de Los Altos en tierras arrendadas al Marqués de Mijares. En otras ocasiones roturan tierras de indios como en Los Teques, Guarenas, Petare o Aragua.  Su objetivo a corto plazo es convertirse en pequeños propietarios, dedicados al cultivo de la tierra, a la ganadería y poseer algún número de esclavos domésticos y agrícolas. (Hernández, 2005, p. 36)
Las migraciones canarias continuaron sobre todo después de la guerra de independencia, esta vez promovidas por el Gobierno venezolano como atenuante de las pérdidas demográficas su,  hacer frente a la abolición de la trata de esclavos y promover la agricultura y ganadería de Venezuela. (Hernández, 2005, p. 70)  Aunque las condiciones como mano de obra de las haciendas no fueron las mejores, por no decir que fueron muy parecidas a la de los esclavos, la migración continuó pese a la guerra Federal en donde tuvieron participación.
San Antonio de Medinacelli, nació entonces el 1° de mayo de 1683. Tuvo dos fundadores: uno oficial, aunque sólo en el papel, que fue Don Diego de Melo Maldonado, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela; el otro, el fundador real y efectivo, Don Juan Mijares de Solórzano y Monasterios, primer Marques de Mijares, quien en el año 1692 donó un lote de tierras a cuarenta familias inmigrantes provenientes de las Islas Canarias de España para que las cultivaran y vivieran en ellas. Estos primeros pobladores, de lo que posteriormente se constituyó como el pueblo de San Antonio de Los Altos, se dedicaron a las labores de agricultura, y a través de su trabajo y esfuerzo construyeron las bases sobre las que hoy se cimienta el municipio Los Salías.
Recurrir a la historia local es necesario para comprender estos procesos, pero una mirada desde los actores y actrices de la historia cotidiana. Podemos comenzar por asomarnos a las historias sobre la cotidianidad de inicios del siglo XX contadas por algunos de los habitantes de San Antonio de Los Altos, recogidas por el su cronista Antonio Trujillo en su libro Testimonios de la niebla (2007). En torno a la producción y consumo de alimentos podemos seleccionar segmentos de estos relatos.
En la crónica de Edmundo Díaz González,  le cuenta al profesor Trujillo sobre la alimentación en San Antonio,  a principios de siglo XX:
Para aquella época en que yo estaba muchacho la alimentación cotidiana de uno era: caraota, arroz, carne de res,  carne de cochino.  Por ejemplo: en mi casa se mataba un cochino al año, y duraba la manteca pa’todo el año t esa era con la que se freía todo. La hortaliza se producía aquí en San Antonio, era parte de la comida por ejemplo: zanahoria, repollo, coliflor, lechuga, alcachofa y papa todo eso. Espagueti no era conocido para aquella época, después que empezaron a colonizarse los italianos aquí fue que se vino a consumir espagueti. Inocencia la tía mía, era la que hacia la especialidad de majarete, la mama de Vestalia Rodríguez. Aquí el dulce que se consumía era: de higo y de lechosa esos eran los únicos. Por ejemplo aquí no se producía la caña de azúcar. Había que comprarla en Coche, a donde es ahora La Rinconada, eso eran sombras de caña y habían trapiches que sacaban el papelón. (Trujillo, 2005, p. 49)

En cuanto al comercio de lo producido en San Antonio de Los Altos, las grandes dificultades lo representaba el estado del camino hacia Caracas, al mercado de Coche y el de San Jacinto.  Un caraqueño que vacacionaba en  San Antonio cuenta:
Fíjese como era ese viaje,  llegábamos al El Encantado y   ahí nos quedábamos esperando a los arrieros que venían de El Valle, o de Caracas, de llevar las cargas de hortalizas de todo lo que aquí se daba: remolacha, repollo, ajoporro, todo eso era buenísimo, que calidad de vegetales se daban aquí.  Esperábamos a los arrieros para que nos dieran una cola, como se dice ahora, una cola de burro, para subir la subida de Pacheco, porque esa era una subida bravísima, y veníamos con cestas y maletas, o sea,  que nosotros salíamos de la casa a las seis o siete de la mañana y veníamos llegando de cinco a seis de la tarde a San Antonio. Después en 1937, López Contreras hizo una carretera por La Mariposa que creo la dejaron perder. Esa carretera llegaba a Pacheco, esa carretera es lo primero que hubo aquí que comunico a San Antonio con el resto del país.
Para ir a Caracas mucha gente se iba de aquí a San Diego por El Cerro: fíjese que tipo de viaje, porque hasta San Diego como llegaban carros y entonces en San Diego había un carro que iba a Carrizal y Los Teques y después en Los Teques, coger el tren estando tan cerca” (Trujillo, 2005, p. 32)

La primera y segunda guerra mundial trajo sobre toda américa cantidad de inmigrantes y con ellos y ellas su cultura alimentaria. Edmundo Díaz González, cuenta más adelante sobre cómo se fueron incorporando al mercado y por ende a la dieta cotidiana, ciertos alimentos:
Los primeros productos que vinieron acá del exterior fue el aceite de oliva que aquí no se conocía,  los mismos espaguetis, que aquí no se producían, la mantequilla de Holanda, los quesos de Holanda, los importados, porque aquí teníamos los quesos llaneros, eran los que más de consumían. También venían enlatados, bacalao; los extranjeros eran los que más consumían bacalao. Aquí la papa que se consumía, se cosechaba aquí. El jamón serrano venia de España, eso comenzó a entrar del año treinta hacia adelante, no se conocía el jamón ni la mortadela, nada de eso. (Trujillo, 2005, p. 51)


6.      DE PUEBLO AGRICULTOR A CIUDAD SATÉLITE DE CARACAS.
Hacia 1950 San Antonio de Los Altos se caracterizaba por ser un pueblo agricultor, pero a partir de 1955, con la puesta en funcionamiento de la carretera Panamericana, comenzó el proceso de urbanización que se tradujo en la construcción de numerosas zonas residenciales, viviendas unifamiliares y multifamiliares, para una población de clase alta y media conformada por profesionales, técnicos y comerciantes provenientes de Caracas. Este proceso se acentuó en la década de los ’70, dando lugar a un violento crecimiento de la región, y la consecuente explosión demográfica, a la vez que se convirtió en una ciudad dormitorio o ciudad satélite de la capital de la República.
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Durante años San Antonio de Los Altos, perteneció al Distrito Guaicaipuro y dependía de este, hasta que el 17 de diciembre del año 1982, se creó oficialmente el “Municipio Los Salías”, según un decreto de la Asamblea Legislativa del Estado Miranda, es allí cuando se independiza como sector. El nombre del Municipio Los Salías, fue colocado en honor a los hermanos Salías (Juan, Pedro, Vicente, Carlos, Mariano y Francisco), quienes fueron próceres de la independencia de Venezuela.
Las principales zonas residenciales que conforman esta ciudad en la actualidad son: La Rosaleda Sur, La Rosaleda Norte, Las Minas, Club de Campo, La Arboleda, Parque El Retiro, Los Castores, El Amarillo, Potrerito, Pacheco, El Faro, OPS, La Suiza, La Morita, Las Polonias Nuevas y Viejas.
Paralelamente a las zonas residenciales se han levantado respectivos instituciones o espacios de servicios:
a.       Educativos: con instituciones educativas tanto públicas como privadas y de todos los niveles: Preescolar, Básica, Bachillerato, Universitaria. Las principales instituciones educativas son: Colegio Mater Dei, Escuela Comunitaria, Unidad Educativa José María Vargas, Colegio Enrique María Ducbuc, Unidad Educativa Montessori, Unidad Educativa Edith Stein, Unidad Educativa Martín Tovar y Tovar, Unidad Educativa Santa Marianita de Jesús, Unidad Educativa Los Salias (escuela pública). Unidad Educativa Colegio Valle Alto, Unidad Educativa Simón Rodríguez, Liceo Boris Bossio, Colegio Obra del Buen Consejo, Unidad Educativa Luis Eduado Egui Arocha (Liceo público), Universidad Bicentenaria de Aragua, Centro Nacional de Formación Simón Rodríguez, Universidad Nacional Abierta, Universidad de Trabajadores de la América Latina (UTAL), Además de estas instituciones educativas que existen en el Municipio Los Salias, es importante mencionar el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
b.      Religiosas: La población de la ciudad de San Antonio de Los Altos, es de origen Español y Portugués, por lo cual predomina en ella la religión católica, por lo cual la mayoría de las tradiciones y festividades vienen de allí. Las principales tradiciones son las fiestas patronales en honor a San Antonio de Padua y a la Virgen de Fátima. El día de San Antonio de Padua, se celebra el 13 de junio de cada año, sin embargo, los preparativos y celebraciones comienzan desde dos semanas antes, en estos días se tiene la tradición de realizar actividades religiosas, actos culturales, exposiciones artísticas y encuentros comunitarios diversos. Adicionalmente en esta ciudad se tiene la tradición de que el día de San Antonio de Padua, las personas compren un pequeño pan en la iglesia y lo guarden en su casa en una bolsita blanca durante todo el año, esto se cree que es para que nunca falte el alimento en el hogar. El día de la Virgen de Fátima se celebra el 13 de mayo y es un día en el que sus feligreses se unen en oración para compartir la celebración de una de las apariciones de la Virgen. Algunos espacios para estas actividades regiosas son: Iglesia La Sagrada Familia (Los Castores), la  Iglesia El Cují,  la Iglesia San Antonio de Padua (Casco Central del municipio, el pueblo), la Iglesia Santísima Trinidad (La Rosaleda Sur), Capilla de la Virgen de Candelaria y la Iglesia San Judas Tadeo (Urbanización Las Minas).
c.       Comerciales: además de los comercios del pueblo, San Antonio de Los Altos cuenta con una gran variedad de zonas comerciales, estas se encuentran compuestas principalmente por varios centros comerciales, la mayoría situados en la Recta de Las Minas (Carretera Panamericana), los principales son: C.C. La Casona I y II, C.C. Galerías Las Américas, C.C. La Colina, C.C. OPS, C.C. Don Blas, C.C. Los Castores, C.C. Los Altos, C.C. San Antonio Plaza, C.C. Club de Campo.
d.      Turísticos: Entre los principales sitios de interés y/o turísticos con los que cuenta el Municipio Los Salías son: la Fábrica de Arte Murano situada en Potrerito: una fábrica dedicada a la creación de adornos con vidrios, especialmente de diferentes colores, el Mirador El Faro, con vista a Caracas: un amplio lugar en lo alto de San Antonio, donde podremos tener una vista espectacular del Valle de Caracas, el Casco Histórico de San Antonio, donde podrás encontrar la Plaza Bolívar y la Iglesia San Antonio de Padua, el Embalse de La Mariposa, la Loma Quintana, en el Limón, es el punto más alto de los Altos Mirandinos y la Casa de la Cultura en La Rosaleda Sur.
e.       Recreativas: el Complejo Cultural, el cual cuenta con Piscina, pared de escalada, canchas deportivas y ofrece otras múltiples actividades deportivas, culturales y recreativas; el Boulevar de la Recta de Las Minas, Canchas Deportivas y Gimnasios.
f.       Industriales:  también cuenta con gran variedad de industrias y fábricas, sobre todo en la Zona Industrial de Las Minas

7.      DE COMUNEROS A COMUNAS
Los campesinos históricamente se han articulado para el trabajo en común de las tierras y hasta por la lucha por común para la venta de sus productos. Basta ver la experiencia de la Rebelión de los Comuneros de Venezuela, hecho cuya génesis es el occidente del país con repercusiones en Perú y Virreinato de Nueva Granada (Muñoz, 1971, p. 197). Sin embargo, quizá estos hechos, que se suscitaron casi paralelamente a la fundación de San Antonio de Los Altos, no tuvieron tal  repercusión. En tal sentido,  Consuelo González de Aponte, habitante sanantoñera,  recuerda sobre los comuneros de principios del siglo XX:
“Bueno, eso de los Comuneros es antiguo.  Mamá toda la vida nombró eso de los Comuneros y papa y todos los González; por eso es que aquí la gente cogía su terreno y lo sembraba, cercaba y ese terreno era de él, si era comunero. Entonces, de ahí tenía que pagar una renta para el sacerdote, para sostener a la iglesia y a una escuela, que dicen los estatutos que hay que pagar una escuela de la comunidad.” (Trujillo, 2005, p. 41)
Actualmente en el municipio Los Salias se desarrollan actividades de agricultura y ganadería principalmente el cultivo de flores ornamentales, y  hortalizas.

Dentro de una política gubernamental de organización del poder popular, en San Antonio de los Altos se han venido conformando los consejos comunales y comunas. En un artículo de prensa El Correo del Orinoco hace referencia al nivel organizativo logrado hasta el 2013:

 “Por su parte, el promotor de Fundacomunal – Los Salías, José Carbonel, detalló que en el municipio de 41 consejos comunales, 25 están completamente organizados y 16 en proceso de consolidación, de los cuales refirió que se tomarán los de Figueroa y Las Minas como organizaciones pilotos para la conformación de las Comunas en San Antonio.” (Correo del Orinoco, 23/10/13, Los Salías avanza en la conformación de Comunas, párrafo 3)
Entre las comunidades organizadas en consejos comunales se encuentran  Quintana, Colinas de San Vicente, El Guamal, Urb. Bosque Alegre, Calle Miranda, Altos de Tellería, El Manantial del Cambural, La Ermita, El Sitio.

8.      CARACTERIZACION GEOGRÁFICA DE SAN ANTONIO DE LOS ALTOS
Siendo el interés realizar una caracterización agroalimentaria de San Antonio de los Altos, se hace necesario apuntar algunas precisiones del municipio, como lo son:

a.      Geografía y clima:
·         Se encuentra situada a Noroeste del Estado Miranda, limita al oeste con el Municipio Carrizal, al norte con el Distrito Capital, al sur con el Municipio Guaicaipuro y al este con el Municipio Baruta. Además se caracteriza por encontrarse al sur-este del Área Metropolitana, a 14 km de la ciudad de Caracas y a 10 km de la ciudad de Los Teques; además forma parte del conjunto montañoso de la Serranía del Interior, que pertenece a la Cordillera de La Costa, específicamente en el llamado Macizo de Los Altos o Macizo Guaicaipuro.
·         Cuenta con una extensión territorial de 5.737,50 hectáreas y tiene una altitud aproximadamente de 1600 metros sobre el nivel del mar. El clima de la ciudad de San Antonio de Los Altos se caracteriza por ser muy fresco y agradable, es de tipo lluvioso moderado, esto se debe a su ubicación entre montañas. Al inicio del día la temperatura se encuentra en un promedio de 15 grados centígrados y al caer la tarde alcanza un promedio de 28 grados centígrados, sin embargo es sumamente cambiante.
·         La principal fuente de agua del municipio abarca la parte alta de la Cuenca del Río Valle, el afluente del Río Guaire, y la Cuenca Hidrográfica del Río Tuy. Adicionalmente la ciudad también es un lugar que cuenta con múltiples manantiales, los cuales contribuyen a la humedad de los suelos y a surtir de agua a muchos sectores de la ciudad.
·         Presenta en el año, al igual que en el resto del país, dos períodos de clima bien definidos, estos son:
·         El relieve de este municipio se caracteriza por ser de tipo montañoso, el cual presenta una topografía accidentada, no cuenta con formaciones de valles extensos, solamente se pueden ver pequeñas zonas planas. Este tipo de relieve obliga a que se realice una modificación en las técnicas de construcción y aprovechamiento agrícola.
·         Período Seco, que se presenta entre los meses de diciembre a abril.
·         Período Lluvioso, que se presenta entre los meses de mayo a noviembre.
·         En la actualidad esto es un poco variante, pues en ocasiones se presentan algunas lluvias sorpresa en el período seco. También en los últimos años se ha notado una baja de temperatura comenzando el mes de enero, alcanzando hasta los 3 grados centígrados.
b.      Vegetación
·         Bosque Alto y Denso, principalmente caracterizado por árboles con alturas superiores a 5 metros y se puede encontrar en las partes altas de las cuencas y a lo largo de los cursos de agua.
·         Vegetación de Gramíneas, este tipo de vegetación se caracteriza por tener alturas inferiores a los 70 centímetros, este tipo se puede encontrar en la zona Norte del Municipio y cubre casi todas las áreas inmediatas al embalse La Mariposa.
·         Área de Cultivos, son áreas dedicadas a cultivos hortícolas y ornamentales, estas se encuentran distribuidas por todo el municipio.
·         Además de estos tipos de vegetación, también existen Zonas Descubiertas de Vegetación, donde la vegetación ha sido eliminada para darle un uso urbano, estas se encuentran mayormente en el oeste del municipio.


9.      ALTOS MIRANDINOS, ZONA AGRICOLA
Como hemos visto, en altos Mirandinos, sobre los vestigios de la cultura agrícola indígena se ha superpuesto el trabajo agrícola de migrantes isleños (sobre todo a partir de 1683), de alemanes (a partir de 1777) y más recientemente de portugueses (a partir de 1945).
Por otro lado, de la segunda oleada de colonos alemanes residentes inicialmente en la Colonia Tovar, se asentaron  en 1890 en tierras de lo que ahora es El Jarillo en donde dieron origen a una particular cultura agrícola de producción de frutales de plantas no originarias de Venezuela como lo son las fresas, higos y los duraznos, entre otros rubros.
La inmigración portuguesas a Venezuela la hacen la segunda mayor población lusa después de Brasil. Llegaron sobre todo durante la primera mitad del siglo XX. En nuestro país tienen al menos ocho consulados, uno de ellos en Los Teques.  En la parroquia San Pedro, Los Teques, San José y Cecilio Acosta son famosos por la producción de hortalizas y flores.
Esta mirada de soslayo sobre la histórica presencia de mano de obra europea en nuestras tierras,  cabe preguntarnos ¿de quién  son actualmente las tierras agrícolas altomirandinas? ¿Qué han estado produciendo?, ¿desde qué perspectiva o cultura alimentaria? ¿Bajo qué procesos técnicos? ¿Qué paso con el cultivo de café de San Pedro y San Diego?
El estado venezolano ha realizado continuos apoyos al incentivo agrícola local, sobre todo en los últimos años. Por ejemplo, el realizado hace dos años en donde los Productores y Productoras de los Altos Mirandinos recibieron Jornada de Atención Integral en el marco para el impulso para el Desarrollo Agrícola del Plan de Siembra 2018 y que fue una actividad coordinada por la Dirección de Desarrollo Agroindustrial de la Alcaldía del Municipio Guaicaipuro y los entes adscritos al Ministerio del Popular para la Producción Agrícola y Tierras de los Altos Mirandinos como lo son  el Instituto Nacional de Tierras (INTI), el Fondo Agrario para el Desarrollo Socialista (FONDAS), el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER).
En esa oportunidad los productores y productoras de las Parroquias de Paracotos, Los Teques, San Pedro, Altagracia de la Montaña y Cecilio Acosta, así como también San Antonio de Los Altos del Municipio Los Salías, recibieron sus documentos de Regulación y Tenencia de tierras, Solicitud de requisitos y Estatus de créditos, como también información para proyectos para Infraestructuras Rural en la zona.

10.  CONCLUSION
Los Altos Mirandinos pasó de ser una zona de aguerridas comunidades indígenas a ciudades satélites de la capital venezolana. Sin embargo, sus zonas periurbanas mantienen la agricultura como parte de la dinámica económica.
Loa cultivadores, las  técnicas de agricultura y los rubros han cambiado históricamente: el conuco indígena fue transformado en grandes monocultivos trabajados por negros esclavos, luego a cultivos diversos a manos de inmigrantes europeos empobrecidos trabajadores en comunas y finalmente descendientes de estos últimos cultivando con agro químicos.
En el caso de San Antonio de Los Altos, por su cercanía inmediata a Caracas el proceso de urbanización ha sido mucho más acelerado que en otras ciudades altomirandinas. La renta extractivista petrolera y el mercado inmobiliario fueron poco a poco dándole un uso distinto tanto al suelo agrícola y pecuario como a las manos del  y la campesina. En el marco del Diplomado de Políticas Publicas Agroalimentarias cabe preguntarnos ¿Qué nos queda de este proceso? ¿En el marco de un bloqueo internacional y un precio subterráneo del petróleo a nivel mundial, que perspectivas tenemos de resurgimiento de nuestra fuerza agrícola?
Es mucho lo que queda por caracterizar, de precisar con exactitud, pero esta caracterización histórica es un inicio.

11.   FUENTES:
a.       Bibliográficas
CASANOVA, Ramón V. (coordinador). De hombres, tierras y derechos. La agricultura y la cuestión agraria por los caminos de Descubrimiento. 1ra Ed. IIDARA / ULA, Monte Ávila Editores Latinoamericanos, Colección perspectiva actual. Caracas, 1997. 181p.
CHACON V., Ramón Vicente. Estudio microhistórico de San Diego de Los Altos en el Estado Miranda. Los Teques, 1983. Colección Francisco de Miranda. No. 1. Biblioteca de Autores y temas Mirandinos. 168 p.
HERNANDEZ G., Manuel. La emigración canaria a América.   1ed. Gobierno de Canarias y el Centro de la Cultura Popular Canaria,  Tenerife, 2005. 152 p.
MINISTERIO AGROPECUARIO Y FORESTAL. (2009). Política de seguridad y soberanía Alimentaria y nutricional Desde el sector público Agropecuario y rural. República de Nicaragua
MUÑOZ O., Carlos E. Los Comuneros de Venezuela. Universidad de Los Andes. Facultad de Humanidades y Educación. Mérida / Venezuela 1971. 200p.
RAMOS G., José Marcial. Historia del Estado Miranda. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas, 1981
SANOJA, VARGAS, MEDINA y otros: Historia mínima de la Economía Venezolana. 1ed, Fundación de Los Trabajadores de LAGOVEN, Caracas, 1997. 217 p.
TRUJILLO, Antonio. Testimonios de la niebla. Voces de los altos Mirandinos. 1ra Ed. Fundación Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2007. Biblioteca Popular para los Consejos Comunales, Serie Visión de América. 254 p.
Recetario El Reencuentro. Tomo II. Alimentación integral (Cuerpo y Espíritu). Alcaldía Mayor de Caracas. FUNDECA.

b.      Artículos de internet
ALMEIDA MANUEL.  21 octubre de 2019. Los Teques: La Nación, el pueblo, La parroquia… nosotros. Tomado de https://rielesyneblinas.wordpress.com/2019/10/21/los-teques-la-parroquia-nosotros/
TRUJILLO, Antonio. San Antonio Niebla comunera. Tomado de  https://rielesyneblinas.wordpress.com/2015/12/08/san-antonio-niebla-comunera/
Poder Popular empoderado, Los Salías avanza en la conformación de Comunas. Tomado de: http://www.correodelorinoco.gob.ve/salias-avanza-conformacion-comunas/
  
c.       Referencia de imágenes:

Fig. 1 Representación en carboncillo de una comunidad caribe. Autor y fecha desconocidos. Tomado de: https://rielesyneblinas.wordpress.com/2019/10/21/los-teques-la-parroquia-nosotros/

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