Reflexiones del proceso de comprobación de la gestión productiva en la planificación del hábitat a escala de la ciudad comunal. Caso de estudio: sector Residencias Santa Cruz de Aragua, Municipio José Ángel Lamas, Estado Aragua, Venezuela.

Autores: Msc. José Félix Rivas Lobo, Licda. Thayde Monzón, Dr. José García, Msc. Tibisay Chakal, Ing. Luis Márquez,  Licda. Ariana Pacheco, Licda. Yennys Ramírez, Arq. Rodrigo Barrios, , Msc. Edward Castillo, Licda. Génesis Mosqueda

Egresados del Diplomado en Planificación del Hábitat y la Ciudad Comunal                                                    


INTRODUCCIÓN

 

                  La gestión productiva del hábitat se relaciona directamente con el proceso organizativo de sus habitantes, sus acciones individuales y colectivas, las cuales pueden tener un impacto ecológico y social tanto positivo como negativo, si no se toman las acciones y medidas ambientales oportunas.

                  Esta gestión productiva ha estado asociada al sistema capitalista mundial a partir de la denominada Edad Moderna, que inicia en Europa a partir del siglo XV, vinculado estructuralmente con un proceso Colonialista; la cual ha perdurado hasta la actualidad barnizada como “modernidad”, trayendo consigo la aplicación de modos de gestión productiva ambientalmente insostenibles y perjudiciales para las presentes y futuras generaciones, por los graves daños que ya ha causado, algunos irreversibles desde el punto de vista ecológico; y con graves consecuencias negativas para la humanidad.

     Como referencia a tales tipos de relaciones diversos estudios documentan incontables casos, como los que se citan a continuación:

Las sociedades o grupos sociales actúan sobre el ambiente según las representaciones que se hacen de sus relaciones con él. Estas representaciones favorecen las extracciones devastadoras o, por el contrario, ejercen un efecto limitador sobre ellas (Martínez, 2009, p. 9).

 

La crisis actual está ligada al sistema capitalista y a sus valores basados en el productivismo y el consumismo, cuyas consecuencias se sienten fuertemente cada día a través del calentamiento climático, el individualismo, el crecimiento de las desigualdades, una socialización cada vez más informatizada, los crecientes niveles de estrés y depresión, muchas veces por la incapacidad de consumo, de alcanzar cierto estatus o cierta aceptación en la sociedad, etc. (Le Quang y Vercoutére, 2013, pp. 50-51).

     En Venezuela el proceso de la gestión de producción no ha escapado de esta realidad, evidenciando distorsiones y conflictos en el uso del suelo, fenómeno asociado a los procesos de expansión urbana desde principios del siglo XX, entre ellas el desarrollo de los espacios productivos en la depresión del Lago de Valencia, donde se localiza el caso de estudio que se desarrolla en el presente ensayo. Tal proceso histórico lo respaldamos en las siguientes citas:

 En Venezuela, desde la conquista y colonización española, los sistemas feudal y capitalista han sido determinante en la producción del espacio en las ciudades, en las dimensiones de los espacios mencionados. Éstas resultan de la acción institucional e individual y colectiva de personas conformadas como agentes y/o actores sociales (estatales, privados, comunitarios) que idealizan e intervienen, es decir, gestionan los territorios donde se materializarán sus manifestaciones culturales acorde con la clase social a la cual pertenecen (Rauseo, 2012, p. 20).

 

Desde 1936 y debido al creciente proceso de industrialización de la zona el porcentaje de suelos dedicado a la agricultura a orillas del lago, ha disminuido considerablemente; esto incluso teniendo en cuenta el proceso de desecamiento de sus aguas, casi ininterrumpido desde el siglo XVI, que ha dejado al descubierto grandes extensiones de terreno ocupadas hoy por urbanizaciones industriales y habitacionales (FUNDACITE, 1999).

 

La expansión desordenada del área urbana ha originado cambios violentos en el uso de la tierra, invadiendo áreas agrícolas de gran productividad; eliminando vegetación natural; disminuyendo la disponibilidad de los recursos de agua y ocasionando problemas de contaminación ambiental (MARNR, 1986 tomado de Sucre, 2003).

     Como parte del proceso de evaluación de la tercera cohorte del Diplomado “Planificación del Hábitat y la Ciudad Comunal”, en el presente ensayo grupal se desarrolla una reflexión holística y ampliada donde se integra el ejercicio práctico desarrollado en el módulo 3.

 

DESARROLLO

 

    La actividad del módulo 3 correspondiente al diplomado “Planificación del Hábitat y Ciudad Comunal” consiste en la aplicación de varias metodologías como la denominada “Rueda Socialista” a un determinado caso de estudio que en este caso corresponde al Sector Residencias Santa Cruz de Aragua Etapas I y II, municipio José Ángel Lamas del estado Aragua. Seguidamente a través de un “Cuadro Sinóptico” se desarrolla un diagnóstico orientado a la dimensión productiva para finalmente implementar “Propuestas” en base al siguiente objetivo general: Comprobar la función de la Dimensión Producción en la Planificación del Hábitat a escala de la Ciudad Comunal teniendo como Caso de Estudio el Sector Residencias Santa Cruz de Aragua.

     Cabe destacar que la metodología de evaluación correspondiente al módulo 3 persigue la praxis de cada una de las premisas teóricas aprendidas en los primeros dos módulos del Diplomado. Las propuestas de cada uno de los objetivos del presente ejercicio tuvieron como principal requerimiento desarrollarse bajo el enfoque Ecosocialista enmarcada en una premisa de sustentabilidad y sostenibilidad en la producción del hábitat.

La Ciudad Sustentable es aquella capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones. La finalidad es reducir el impacto medioambiental y mejorarla calidad de vida de sus residentes, estableciendo nuevas formas de relaciones interpersonales, con el ambiente, con el espacio urbano y con la economía de autoproducción (Collell, 2007)

El enfoque ecosocialista está asociado a los derechos universales del hombre. Bansart (2009) sostiene este argumento en su libro “Ecosocialismo” donde lo define como un sistema político que mantiene un equilibrio ecológico y social, en correspondencia a los Derechos Humanos, entre ellos el Derecho a los Espacios: comunitarios, públicos, semipúblicos y privados y, el Derecho a la Tierra.

Dicha propiedad, sustentada desde sus orígenes en valores sociales y culturales comunales, no puede tener vigencia plena dentro una sociedad capitalista, ya que todos los valores sociales y culturales, así como las normas jurídicas del capitalismo, consagran el derecho de una clase a poseer tanto los medios de producción como los bienes y servicios que de ellos derivan (Sanoja y Vargas-Arenas, 2016, p. 16)

 

Hábitat concebido como medio físico artificial, aquel medio natural modificado por los habitantes de una sociedad -que es manifestación de relaciones sociales de producción específica (ej. capitalista en el siglo XX, con dominio del lucro)-, hacia otra donde domine la vida digna de todos los sujetos-objetos sociales; y de sus formas de asentamientos -urbanos, rurales, indígenas, otros- que, además de ser reflejo y símbolo de su práctica social y su práctica espacial, condiciona significativamente estas prácticas. Hábitat como medio para asentar a la humanidad y sus procesos espacio-tiempo-sujeto-objeto-praxis de lo social, lo económico, lo político, lo cultural para determinar lo físico y viceversa (Rauseo, 2019).

Concebimos la ciudad como una totalidad de producción humana, de producción social; en consecuencia, todo alrededor de ella tiene connotaciones estructurales. Más específicamente, la estructura urbana, y dentro de ella los componentes de la sociedad, en cuanto a la estructura económico-socio-cultural y la producción de un espacio social: el espacio urbano. Consideramos que los asuntos de la producción morfológica de la ciudad están fundamentados en la estructura del modo de producción capitalista en Venezuela durante el siglo XX (Rauseo, 2012, p. 19).

 

La ciudad como estructura física, es un espacio socialmente construido, que se produce y se reproduce acorde con las características de las formas de vida humana de los momentos históricos por la cual ella transcurre en el tiempo; que le dan origen, que la determinan y seguirán determinando materialmente en función de las relaciones sociales que la caracterizan. Todo se centra en la condición de la estructura cultura” (Rauseo, 2012, p. 20).

 

El carácter relacional de la ciudad está determinado por las ideas del sistema en las relaciones humanas que se han desarrollado a lo largo del tiempo y en la materialización de su dimensión en el espacio físico, y también en el espacio de lo social, lo económico, lo político y lo cultural (Rauseo, 2012, p. 20).

 

     Lo anteriormente expuesto, nos lleva a superar la idea capitalista del crecimiento económico y de la acumulación continua de bienes materiales. Liberarnos de la sociedad del crecimiento, es dejar la búsqueda permanente de ganancias obtenidas explotando a los seres humanos y a la naturaleza, evolucionar desde las formas de producción construyendo una economía sustentada en la reproducción de la vida y no solamente en la reproducción del capital. Alcanzar los cambios requeridos y establecer ciudades sustentables, forma parte de procesos humanos emancipatorios, donde los objetivos económicos deben estar sometidos a las leyes de funcionamiento de los sistemas naturales, sin perder de vista el respeto a la dignidad humana y gestionando siempre asegurar la calidad en la vida de todas las personas.

La Sustentabilidad Urbana consiste en encontrar formas de producción y distribución de recursos existentes de forma socialmente cohesiva, económicamente eficaz y ecológicamente sólida (Collell, 2007)

 

      En base a los resultados obtenidos del método de la “Rueda Socialista” para el caso de estudio, se evidenció debilidad en lo correspondiente al abordaje PRODUCTIVO, donde no existen planes comunales para el intercambio de saberes en la formación productiva y poca o ninguna promoción de cadenas productivas que impulsen las potencialidades locales, inventiva tecnológica, plan de incentivo de emprendedores, poca participación de la comunidad, elementos suficientes que justifican por si misma que los proyectos socioproductivos que demanda la comunidad actualmente para su desarrollo endógeno no tengan un resultado satisfactorio en cuanto a su aprobación y financiamiento.  

     El “Cuadro Sinóptico” elaborado en el Foro 1 concluye en lo productivo que la población se ubica en un estrato social medio, con casi un tercio de la población adulta mayor, sin embargo, es una población económicamente muy activa, con vocación productiva diversa. Aunque la zona es de uso residencial, el área se localiza bordeada por importantes espacios productivos en lo industrial al Oeste, en lo agrícola al Sur y comparte equipamiento urbano con otras comunidades vecinas al Norte y al Este. Por la localización (ver plano Anexo), resulta una oportunidad el ubicarse entre áreas agrícolas e industriales, especialmente para propiciar Empresas de Propiedad Social. En algunas de sus áreas verdes se han iniciado actividades de agricultura urbana y patios productivos (ver Anexo 3) pero hay debilidad en la gestión para la producción, salvo los CLAP, exclusivamente como método cogestionario con las instituciones del Estado.

     En tal sentido, luego de haber realizado la visión diagnóstica a través de la “Infografía” desarrollada en el Foro 2 con la revisión de cinco dimensiones, en las que luego se profundizó una a una para configurar en nuestro equipo la dimensión productiva; en esta parte metodológica se vuelve del análisis a la síntesis para reunir toda la información y alcanzar las diversas alternativas de soluciones a los diversos problemas, necesidades o debilidades detectadas, en la búsqueda de un plan de desarrollo comunal que pueda dar respuesta en corto, mediano y largo plazo a tales inquietudes; aunque en el caso se centra en lo productivo, no visto como un tema aislado, sino de forma integral al conjunto, no restringido al área inicial de estudio, el conjunto Residencias Santa Cruz, sino abarcar los demás sectores vecinos, con sus diversos usos y habitantes, integrados como ámbito comunal y bajo las figuras de organizaciones e instancias del Poder Popular articuladas, hacia una nueva economía ecológica y social, con una visión de hábitat humanizado y no un desarrollo arrollador.

La Ciudad Comunal, expresión del Estado-Comunal, es parte integral de las estructuras del Poder Popular que se están construyendo (…) Por ello, se propone acercarnos –desde la dialéctica- a su construcción conceptual, considerando sus escalas, actores y competencias dentro del sistema de planificación y gestión nacional y popular (Herrera, 2019).

   

     De esta manera el estado al constituir la Ciudad Comunal, está otorgando al pueblo la capacidad de gestionar y descentralizar el poder público sobre los intereses de los ciudadanos, en temas relacionados con la educación, salud, seguridad y producción económica dentro del propio hábitat donde se desenvuelve.

     Es evidente que para alcanzar la superación del modelo rentista, se debe construir un modelo de producción, transformación y distribución justo y eficiente, que garantice a la población el acceso oportuno y suficiente a los bienes y servicios esenciales para la satisfacción de las necesidades sociales.

El ecosocialismo se basa en la crítica del modo de producción y de consumo capitalista, pero también del concepto de progreso que compromete la salvaguardia del ambiente y amenaza a mediano plazo la sobrevivencia de la especie humana. Una primera afirmación del ecosocialismo es que el capitalismo es incompatible con la ecología y la protección de la naturaleza en la medida que la expansión del capital, a través del aumento de los beneficios, supone necesariamente el consumo de recursos naturales que son finitos, sobre todo aquellos no renovables como el petróleo y el gas, sobre cuyo consumo se ha construido nuestra sociedad (Le Quang y Vercoutére, 2013, p. 50).

     En este sentido, es esencial en lo político la profundización de la democracia popular directa, participativa y protagónica, la transformación del Estado a un Estado revolucionario, ecosocialista, de gestión comunal y amplia participación protagónica de las bases sociales, que despierte la conciencia política en el marco liberador de la descolonización cultural del sistema capitalista, por tal razón, se hace necesario establecer planes y proyectos que agilicen el ciclo comunal, garantizando con ello las propuestas productivas que inciten a la comunidad a alcanzar los objetivos establecidos en el Plan de la Patria 2019-2025, como base jurídica junto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, carta estratégica de planificación que guía la ruta de la transición al Socialismo Bolivariano del siglo XXI.

El Quinto Objetivo pretende “contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”, refuerza fundamentalmente el Segundo objetivo dado que pasa también por la construcción de un modelo productivo ECOSOCIALISTA, basado en una relación armónica con la naturaleza, respetándola y aprovechando a la vez, de manera racional y óptima, los elementos que nos ofrece y son necesarios para la vida (Ochoa, 2019).

     A continuación, citamos a dos autores de la obra “El giro decolonial” que definen términos como “decolonialidad” e “interculturalidad” ajustados a los cambios de conciencia cultural referidos en el párrafo anterior:

…la decolonialidad es un proceso de resignificación a largo plazo, que no se puede reducir a un acontecimiento jurídico-político (Grosfoguel, 2005, p. 17).

 

La interculturalidad ofrece un camino para pensar desde la diferencia a través de la descolonización y la construcción y constitución de una sociedad radicalmente distinta. El hecho de que este pensamiento no trasciende simplemente la diferencia colonial, sino que la visibiliza y rearticula en nuevas políticas de la subjetividad y una diferencia lógica, lo hace crítico porque modifica el presente de la colonialidad del poder y del sistema mundo moderno/colonial (Walsh, p. 57).    

 

     Las propuestas se implementaron bajo el criterio de establecer la gestión y la cogestión como acción participativa y protagónica que garantice la solidaridad, compromiso, corresponsabilidad, cumplimiento de misiones, y otras que pueden aparecer en el proceso socioproductivo. La materialización de planes, programas, proyectos, ejecución, contraloría y construcción de hábitat con enfoque ecosocialista que asegure los derechos sociales, económicos, políticos, físicos y culturales del Sector Residencias Santa Cruz de Aragua Etapas 1 y 2, en el marco del proceso de construcción de la Ciudad Comunal

La gestión es determinante en los procesos de urbanización. Por ello, planteamos como paradigma del habitar el espacio urbano una nueva lógica que debe ser la lógica del espacio social urbano, en oposición a la lógica hegemónica del espacio del capital en lo urbano. Nuevas relaciones a concebir, a producir, para la transformación de las existentes. (Rauseo, 2019).

 

Un aspecto importante es la gestión como asunto dinámico en el tiempo. Los asentamientos humanos se inician con la gestión para la producción social inicial de los mismos, para luego suceder los procesos de gestión para su transformación social, en donde cambian por la acción de los entes dominantes de la sociedad, reconfigurándolos acorde con la dinámica de sus intereses (Rauseo, 2012, p. 25)

     En ese sentido se propone, que el espacio público, de gestión y cogestión, abarque además de la dimensión productiva la vida en su integralidad con expresión en el Buen Vivir, el establecimiento de relaciones sociales de reciprocidad y complementariedad entre las personas y con el ecosocialismo, lo que hace necesario que la definición de las políticas públicas extermine el imaginario eurocéntrico del Desarrollo que las sustenta (salario, mercado, ganancia, explotación de la naturaleza, relaciones sociales sujeto-objeto) y evolucione a políticas públicas de gestión y cogestión pensadas, diseñadas, ejecutadas y evaluadas con un despliegue de institución de la solidaridad económica, de la economía de los trabajadores, con sus rasgos propios orientadas a la reproducción y consolidación de la solidaridad económica.

      También hay que destacar que de un total de 41 acciones propuestas en el Foro 3 respecto a la metodología de programas de acciones a corto, mediano y largo plazo, se desarrollaron en base a 18 objetivos específicos, donde se persigue implementar acciones tendentes a incentivar la participación de los habitantes del caso de estudio, conjugar la gestión social, establecer centros de formación socialista y escuelas técnicas para las empresas de Producción Comunal Socialista, impulsar acciones en la comunidad organizada para la obtención de recursos financieros por autogestión interna y cogestión con terceros que permitan obtener insumos para el desarrollo de proyectos socioproductivos, generar e integrar espacios y corredores viales, activar flujos socioeconómicos y mejorar las dinámicas territoriales de forma ordenada y a partir de los lineamientos del ecosocialismo,  promover programas sustentables y sostenibles que integren el control, manejo y disfrute de los recursos naturales, garantizando así la conservación, protección de la diversidad biológica y el recurso hídrico. De igual forma, impulsar proyectos como alternativas de producción y aprovechamiento del recurso acuífero de la zona, utilizando su productividad natural y al mismo tiempo su administración y conservación como el rio Aragua y el embalse de Taguaiguay.

     ¿Qué significa participar colectivamente en la construcción de la ciudad según nuestros deseos? en primer lugar, “colectivamente” nos remite a una acción no de individuos ni tampoco de grupos con intereses particulares, sino por el contrario, se refiere a la acción de las fuerzas sociales en la construcción de la ciudad, lo que, a su vez, implica una acción en el tiempo, pero en un tiempo dilatado al ser las fuerzas sociales una instancia de una cierta indeterminación (Torres, 2019)

 

     Aun cuando desde las políticas públicas, se busca otorgar mayor poder al pueblo organizado, para que participe y asuma la planificación y gestión de sus territorios con un rol protagónico, éste no siempre tiene una comprensión de los hechos o situaciones en su totalidad. Por ello, las acciones del Poder Popular deben ser precisadas para que, por un lado, se articulen e integren con pautas o lineamientos específicos, a los proyectos estructurantes definidos -por ahora- por el Poder Público del Estado-Nación, en función de las necesidades de la población y por otro, den respuestas formales, a corto y mediano plazo, a situaciones coyunturales o vinculantes, propias de la cotidianidad (Herrera, 2019)

     Finalmente, además de la visión integradora que debe considerarse en la gestión del hábitat para lo productivo, sin descuidar las dimensiones de lo social, ecológico, administrativo-institucional y la resolución dialéctica abordada para superar la contradicción urbano-.rural, que reedita la vieja visión colonialista de metrópoli-periferia; existe todo un basamento constitucional, legal y normativo para hacer posible esa realidad, de superar el modelo extractivista y de acumulación del capital en pocas manos, con un modelo de gestión ecosocialista de la producción, absolutamente respaldado con normas especializadas tanto para la integración y articulación de las organizaciones e instancias del poder popular, así como la definición de los diversos tipos de propiedad para socializar los medios de producción; recogidos en el compendio conocido como Leyes del Poder Popular, que es parte fundamental de los cambios revolucionarios suscitados en Venezuela para superar la democracia representativa burguesa e instaurar una democracia directa, participativa y protagónica.

     Dentro de tales normas se han considerado tanto las diversas figuras que como organizaciones e instancias deben articular al Poder Popular desde el Consejo Comunal de Residencias Santa Cruz y los de sus comunidades vecinas; hasta los Consejos Campesinos de las áreas agrícolas rurales vecinas, los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras de las diversas empresas de la Zona Industrial aledaña, y la necesidad de crear la Comuna Este de Santa Cruz, que englobe su articulación en un Plan de Desarrollo Comunal que se ha concretado en el mapa y en los esquemas de volumetría en los productos del Foro 3.

     Es importante destacar que, además de dar respuesta a las inquietudes de la dimensión productiva, en compendio de acciones se proyectan de forma integradora hacia todas las demás dimensiones consideradas, con un efecto sinérgico resultante de aplicar simultáneamente todas sus consideraciones, prioridades, con la visión estratégica de cuidar debilidades y amenazas, aprovechar fortalezas y oportunidades, que ha enriquecido el estudio del caso. Las propuestas de acción consideran mejoras para los aspectos urbanos, ecológicos, administrativo-institucionales y sociales, además de dar aportes para la autogestión productiva, en el Plan de Desarrollo Comunal de la Comuna Este de Santa Cruz de Aragua.

     Asimismo, que la práctica pública burocrática de la IV República ha sido contrarrestada con los programas de acción directa contemplado en las Grandes Misiones y las Misiones del proceso Bolivariano; y las instituciones estatales viejas y nuevas que son activadas en los programas de acciones del Foro 3.

 

REFLEXIONES

 

     En la Ciudad Comunal existen diferentes formas de organización socioproductivas que dan lugar a distintos procesos colectivos los cuales deben organizarse ya sea por tipo de producción, para acceder a capacitación o asistencia técnica, en torno a problemáticas sociales para servir como ejemplo de organización comunal en oposición a las formas capitalistas y liberales.

     De igual manera, se deben tomar en cuenta otras formas de producir alimento y de vivir, lo que en la comunalización obliga a repensar en formas diversas que cuenten con un diseño de producción y de vida que implique practicar una teoría del valor diferente a la planteada por el capitalismo, y explorar la potencialidad de esa forma de vida para plantear otras alternativas.

     En ese orden de ideas, se deben conjugar  los factores sociales, económicos, políticos, históricos, jurídicos, culturales, para que su interacción con las instituciones, mediante la práctica de la gestión y partiendo de la ejecución de las políticas públicas sea posible efectivizar las prácticas de participación que superen el nivel del discurso y se materialice en interrelaciones concretas de construcción colectiva  para el emprendimiento, la innovación, la posibilidad de adecuar la planificación a diferentes situaciones y generar respuestas novedosas a necesidades específicas de las comunidades.

     Cabe destacar, que en la organización económica su objetivo no es la maximización del beneficio, ya que sus prácticas no están orientadas exclusivamente por las señales que emite el mercado y una relación instrumental con la naturaleza, sino por la reproducción ampliada de la vida de sus miembros y de la naturaleza, objetivo primordialmente ecosocialista, esto no quiere decir la negación de la búsqueda de beneficio económico, sino producir manteniendo el trabajo creativo como eje con su forma micro organizativa (Unidades de Producción Familiar), con su eficiencia económica que es la calidad de vida, la emancipación de los trabajadores a través de relaciones de solidaridad, tomando en cuenta que el control de las condiciones generales de su propia reproducción debe pasar a manos de los trabajadores organizados.

     De la organización social para la extracción, transformación, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades y deseos legítimos, es preciso el trabajo colectivo autogestionado, de la educación popular con el compromiso de la construcción de una economía que parta de la vida orientada por la reproducción ampliada de la vida de todos, basada en el metabolismo natural del ciclo de la vida, donde la economía sea un medio, no el fin, para la vida plena en comunidad, donde el trabajo sea productor de bienes de uso que satisfagan las necesidades legitimas de todos donde desarrollar formas de vida que incluyan al trabajo creador redefina formas de producción y de consumo que protejan los equilibrios ecológicos frenando la especulación de alimentos.

     Lo estratégico del ejercicio de planeación está en entender y reconocer que:      

1.     Existen diversos actores con fuerza real (económica, social y política) que deben ser convocados a la definición de la estrategia de prever el destino del hábitat (que es la misión de la planificación), no solamente para consultarles su opinión sino para decidirla y participar en su ejecución.

2.     Los recursos son escasos y además los que existen están mal utilizados o enfocados de forma errónea, se requiere hacer un inventario de activos para potenciarlos. Los dueños de esos recursos deben participar en la definición estratégica, la iniciativa privada debe estar al tanto y participar de la estrategia también.

3.     La planeación es una herramienta de la gestión, debe pensarse desde el principio como un elemento para facilitar la gestión.

     Por otro lado, la autogestión es determinante en el surgimiento de una sociedad independiente y solidaria para producir una ciudad compacta socialista sustentable y sostenible, teniendo en cuenta siempre la preservación del ecosistema como patrimonio socio-económico que nos aporta la vida humana. El mantenimiento de las áreas es un tema primordial en el surgimiento de nuevos planes productivos, seguridad, social y cultural; en el ámbito de querer tu entorno y querer mejorarlo no caer en ese sentido vicioso del pensar capitalista. 

     Es preciso enfatizar, que la característica que hace singular al planeamiento urbano deriva de la especial complejidad del hecho urbano. Esta complejidad es inherente a la actividad humana de la sociedad que vive y se desarrolla en una zona donde hay circunstancias internas y externas determinadas que, por su propia naturaleza, se encuentra siempre en situación de cambio. Brindando así, el hecho urbano una dimensión no sólo espacial, sino también estacional, lo cual resulta diferencial respecto de otras iniciativas que tienen por objeto proyectar una nueva realidad construida. Además, no sólo el conjunto urbano sino también los elementos que lo integran presentan esa complejidad espacial y temporal, siendo difíciles de detectar y analizar los factores que inciden en su origen y evolución. Por añadidura, el análisis sufre de la incertidumbre del sistema de valores y de la incertidumbre acerca de las intenciones que rodean el hecho urbano.

     Como nivel local, puede entenderse aquel proceso que está orientado a considerar el núcleo urbano como una unidad histórica en su crecimiento y desarrollo.

     De cara a la preparación del planeamiento que necesite un sector determinado, es preciso considerar quiénes son los organismos y personas que tienen protagonismo en la construcción de la ciudad, tanto por las responsabilidades que ostentan en razón de las competencias y obligaciones que resultan de su función, como por el poder real que ejercen a través del ejercicio de sus actuaciones. Ante todo, debe entenderse y conocerse el funcionamiento que se deriva, en materia de urbanismo, con objeto de garantizar una equidad entre todos los ciudadanos buscando siempre dignificar al colectivo que en el sector hace vida.

     Pero la responsabilidad y competencia última respecto del planeamiento urbano son los municipios los que tienen la responsabilidad de ordenar urbanísticamente sus sectores, más el Plan de la Patria, donde se promueve la participación activa y protagónica de los habitantes, mediante la organización de las comunidades ejerciendo un proceso de autogestión que beneficie cada zona. Para así poder generar el desarrollo de la producción de sectores visiblemente desorganizados urbanísticamente hablando, y así poder desarrollar planes que permitan activar los diferentes sectores de producción en dichas zonas.

     De lo anterior, se deduce que la planificación urbana debe ser una actividad integrada a la gestión de las ciudades y que una de las tareas más exigentes será renovar los sectores deteriorados y subsanar las carencias en servicios, estructura vial local y el transporte, para poder dar beneficios y mayor calidad de vida que puedan generar el vivir bien de todos los habitantes del sector y que además puedan tener la mayor conciencia en cuanto al cuidado del ambiente y el desarrollo sostenible de las comunidades en pro de sus beneficios.

     Partiendo de la experiencia del caso de estudio, se pudo visualizar un carácter específico, donde su objeto, las características de la comunidad, las instituciones que participan,  sus medios materiales y simbólicos demuestran que los enfoques de gestión resultan muchas veces poco adecuados y que las experiencias son en general resultado de procesos continuos de aprendizaje social autónomo confrontado al diseño tradicional de políticas establecidas, procesos de diagnóstico del problema, programas y proyectos para solucionarlo y modelo de gestión correcto para llevarlo a cabo. Esto presenta el desafío de transformar estas prácticas para apoyar la innovación de nuevas formas de desarrollo económico-social y de alianzas interinstitucionales, donde, desde la experiencia de la disciplinariedad y transdisciplinariedad se puedan promover nuevas habilidades sociales de planificación y gestión, organizando la articulación de los diferentes actores que se despliegan en el territorio comunal, las organizaciones socioeconómicas con sus necesidades, proyectos y recursos necesarios y con los momentos de la gestión. 

     Los ideales de donde partió la visión de patria, la patria que hoy tenemos, la patria de Bolívar, de Sucre, de Ribas, de Manuela, de Miranda, de Samuel Robinson, la patria para todos de Chávez, sigue y seguirá siendo un ideal colectivo en la conciencia de muchos individuos. Cada era, siglo o generación pueden tener su ideal, este suele convertirse en patrimonio de quienes con esfuerzo y persistencia consiguen imponerlos a las generaciones siguientes, no como un fin, sino como un camino que nos ha de conducir a un mundo mejor, que este mundo mejor, es posible, que las utopías son alcanzables. En esta República Bolivariana, la Pacha Mama ha parido idealistas e ideales capaces de hacerlo posible, mujeres y hombres con la voluntad y el valor suficiente para enfrentar la voracidad insaciable del sistema capitalista, con la imaginación necesaria para materializar la doctrina ecosocialista del siglo XXI y con ello, contribuir a la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana. Transformando nuestros modos de vida y la construcción de una civilización sostenible, modos de vida armónicos, respetuosos de la madre tierra, es decir; modos que nos retrotraigan con nuestro patrimonio cultural ancestral, modos que nos conduzcan a nuevas dinámicas político-económicas que nos permitan administrar eficientemente los recursos materiales y no materiales que nos otorga nuestro Estado Nación, constituyente u constituido de manera simbiótica, para que emerja de ello la esencia fundamental de una nueva arquitectura del país. En tal sentido le corresponde al poder popular, que es constituyente como pueblo soberano, en la organización de las bases sociales, en la conformación de los consejos comunales y las comunas, en los poblados, en la ciudades y es Poder Constituido en las instituciones del Estado en todas sus escalas, pero también éstas están constituidas por Pueblo, todas fuerzas que convergen en una misma dimensión, la dimensión social, en donde tributan lo económico productivo, lo urbano, lo ecológico y la producción gestionaría;  por ello se hace esencial que la planificación sea patrimonio cultural de todos para convertirnos en sujetos históricos del poder popular.

 

“…. Nuestra construcción se desenvuelve con ímpetu en todos los terrenos y ha conseguido grandes éxitos, pero en el actual período de transición, de grandes cambios sociales, hay aún muchos problemas difíciles. La existencia simultánea del avance y las dificultades, es precisamente, una contradicción. Sin embargo, todas las contradicciones no sólo deben ser resueltas sino que pueden serlo por completo. Nuestra política es planificación total, y disposiciones apropiadas” (Mao Tsetung)

 

 

BIBLIOGRAFIA

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